lunes, 28 de septiembre de 2015

LA INCIPIENTE HISTORIA DEL PERIODISMO CANNABICO

LA INCIPIENTE HISTORIA DEL PERIODISMO CANNABICO

Juan Pablo García Vallejo

Uno de los pronósticos futuristas para este Tercer milenio, que como periodista cannábico (1) tengo presente, era que en la segunda década desparecerían los periódicos y serían sustituidos por ediciones electrónicas con agenda informativa al gusto, pero afortunadamente las predicciones no resultaron ciertas y siguen apareciendo periódicos impresos como La Dosis, periódico de la comunidad psicoactiva, una nueva publicación cannábica que nos obliga reflexionar profundamente sobre la ausencia de una historia del periodismo cannábico en nuestro país (2) Poca gente admite que sobre la marihuana todo es nuevo, pero faltan muchas cosas por saber y pro re-escribir, aunque aparentemente la gente asume un conocimiento superficial del cannabis porque viven excesivamente neo-colonizados.

Antes de que desaparezcan los medios impresos tenemos que entender a los periódicos más que como adalides de la democracia como un negocio informativo, en México 99% de las publicaciones depende del presupuesto público, y es también un espacio de opinión publica y culturalmente sirven de carta de presentación de las comunidades en que circulan para los nuevos visitantes. Así podemos conocer cómo es  cada comunidad o población tan solo observando las primeras planas de sus periódicos.

Si presenta encabezados sensacionalistas, de escándalos dele espectáculo, de la miseria humana de los políticos corruptos tenemos una opinión publica infantilizada y que son otros los que deciden qué hacer, que pensar, cómo vivir; si pro el contrario presentan noticias de progreso económico, de logros humanos de los vecinos, será una comunidad progresista, orgullosa de su potencial económico, turístico, cultural y humano.

 Esto me sirve para replantear que la interpretaciones sensacionalista de las drogas, por muchos desconocido, es una invención de la prensa en el siglo XIX, muy rentable, que muy pronto abandono sus afanes informativos, servir a la comunidad, para convertirse en una nueva forma de control social incuestionable que sustituye el poder político perdido por la religión católica para controlar a la sociedad en el capitalismo industrial.

La incipiente historia del periodismo cannábico en México inicia con la crónica del uso de la marihuana en la ciudad de México, aparece en 1772 en las postrimerías de la sociedad colonial, en plena decadencia económica y política, titulado “Memorias del uso que hacen los indios de los pipiltzintzintlis”, del sabio novohispano y jesuita José Antonio Álzate y Ramírez en su publicación científica Asuntos varios sobre ciencia y artes.

Desde la posición ilustrada, de pensar y ordenar la vida cotidiana en base a la razón y no los dogmas, Álzate explica el consumo medicinal de la marihuana frente a  la persecución hecha por los dogmas católicos, en el edicto prohibicionista de la idolatría de 1769, cuando esta práctica cultural era parte del folclor indígena, es decir, de su sabiduría popular desde dos siglos atrás.

Este es uno de los muchos periódicos que edito Álzate y de su experiencia nos queda como lección importante que la existencia efímera de las publicaciones periódicas será una característica natural, recurrente a las buena publicaciones en la historia de la prensa en México, no una fatalidad como pudiera pensar un principiante, como ejemplo de esto tenemos la Revista Azul (1894-1896), Revista Moderna (1898-1903), Contemporáneos (1929-1932), Yerba (1970) Piedra Rodante (197I-1972), Fanzine Ilegal, Gaceta Cannábica (2005-2011), Yerba Libre boletín de la AMECA.

Cuando uno lee la defensa ilustrada de Alzate de la marihuana, uno se pregunta ¿Por qué escriben los ilustrados de la marihuana? La historia cultural nos dice que se debe a que esta minoría social tenía el monopolio de la escritura a diferencia del analfabetismo completo en que vivía la mayoría de la población indígena en la ciudad. Esta aparente falta civilizatoria o rasgo de barbarie no es tal o no es nada cuando se entiende que los principales consumidores de pipiltzintzintlis  era la misma masa de indígenas que se relacionaban a través de la cultura oral.

El segundo texto periodístico sobre drogas es la primera opinión desde el ámbito de las letras, sobre la moda moderna del consumo de drogas como objetos deseables en el capitalismo industrial, escrito por el príncipe de las letras, el poeta Manuel Gutiérrez Nájera, uno de los primeros parisinos no francés, escribe el articulo “La vida artificial”, en la Revista Azul de julio de 1894, donde explica la invasión en la sociedad mexicana del hechizo francés por las paraísos artificiales como vía o clave para la iniciación artística. Que Nájera rechaza porque no entiende las sustancias psicoactivas cree que la poesía es el arte superior que no se necesita más, él es porfirista de hueso colorado pero un vanguardista literario. Y es necesario señalar que los consumidores de drogas en ese tiempos e consideraban víctimas de la civilización industrial, del hastió producido por la sociedad secular moderna.

Hay que decir también que la relación literatura/drogas en México ha sido poco estudiada de forma detallada o más bien distorsionada por algunos grupos literarios y muchas veces enterrada por algunos escritores conservadores y abstemios. Creo que todavía hay mucho que decir si se reconoce la existencia de tres revoluciones literarias en México: los modernistas, los poetas contemporáneos y la nueva sensibilidad de los años 1960.

