miércoles, 30 de septiembre de 2015

Entrevista sobre el marihuano en la literatura mexicana del siglo XX

Publicado por la editorial indepedniente Eterno Femenino Ediciones, 

Jaimeduardo García Cruz





¿Cómo surge la idea de hacer este libro muy sui generis?

JPGV: En ensayo El marihuano en la narrativa mexicana del siglo XX fue producto de un impasse en mi investigación sobre la presencia de la marihuana en la literatura mexicana, conocer su tratamiento en la República de las letras en México en el siglo XIX y profundizar en el interés de la elite letrada en el consumo de drogas que se da en este tiempo, la afición al ajenjo era light pero no la marihuana. Y cuando encontré que el príncipe de las letras, Manuel Gutiérrez Nájera, el principal poeta modernista, había escrito en 1894 un artículo sobre la creciente moda del consumo de drogas como objetos deseables de la modernidad con el título La vida artificial, donde desestima el consumo para la creación literaria. Este artículo todavía no lo encuentro, he ido a muchas bibliotecas y siempre me dan otros títulos…se resiste a aparecer. Y entonces en vez de investigar las relación de drogas y literatura en la formación del Estado nacional, a través del proceso de construcción de la figura pública del escritor y de la función social de la literatura, para configurar la presencia de la marihuana y sus consumidores pase a centrarme en determinadas obras y con ya personajes bien identificados. Aunque hay una crítica literaria centrada en los autores y obras, me intereso más los personajes y los públicos lectores.

¿Realmente el marihuano es un personaje en la literatura del siglo XX?

Sí, porque su presencia en la literatura decimonónica se cuenta con los dedos de una mano, el consumo era una costumbre aceptada socialmente, el marihuano como personaje social popular no llamaba la atención de los escritores, no era de importancia… Pero hay una razón más profunda poco aceptada que en el siglo XIX, la clase media urbana y educada desprecia todo lo que proviene de raíz indígena, considerándolo salvaje, bárbaro o sin educación. Es el lado desventajoso en que aparece el marihuano, la palabra se utiliza para discriminar o para colonizar a los indígenas y hay que entender que en ese tiempo el mayor vicio era el ser joven y ¡tomar alcohol! El consumo de otras drogas estaba completamente reglamentado oficialmente, publicitado cotidianamente en la prensa y practicado por todos los sectores sociales. Además, la literatura del siglo XIX estaba sometida a intereses nacionalistas, a las exigencia ideológicas y los novelistas liberales y conservadores, eran moralistas anti-marihuanos…
Pero para el siglo XX, la presencia del marihuano en la literatura será inevitable por la generalización de su consumo entre los soldados participantes en la Revolución mexicana. Solo con ella pudieron enfrentarse a situaciones bastante desconocidas y desastrosas  como el horror a la muerte, la enfermedad, el hambre. Los soldados no eran soldados profesionales sino reclutados involuntariamente por el sistema de leva…el consumo de marihuana era un consuelo en ese ambiente desastroso e incierto…
El popular soldado marihuano aparece en la moda literaria de la novela de la Revolución mexicana, en las novelas de Mariano Azuela están el soldado anónimo de Los de abajo, el campesino Dionisio Pólvora de La luciérnaga, la joven  de dieciséis años vecina de Tepito, apodada la La malohora, alcohólica y marihuana…o en Tropa vieja del general L. Urquizo, la mejor novela de la Revolución mexicana…el personaje marihuano soldado permanecerá como figura folklórica marginal o invisible en la literatura por cinco décadas...hasta que es remplazado por los rebeldes sin causa en los años 1950…

¿Hay un periodo en la literatura mexicana que destaque este personaje, por ejemplo, los años sesenta (que también abordas los años setenta y ochenta) con la Literatura de la Onda?

Esto presenta un cambio radical en la percepción literaria y social del marihuano pues de soldado analfabeta, anónimo, de clase baja se pasa al joven de clase media, rebelde y trasgresor de la ley…pero este cambio se debe a la aparición de editoriales independientes, antes desde el poder se decía qué leer y a quién leer. Estas editoriales nuevas rompen con el nacionalismo revolucionario, no están casadas con el canon oficial de literatura, proponen nuevas temáticas, autores jóvenes y para lectores jóvenes. Con la literatura de la Onda, una moda inventada por el establishment literario académico, los nuevos jóvenes escritores en sus novelas logran “hacer de la hierba un personaje importante”, al lado de la música de rock, la sexualidad libre y diversas modas efímeras como el pelo largo…

¿La República de las Letras lo ha marginado al personaje, lo niega, lo ignora?