Otra contribución periodística bastante trascendente es el artículo “Epidemia Baudeleriana” de José Juan Tablada, el representante de los jóvenes del porfiriato cuando tenía 50 años, donde explica lo que significo el consumo de drogas modernas, los famosos paraísos artificiales, para su generación, en los años 1890, en plena Belle époque:

“El simple hecho de que Baudelaire hubiera llamado a alcoholes, drogas y estupefacientes “los paraísos artificiales, ilumino las vulgares tabernas con esplendores de apoteosis luciferina y las transformo a nuestros ojos en templos para la misteriosa iniciación artística.”, se publicó en la primera parte de sus memorias, La feria de la vida.

Un artículo de constricción, pues Tablada, dice que él y sus amigos noctívagos se extraviaron, se excedieron al poner las drogas en el centro de su vida, así explica sus excesos: “las rosas de pastorela se transformaron en orquídeas venenosas.” La orquídea es una flor difícil de cultivar es casi artificial. Propone un uso moderado, pero a este llamado de alerta para adoptar la prevención en las drogas, nadie le hace caso, la fama e influencia cultural del poeta se ha esfumado.

También tenemos el artículo de Eugenio A. Maillefert, “La marihuana, publicado en el primer número de la revista Ethnos, editada por el antropólogo Manuel Gamio, una lectura folclórica de la marihuana y sus consumidores, en plena era de la intolerancia carrancista y en pleno auge del nacionalismo revolucionario, pero que rescata de alguna manera la condición popular del consumo.
Eb 1926, aparece en la revista The Mexican Magazine, el desconocido artículo “Marihuana, the Hashish mexicano”, del periodista austriaco Víctor Reko, que acabamos de traducir y presentar en el cumpleaños XII de la Biblioteca Cannábica, junto con el Doctor Cannabis. En 1931, se imprime en parís el articulo la danse au Mexique, de Guillermo Jiménez, y todavía se reimprime 15 años después en Nueva York, en 1947. Agregaría el “Uso ritual del cannabis” del antropólogo norteamericano Timothy Knab. Y finalmente mi artículo “Notas sobre el movimiento cannábico mexicano”, que presente en la Galería José María Velasco de Peralvillo del número especial de “Marihuana” de Generación, publicado en la Gaceta Cannábica, en 2007, es la primera aproximación sociológica y cultural a este movimiento social post.materialista, describo a los profetas, los técnicos, las asociaciones, las publicaciones impresas y electrónicas.

En la historia de la contracultura están las publicaciones Piedra Rodante, censurada por el priismo, Yerba Libre censurada por el mercado, El Machete con un artículo de Humberto Musacchio (1978), La Guillotina (1983-2010) la publicación contracultural más importante en el find el siglo XX, Generación que sigue apareciendo con un formato tamaño carta, el suplemento cultural La Tinta Suelta (1992-2013), Angelos Novus, ¡Ya bailo Berta!, Litoral, todas estas revistas apareció uno o dos números y me invitaron a escribir sobre la marihuana, Replicante también ha dedicado números monográficos al tema de las drogas. Y específicamente publicaciones cannábicas tenemos el Fanzine Ilegal, Yerba Libre, boletín de la AMECA, no confundir con la revista del mismo nombre aparecida en 1970, la Gaceta Cannábica (2005-2011) y un número especial de Linterna Mágica sobre literatura y marihuana,  ahora la revista cáñamo mexicano y el periódico La dosis, el periódico de la comunidad psicoactiva. 

La dosis es un periódico frees be, es decir, prensa gratuita, de tamaño tabloide de 16 páginas, de gran tiraje y periodicidad bimensual garantizada como características técnicas. Pero tiene muchas virtudes informativas. Es una publicación bastante atrevida y trascendente porque reconoce desde su editorial del número uno la proclividad de la sociedad mexicana hacia el consumo de sustancias psicoactivas, algo siempre negado por la ciencia, y el Estado, esto es importante porque significa hablar de las drogas en un tiempo de la pos-prohibición. Se pasa de considerarlas desde la visión de intolerancia como sustancias malditas e ilegales para preferir difundir una nueva relación entre ciudadanos/sustancias psicoactivas de forma informada y libre. Se deja a un lado el lenguaje excluyente que hace más daño que las drogas y se aleje utilizar el lenguaje de la inclusión y la información objetiva y adecuada para que la población aprenda a convivir sin riesgos con las drogas y disminuir la desinformación, los mitos de los consumidores, etc.

Bienvenida sea La Dosis, que nos habla ya de la Era de la Pos-Prohibición porque nunca antes los consumidores de drogas habíamos tenido medios de comunicación que difundieran las propuestas sociales como comunidad psicoactiva plural para aprender a convivir de forma pacífica e informada con las sustancias psicoactivas en una sociedad democracia incluyente.
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1.- Escribo periodista cannábico porque desde 1983 hasta el año 2013 me dedique a cubrir todo sobre la epidemia de VIH/SIDA, obteniendo el Premio Nacional de Prevención en 1992.

2.- La Historia del periodismo cultural del maestro Humberto Musacchio, pionero cannábico que admiramos, es bastante interesante pero se le paso considerar la prensa undergraund y, dentro ésta la prensa cannábica que si existe, ver Yerba Libre, Fanzine Ilegal, Gaceta Cannábica.

Pueden conseguir este texto en el número tres de La Dosis, para que aprendan cual es la dosis personal adecuada!

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