Al personaje marihuano lo margino la República de las Letras inevitablemente por intereses ideológicos, por racismo también, como ya mencione el consumo era tan popular que no hacía falta reflejarlo en la literatura, pero está Don Catrín de la Fachenda, personaje de José Joaquín Fernández Lizardi que viste camisa de estopilla, cáñamo grueso o ropa de pobre…era una cuestión de pobres y a la trepadora clase media urbana le tenía sin cuidado. Y todavía la República de las Letras del nacionalismo revolucionario lo margina durante medio siglo hasta que con la llegada del baby boom de la pos-guerra es inevitable la presencia omnipresente en el naciente mundo juvenil y su nueva sensibilidad literaria, la marihuana será la droga generacional en 1966, según Monsiváis…

¿Hay prejuicios de los escritores mexicanos hacia la temática, son consumidores de  closet, o no es políticamente correcto escribir sobre ello?

Ya desde los años 60, el marihuano tiene plena ciudadanía en la cultura mexicana, que no les interese a escritores insulares es lo de menos, lo siguen tratando discriminadamente como un sujeto de quinta categoría, pasivo, sometido, se quedan en la superficie… pero el personaje marihuano debe analizarse desde la Cultura Cannábica, no sólo desde el ámbito literario exclusivamente, es decir, integrar lo que nos aporta la cultura cannábica para una mejor comprensión del personaje marihuano tanto en decirnos qué tipo de consumidor (ocasional, habitual, crónico, problemático) así como los rasgos de consumo…Ahora creo que tendrá un auge con un nuevo tipo de consumidor, el enfermo…veremos novelas con pacientes marihuanos hablando del tratamiento cannábico…y del mercado negro de la medicina cannábica también.

¿En la actualidad, la literatura mexicana que habla sobre narcotráfico cómo aborda al personaje del marihuano; el periodismo narrativo lo considera como un personaje literario o ni siquiera lo toma en cuenta?

La narco-literatura tuvo su boom en los años 1980, el narcotraficante era un personaje accesible y sin problemas al que le podías achacar todo pero porque estaba muy lejano de la realidad de los escritores, los escritores desconocen que existe una Cultura de las Drogas y una ciencia llamada Historia de las drogas, donde el marihuano es un personaje activo no de ornato como ellos quisieran. Ahora es ya una moda antigua, pero inclusive Carlos Fuentes hablo de decapitados por el crimen organizado en sus últimas novelas, se quedaba en la superficie nada más…

¿Cuáles son tus hallazgos con este ensayo?

El principal hallazgo es descubrir que la prohibición de drogas nunca ha funcionado en México, que a pesar de imponerse la erradicación de la planta y la disminución de los marihuanos, estos aumentan cada sexenio, tomando nuevas representaciones sociales de soldado pasa a rebelde sin causa, a rockero, escritor de la onda, hippie, hasta ser gay-marihuano como Adonis García, El vampiro de la colonia Roma… Otro hallazgo es ver cuál es la función social de la literatura…porque el marihuano tiene plena existencia porque los jóvenes de los años 60 aprenden de las drogas en las novelas que escriben otros jóvenes como José Agustín, Parménides García Saldaña, Julián Meza, Luis Carrión, así como sus padres aprendieron el amor en los boleros de los años 30 y sus abuelos aprendieron el erotismo en la poesía romántica del siglo XIX.

¿Es un estudio representativo?

En cierta medida sí, porque es una temática hasta ahora desconocida conocíamos solo el interés literario sobre la mujer, el maestro, la participación del niño, el personaje gay…pero todavía se marginaba al marihuano, sólo se le consideraba como un enfermo, un delincuente o desmadroso pero nada más…ahora tiene más características que le hacen más atractivo…analice 25 novelas de distintas corrientes y escuelas literarias y forme el Club del Marihuano Literario con 30 personajes, hombres y mujeres, y les aplico la tipología clásica del consumidor y también describo los rasgos básicos del consumo: expectativas, formas de adquisición, resultados, pero todo esto no lo dicen explícitamente los novelistas…

¿Los personajes tienen relación biográfica con sus autores o cómo abordan los escritores al personaje, cuál es el contexto cultural y social en el que escriben?

En algunos casos no, por ejemplo el doctor Mariano Azuela trata al marihuano siempre como enfermo, víctimas de sus circunstancias sociales desventajosas, muy propio de su profesión y de su positivismo, pero con José Juan Tablada se identifica más con el consumidor ilustrado de la clase media y no se diga con los onderos…reflejaban lo que vivían. Así cada autor tiene su propio contexto de percibir la marihuana y su consumidor unos adoptan el patrón folclórico del marihuano pobre y ya, mientras que otros, los jóvenes le dan una participación activa mucho mayor…pero en el fondo me interesa saber quién es el que decide qué leer y a quiénes leer…en la primera mitad de siglo XX lo decidía el PRI, luego ya las editoriales independientes que tomaron más libertades. Ahora la gente no se da cuenta que son las editoriales transnacionales que imponen autores desconocidos con temáticas triviales y comerciales cuyas novelas tienen de vida tres meses en el aparador, la gente cree que son los mejores libros del mundo pero no, son bomberazos comerciales…

¿Puede considerarse como un género o subgénero “la narrativa mexicana pacheca”?

Creo que es un subgénero, así como existió la poesía seropositiva relacionada al VIH/SIDA en los años 80 o la literatura zapatista por el EZLN en los 90, son corrientes literarias emergentes que surgen por la necesidad social y no por criterios del establishment académico, gubernamental o comercial…la gente aprende su mundo a través de la literatura.

En tu libro comentas que “se puede decir que en la literatura mexicana del siglo XX la intolerancia o la prohibición estatal a la marihuana está desterrada, lo que significa en la realidad una apertura a la aceptación social o tolerancia de los marihuanos promovida desde la literatura”, ¿podrías ampliar esta idea?

Esto es porque la literatura como forma de reproducción cultural ha sido utilizada desde el poder para reproducir los valores y cultura de la clase dominante, tenemos la literatura nacionalista, la novela de la Revolución mexicana pero también hay una resistencia a esta influencia perversa solo hasta que aparecen las editoriales independientes, alejadas del nacionalismo revolucionario y su desgastada demagogia política…y sobe todo algo que la gente desconoce, que cuando se habla de prohibición de drogas también debemos tener conciencia de que estamos hablando de una tolerancia social hacia el consumo en determinados sectores sociales bien delimitados… hay prohibición oficial poco eficaz pero hay una aceptación social amplia de los consumidores, esto lo rechaza la gente común y corriente…

En las conclusiones afirmas que “hay una ausencia completa de las pachecas en la literatura, sólo aparecen como soldaderas en tiempos de la Revolución mexicana, como hipiteca y aspirantes a hippy”, ¿a qué se debe esto?


Pues a una cuádruple discriminación de las mujeres que consumen marihuana…siempre se les ha invisibilizado, silenciado, marginado y discriminado…desde el nombre de marihuana proviene de nombres femeninos, María por la Virgen María y Juana por ser el nombre más común de las curanderas indígenas. Las mujeres se dedican a una labor invisible el cultivo medicinal de la marihuana…todos conocemos al marihuano de la calle, no a una marihuana, como Esperanza la amante de Kerouac o la mamá del Carajo en El apando…ya hasta los años 90 aparecen mujeres pero bastante destrampadas una prostituta, que se mete de todo y no tiene límites pero ese personaje no me intereso, pero si me intereso la señora Mar , de la tercera edad de Ella decidió ser hippie a los 50, quiere tener la experiencia de fumarse un toque, o la abogada que se interesa en el debate de la legalización desapasionadamente…pero aparecerán más mujeres cannábicas, cannabicultoras, empresarias, enfermas terminales o cualquier otra figura pero ya no con la carga discriminante y de intolerancia que le imponía el autoritarismo de la Dictadura perfecta…

lunes, 28 de septiembre de 2015

LA PRIMERA MARCHA POR LA MARIHUANA: UNA REVOLUCIÓN PSICOACTIVA-JUARISTA



Juan Pablo García Vallejo *


Asistir en la alborada del siglo XXI, el primer sábado de mayo, a la primera marcha por el Día Mundial de la Liberación de Marihuana en la ciudad de México parecería hoy un lugar común o una cosa de ciencia ficción. Para  los que participamos en esta inédita demostración pública colectiva, pacífica y festiva lo consideramos un día histórico para el futuro de la marihuana y de sus nuevos consumidores conscientes.

 Para mí, en particular, era constatar en la realidad social lo que había ya expuesto en el Primer Manifiesto Pacheco, redactado en 1985: la necesidad imperiosa e inaplazable de que los consumidores de cannabis dieran a conocer su disenso, su opinión, su conciencia psicoactiva frente a la política prohibicionista mantenida por el Estado mexicano basada  en un rosario de dogmas ideológicos, no en argumentos científicos. Con esta marcha se rompió el monólogo prohibicionista hegemónico, salía al espacio público otra percepción, otra actitud ante las drogas y una nueva representación social de los usuarios.

GANAR LA CALLE, CUMPLIR LA UTOPIA
Este día fue el primer gran paso dado por la comunidad cannábica embrionaria, este gran paso es el principio del fin de la prohibición al ganar la calle, buscar el reconocimiento social en una sociedad democrática y plural y promover las ventajas que nos proporcionara la liberación de la marihuana a toda la sociedad, no solo a los pachecos.

La lucha por la legalización de la marihuana es una lucha de largo plazo supera las políticas colonialistas prohibicionistas sexenales; es un hábito cultural y, a la vez, una esperanza, una creencia colectiva dirigida a la construcción de una sociedad humana mejor, que adopte una convivencia informada, responsable y pacifica con las drogas. No es un movimiento social reivindicativo maximalista, de todo o nada.

La liberación de la marihuana es una utopía para consumidores y sus amigos no-consumidores; sí, pero no es una utopía romántica sino real que nacía de la distopia de la persecución policiaca cotidiana, de la terrible y temible voz autoritaria de ¡Contra la pared marihuanos! Es una utopía cumplida con la re-educación de los consumidores, educando y liberando a la marihuana, ante el gran problema que representa la desinformación perpetua, sistemática, que mantiene el Estado y el sector salud al negar información, objetiva y oportuna, a toda la población sobre los riesgos del consumo de drogas. No está demás decir que el Estado mexicano no cumple los acuerdos internacionales en este aspecto y que a nivel doméstico desvía los presupuestos para prevención a otros fines de interés político.  Es una utopía práctica difundir la cultura del cannabis por ser un desafío a una sociedad conservadora y un Estado paternalista y autoritario, que promueve la exclusión social. Una utopía alcanzable ante el agandalle hipócrita de la doble moral de los medios de comunicación oficialistas y los periódicos de la izquierda sectaria que son anti-marihuana y anti-pachecos. “La legalización de la marihuana, si: pero en Canadá”, dicen sus titulares.

Ese día poco a poco fueron llegando los marihuanos al lugar de reunión, individual o en grupos, vistiendo camisetas, gorras con el símbolo universal de las siete hojas del cannabis. Para todos fue bastante emocionante ver a decenas de jóvenes fumando sin miedo, sin vergüenza, sin la paranoia de persecución policiaca. Mientras algunos raperos aprovechaban para amenizar el ambiente con canciones en honor a la María y rendir homenaje a marihuanos internacionales como Bob Marley y demás iconos populares de la cultura del rock.

Aunque la convicción inicial por parte de los organizadores fue hacer un evento público llamando a la despenalización pero no a promover el consumo en el evento para evitar conflictos inmediatos con la policía, sin embargo, en la práctica no se cumplió porque los asistentes salían a fumar marihuana públicamente, para demostrar que no son ni delincuentes ni enfermos.

Asistieron también nuevos y diversos marihuanos provenientes de distintas partes de la ciudad de México pero ya organizados incipientemente y con demandas específicas de la agenda cannábica: pedir información objetiva al Estado mexicano; comenzar a reflexionar el uso industrial múltiple del cáñamo; considerar los beneficios medicinales milenarios negados arbitrariamente por la medicina oficial cuyos criterios clínicos están sometidos a las decisiones políticas de la prohibición no de la medicina.

Todas estas demandas siguen siendo aún terrenos no conquistados de la utopía, pero en mi opinión dejo de ser una utopía el derecho de los consumidores mexicanos confrontar al Estado mexicano sobre quién decide y qué decide en cuestión de sustancias psicoactivas. Es el empoderamiento cannábico, un ataque a los cimientos de la prohibición y sus prácticas discriminatorias. Reconocemos que quién decide lo hace, el Estado, de forma unilateral, limitada y con resultados poco efectivos; y lo qué decide sobre las sustancias psicoactivas responde a intereses extranjeros que son ajenos a la tradición cultural de la sociedad mexicana.

El Estado mexicano propone políticas paternalistas autoritarias creyendo que él es único que sabe de drogas, dice que la prohibición de drogas es por nuestro bien; los nuevos consumidores del siglo XXI, una minoría, saben en el fondo que el Estado mexicano es un mal padre porque enseña mal sobre las drogas, sólo desinforma. Ahora los consumidores re-educados en drogas, no ven a éstas como un monstruo, misterioso y peligroso como las presenta el discurso prohibicionista, sino como un derecho cultural.

Desde esta primera marcha surge en la sociedad mexicana, la diversidad psicoactiva o comunidad diversa de consumidores, interesada en discutir los criterios que se aplican para las políticas públicas de drogas. Esta reunión colectiva, única en todo el territorio nacional, significo ya una victoria cultural simbólica en una sociedad conservadora, y una victoria cannábica, al fin de cuentas, sobre la prohibición criminalizadora que persigue y estigmatiza negativamente a los consumidores y a la marihuana.

LA ABUNDANTE FLORA y FAUNA CANNÁBICA
La fauna y flora marihuanera asistente a la marcha, por suerte, era diversa e inter-generacional, había marihuanos contraculturales, artesanos, mochileros trotamundos, partidarios del reggae y de la creencia rastafari, aficionados al hip hop, marihuanos del movimiento estudiantil, algunos marihuanos de la diversidad sexual, algunas pachecas, los marihuanos galenos con su bata blanca apoyando el uso terapéutico y marihuanos vírgenes o nice que salían por primera vez del closet a una demostración pública colectiva a favor de la despenalización de la marihuana, marihuanos inquietos que habían dado la vuelta al mundo y ver que en otras sociedades la situación no estaba tan desastrosa como en México. Jóvenes soñadores, idealistas unidos por la creencia colectiva de luchar por la liberación de la marihuana de sus grilletes represivos.

 No éramos muchos, menos de mil, pero si suficientes para reconocernos entre nosotros, se sentía un sentimiento de orgullo, de satisfacción colectiva, de estar iniciar una lucha por una causa justa, además de muy valiosa, sin ideologías políticas de por medio.

Esos pocos coreamos al iniciarse la marcha la consigna ¡La mota legal eleva la moral! No sólo la moral pública al resolver un problema social considerado inmoral, difícil,  espinoso al que siempre se le da largas hasta el infinito; sino pasar de un escenario de represión y exclusión social a un escenario de derechos y responsabilidades ciudadanas psicoactivas. Propuse también mi consigna ¡Se va acabar, se va acabar la Prohibición criminal!

De este histórico evento no esperaba muchas cosas, no soy partidario del arte de la exageración, me basto ver esa tarde calurosa como una generación de jóvenes desafiaban tanto al Estado mexicano foxista, que había llegado al poder con el voto democrático, como a la sociedad mexicana católica y conservadora, la que vive de espaldas a la cambiante realidad del mundo, la que siempre se niega a resolver problemas sociales históricos por encerrase en dogmas estúpidos e in-comprobables.
Una manifestación pública a favor de la marihuana nunca la hubieran permitido los priistas depredadores, doble moralistas y autoritarios que preferirían mandar un batallón de granaderos. Pero en el contexto político-social de tener dos gobiernos democráticos, el federal y el local, de la transición democrática era un escenario natural para el nacimiento de otro tipo de lucha social. Al contexto nacional nuevo se suma la convocatoria global en muchas ciudades del mundo que celebran esta misma jornada de lucha cannábica.

La marcha por la liberación de la marihuana es la expresión de un movimiento social post-materialista, que busca reivindicar el derecho al saber, al placer y al empoderamiento psicoactivo o de otra forma, del ejercicio práctico del derecho a la diversidad de la conciencia con sustancias psicotrópicas. Este derecho a las sensaciones con sustancias nunca antes se había expresado públicamente en la sociedad mexicana.

La prensa metropolitana desdeño la marcha
También se dieron cita una manada de fotógrafos sagaces para obtener algunas imágenes insólitas y atractivas, de los jóvenes forjando un toque, de la vestimenta festiva de las pachecas dándose se las tres, de la parafernalia cannábica que vestían algunos, etc. Pero brillaron por su ausencia los periodistas de los periódicos metropolitanos, quizás también son doble moralistas y conservadores como los dueños de los medios en que trabajan.

Al otro día de la marcha, domingo 3, solo parecieron como tres notas en la prensa metropolitana, pero la brecha por la liberación de la marihuana estaba ya abierta y sembrada la semilla de una nueva percepción de las drogas y sus consumidores. En la televisión esta protesta pública solo ocasiono chistes malos y la restitución de dogmas reaccionarios de desinformación y estigmatización negativa por los locutores desinformados. La espiral del silencio y la desinformación aislaron la marcha como es su perversa costumbre.

Hubo ausencias significativas que algunos esperaban apoyarían el incipiente movimiento con su asistencia no desde la comodidad de sus estudios literarios, como la del ondero José Agustín o de otras personalidades de la cultura todavía temerosas de salir del closet o que son miembros de la radical chic que consideran vivir una legalización personal y piensan muy pequeñoburguesamente que lo de la prohibición es cosa que afecta sólo a los pobres marihuanos pendejos. Son marihuanos conformistas, espectadores temerosos.

La marcha se realizó en la Colonia Roma, la calle de Ámsterdam, que en opinión de los organizadores era el lugar propicio para esta acción conjunta por la asociación simbólica y necesaria con esa ciudad europea que desde los años 1970 es la capital mundial de la despenalización de la marihuana y ha implantado una política permisiva. Los vecinos vieron con extrañeza a los marihuanos  de otras partes de la ciudad marchar por todo el circulo que forma esta típica calle romana, haciendo varias paradas informativas sobre la cuestión jurídica de la prohibición, quizás les molestaba el olor a tortilla quemada, el petatazo, de las pequeñas nubes de humo blanco que desprendía el pequeño contingente en todo su recorrido.

Pero muy pronto percibieron que los marihuanos eran pacíficos, traían música y varios de ellos consumían panes con marihuana. Les sorprendió más que esos marihuanos no rompían cristales de comercios, ni ultrajaban a las mujeres ni violentaban a los ciudadanos decentes como los habían educado los medios de comunicación por décadas de prohibición.
UNA REVOLUCIÓN PSICOACTIVA Y JUARISTA
Y los marihuanos aprendían ese día memorable que se puede luchar por la despenalización de las drogas desde el terreno de la ciudadanía organizada, no mediatizada o neutralizada por los partidos políticos, en una ciudad democrática como la Ciudad de México.

Pienso que la primera marcha por el Día Mundial de la Liberación de la Marihuana comenzó una revolución psicoactiva y juarista en México. Si el mítico Juárez dejo de pastorear borregos para elegir educación para salir de la “estúpida miseria” a la que estaba condenado como indígena, los consumidores del siglo XXI se ciudadanizan para acabar con la “estúpida prohibición de drogas” que los condena a la exclusión social. Juárez dejo de ser indígena para convertirse en ciudadano y con la Reforma buscar el progreso social en una sociedad secular moderna; los marihuanos marginales, trasgresores de la ley, contestatarios del sistema se convierten en ciudadanos psicoactivos para iniciar la Reforma en política  de drogas incluyente, que tome en cuenta su opinión. Si Juárez logro con el tiempo y tenacidad sus aspiraciones como ciudadano moderno, también los cannábicos del siglo XXI lo conseguirán, la lucha es larga y es mucha, como dice el tango, pero lograran reformar las leyes prohibicionistas. Hay que evitar las tendencias tiránicas de Juárez, porque esas prácticas políticas son ajenas al espíritu de tolerancia, pluralidad y diversidad que promueve la cultura cannábica.

Este día memorable, repito, cambio el escenario de la cultura de las drogas en la ciudad de México, aparecieron los ciudadanos psicoactivos del siglo XXI. La demostración colectiva, pública y pacifica duro unas horas, finalizo con  mensajes informativos de los organizadores. Me fui con mis camaradas de La Guillotina a festejar la primera Marcha por la Liberación de la Marihuana bastante satisfecho de ser testigo de la revolución pacífica, festiva y lúdica de largo plazo con lo que dio inicio la modificación de las leyes prohibicionistas discriminatorias de drogas en México.


* Redactor del Primer Manifiesto Pacheco en 1985; director de la Gaceta Cannábica, publicación cultural de la planta amiga desde 2005, autor de La disipada historia de la marihuana en México 1492-2010, de Disidencia psicoactiva. Movimiento Cannábico Mexicano 2000-2010 editados por Eterno Femenino Ediciones, promotor infatigable de la liberación de la Planta amiga.

LA INCIPIENTE HISTORIA DEL PERIODISMO CANNABICO

LA INCIPIENTE HISTORIA DEL PERIODISMO CANNABICO

Juan Pablo García Vallejo

Uno de los pronósticos futuristas para este Tercer milenio, que como periodista cannábico (1) tengo presente, era que en la segunda década desparecerían los periódicos y serían sustituidos por ediciones electrónicas con agenda informativa al gusto, pero afortunadamente las predicciones no resultaron ciertas y siguen apareciendo periódicos impresos como La Dosis, periódico de la comunidad psicoactiva, una nueva publicación cannábica que nos obliga reflexionar profundamente sobre la ausencia de una historia del periodismo cannábico en nuestro país (2) Poca gente admite que sobre la marihuana todo es nuevo, pero faltan muchas cosas por saber y pro re-escribir, aunque aparentemente la gente asume un conocimiento superficial del cannabis porque viven excesivamente neo-colonizados.

Antes de que desaparezcan los medios impresos tenemos que entender a los periódicos más que como adalides de la democracia como un negocio informativo, en México 99% de las publicaciones depende del presupuesto público, y es también un espacio de opinión publica y culturalmente sirven de carta de presentación de las comunidades en que circulan para los nuevos visitantes. Así podemos conocer cómo es  cada comunidad o población tan solo observando las primeras planas de sus periódicos.

Si presenta encabezados sensacionalistas, de escándalos dele espectáculo, de la miseria humana de los políticos corruptos tenemos una opinión publica infantilizada y que son otros los que deciden qué hacer, que pensar, cómo vivir; si pro el contrario presentan noticias de progreso económico, de logros humanos de los vecinos, será una comunidad progresista, orgullosa de su potencial económico, turístico, cultural y humano.

 Esto me sirve para replantear que la interpretaciones sensacionalista de las drogas, por muchos desconocido, es una invención de la prensa en el siglo XIX, muy rentable, que muy pronto abandono sus afanes informativos, servir a la comunidad, para convertirse en una nueva forma de control social incuestionable que sustituye el poder político perdido por la religión católica para controlar a la sociedad en el capitalismo industrial.

La incipiente historia del periodismo cannábico en México inicia con la crónica del uso de la marihuana en la ciudad de México, aparece en 1772 en las postrimerías de la sociedad colonial, en plena decadencia económica y política, titulado “Memorias del uso que hacen los indios de los pipiltzintzintlis”, del sabio novohispano y jesuita José Antonio Álzate y Ramírez en su publicación científica Asuntos varios sobre ciencia y artes.

Desde la posición ilustrada, de pensar y ordenar la vida cotidiana en base a la razón y no los dogmas, Álzate explica el consumo medicinal de la marihuana frente a  la persecución hecha por los dogmas católicos, en el edicto prohibicionista de la idolatría de 1769, cuando esta práctica cultural era parte del folclor indígena, es decir, de su sabiduría popular desde dos siglos atrás.

Este es uno de los muchos periódicos que edito Álzate y de su experiencia nos queda como lección importante que la existencia efímera de las publicaciones periódicas será una característica natural, recurrente a las buena publicaciones en la historia de la prensa en México, no una fatalidad como pudiera pensar un principiante, como ejemplo de esto tenemos la Revista Azul (1894-1896), Revista Moderna (1898-1903), Contemporáneos (1929-1932), Yerba (1970) Piedra Rodante (197I-1972), Fanzine Ilegal, Gaceta Cannábica (2005-2011), Yerba Libre boletín de la AMECA.

Cuando uno lee la defensa ilustrada de Alzate de la marihuana, uno se pregunta ¿Por qué escriben los ilustrados de la marihuana? La historia cultural nos dice que se debe a que esta minoría social tenía el monopolio de la escritura a diferencia del analfabetismo completo en que vivía la mayoría de la población indígena en la ciudad. Esta aparente falta civilizatoria o rasgo de barbarie no es tal o no es nada cuando se entiende que los principales consumidores de pipiltzintzintlis  era la misma masa de indígenas que se relacionaban a través de la cultura oral.

El segundo texto periodístico sobre drogas es la primera opinión desde el ámbito de las letras, sobre la moda moderna del consumo de drogas como objetos deseables en el capitalismo industrial, escrito por el príncipe de las letras, el poeta Manuel Gutiérrez Nájera, uno de los primeros parisinos no francés, escribe el articulo “La vida artificial”, en la Revista Azul de julio de 1894, donde explica la invasión en la sociedad mexicana del hechizo francés por las paraísos artificiales como vía o clave para la iniciación artística. Que Nájera rechaza porque no entiende las sustancias psicoactivas cree que la poesía es el arte superior que no se necesita más, él es porfirista de hueso colorado pero un vanguardista literario. Y es necesario señalar que los consumidores de drogas en ese tiempos e consideraban víctimas de la civilización industrial, del hastió producido por la sociedad secular moderna.

Hay que decir también que la relación literatura/drogas en México ha sido poco estudiada de forma detallada o más bien distorsionada por algunos grupos literarios y muchas veces enterrada por algunos escritores conservadores y abstemios. Creo que todavía hay mucho que decir si se reconoce la existencia de tres revoluciones literarias en México: los modernistas, los poetas contemporáneos y la nueva sensibilidad de los años 1960.

Otra contribución periodística bastante trascendente es el artículo “Epidemia Baudeleriana” de José Juan Tablada, el representante de los jóvenes del porfiriato cuando tenía 50 años, donde explica lo que significo el consumo de drogas modernas, los famosos paraísos artificiales, para su generación, en los años 1890, en plena Belle époque:

“El simple hecho de que Baudelaire hubiera llamado a alcoholes, drogas y estupefacientes “los paraísos artificiales, ilumino las vulgares tabernas con esplendores de apoteosis luciferina y las transformo a nuestros ojos en templos para la misteriosa iniciación artística.”, se publicó en la primera parte de sus memorias, La feria de la vida.

Un artículo de constricción, pues Tablada, dice que él y sus amigos noctívagos se extraviaron, se excedieron al poner las drogas en el centro de su vida, así explica sus excesos: “las rosas de pastorela se transformaron en orquídeas venenosas.” La orquídea es una flor difícil de cultivar es casi artificial. Propone un uso moderado, pero a este llamado de alerta para adoptar la prevención en las drogas, nadie le hace caso, la fama e influencia cultural del poeta se ha esfumado.

También tenemos el artículo de Eugenio A. Maillefert, “La marihuana, publicado en el primer número de la revista Ethnos, editada por el antropólogo Manuel Gamio, una lectura folclórica de la marihuana y sus consumidores, en plena era de la intolerancia carrancista y en pleno auge del nacionalismo revolucionario, pero que rescata de alguna manera la condición popular del consumo.
Eb 1926, aparece en la revista The Mexican Magazine, el desconocido artículo “Marihuana, the Hashish mexicano”, del periodista austriaco Víctor Reko, que acabamos de traducir y presentar en el cumpleaños XII de la Biblioteca Cannábica, junto con el Doctor Cannabis. En 1931, se imprime en parís el articulo la danse au Mexique, de Guillermo Jiménez, y todavía se reimprime 15 años después en Nueva York, en 1947. Agregaría el “Uso ritual del cannabis” del antropólogo norteamericano Timothy Knab. Y finalmente mi artículo “Notas sobre el movimiento cannábico mexicano”, que presente en la Galería José María Velasco de Peralvillo del número especial de “Marihuana” de Generación, publicado en la Gaceta Cannábica, en 2007, es la primera aproximación sociológica y cultural a este movimiento social post.materialista, describo a los profetas, los técnicos, las asociaciones, las publicaciones impresas y electrónicas.

En la historia de la contracultura están las publicaciones Piedra Rodante, censurada por el priismo, Yerba Libre censurada por el mercado, El Machete con un artículo de Humberto Musacchio (1978), La Guillotina (1983-2010) la publicación contracultural más importante en el find el siglo XX, Generación que sigue apareciendo con un formato tamaño carta, el suplemento cultural La Tinta Suelta (1992-2013), Angelos Novus, ¡Ya bailo Berta!, Litoral, todas estas revistas apareció uno o dos números y me invitaron a escribir sobre la marihuana, Replicante también ha dedicado números monográficos al tema de las drogas. Y específicamente publicaciones cannábicas tenemos el Fanzine Ilegal, Yerba Libre, boletín de la AMECA, no confundir con la revista del mismo nombre aparecida en 1970, la Gaceta Cannábica (2005-2011) y un número especial de Linterna Mágica sobre literatura y marihuana,  ahora la revista cáñamo mexicano y el periódico La dosis, el periódico de la comunidad psicoactiva. 

La dosis es un periódico frees be, es decir, prensa gratuita, de tamaño tabloide de 16 páginas, de gran tiraje y periodicidad bimensual garantizada como características técnicas. Pero tiene muchas virtudes informativas. Es una publicación bastante atrevida y trascendente porque reconoce desde su editorial del número uno la proclividad de la sociedad mexicana hacia el consumo de sustancias psicoactivas, algo siempre negado por la ciencia, y el Estado, esto es importante porque significa hablar de las drogas en un tiempo de la pos-prohibición. Se pasa de considerarlas desde la visión de intolerancia como sustancias malditas e ilegales para preferir difundir una nueva relación entre ciudadanos/sustancias psicoactivas de forma informada y libre. Se deja a un lado el lenguaje excluyente que hace más daño que las drogas y se aleje utilizar el lenguaje de la inclusión y la información objetiva y adecuada para que la población aprenda a convivir sin riesgos con las drogas y disminuir la desinformación, los mitos de los consumidores, etc.

Bienvenida sea La Dosis, que nos habla ya de la Era de la Pos-Prohibición porque nunca antes los consumidores de drogas habíamos tenido medios de comunicación que difundieran las propuestas sociales como comunidad psicoactiva plural para aprender a convivir de forma pacífica e informada con las sustancias psicoactivas en una sociedad democracia incluyente.
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1.- Escribo periodista cannábico porque desde 1983 hasta el año 2013 me dedique a cubrir todo sobre la epidemia de VIH/SIDA, obteniendo el Premio Nacional de Prevención en 1992.

2.- La Historia del periodismo cultural del maestro Humberto Musacchio, pionero cannábico que admiramos, es bastante interesante pero se le paso considerar la prensa undergraund y, dentro ésta la prensa cannábica que si existe, ver Yerba Libre, Fanzine Ilegal, Gaceta Cannábica.

Pueden conseguir este texto en el número tres de La Dosis, para que aprendan cual es la dosis personal adecuada!

Más allá de la legalización 1



La Des-estigmatización de la sustancia y de l consumidor


Estima negativo                  Des-estigmatización

Enfermedad                        Derecho cultural

Delincuente                         Ciudadano psicoactivo

Proscripción                        Prescripción voluntaria y libre

Closet                                   Plaza Cannábica

Prisión                                 No ejercicio de Acción Penal

Debate internacional       Cada país según su cultura

Improductivos                   literatura, cine, música, arte hecho por marihuanos

Desinformación                 Derecho a la información

Pasividad                            Empoderamiento

 

 

¿Porque una Economía de las Sensaciones…?



¿Porque una Economía de las Sensaciones…?
*Una Nueva Ciencia del siglo XXI
**En el siglo XIX fue la venta de sustancias para experimentar nuevas sensaciones.
***Ya no estudiemos la prohibición, hay que superarla.
Juan Pablo García Vallejo
Texcoco, a 28 de septiembre de 2015.-Porque el modelo de conocimiento y de interpretación actual sobre el consumo de sustancias psicoactivas y sus usuarios  establecido por la medicina, tomado por la ONU y repetido como zombis por el PRI es racistas, clasista, limitado, moralista y lleno de telarañas para utilizarlo en el siglo XXI en que estamos viviendo.
Porque adicciones, toxicomanías, dependencias son conceptos fijistas que ya pasaron de moda, ahora hablaremos de sensaciones y estados de ánimo, nada de enfermedades, vicios de pobres e ignorantes o crímenes…sensaciones y estados de ánimo…
Ya en el capitalismo industrial, en la edad de oro de las drogas, vendía las sustancias psicoactivas como objetos de consumo deseables para quienes querían conocer nuevas sensaciones además de la alienación, la depresión, la neurastenia y cientos de males del capitalismo…había drogas para todos los gustos y bolsillos, sin necesidad de receta…
Los escritores de todos los países participaron en esta experiencia de nuevas sensaciones…aquí los gay Villaurrutia y Novo…
Aunque los Historiadores de las Drogas ya establecieron esta Economía de las Sensaciones, sobre bases científicas, hay muchos otros antecedentes que los apoyan rotundamente como la Escuela de Frankfurt, que conocían al derecho y al revés las formas de dominación tardo capitalista y otros trucos para zombificar a toda la sociedad…decía:
El insustituible papel que la explotación de los modos de la sensación y la experiencia pueda desempeñar en la realización de programas individuales de vida y en la consecución privada de la felicidad no legitima su colonización del espacio de intersubjetividad…”
Es decir…que están a favor  del consumo de sustancias psicoactivas y que la política prohibicionista es una colonización cultural contra el individuo…pero saber más de esto me llevara menos de y tres años…tienen muchos títulos los frankfortianos.
Y para reafirmar toda esta Nueva Ciencia…tenemos…
“El consumo de drogas perturba el funcionamiento de la economía posindustrial pues de lo que se trata no es adquirir bienes materiales, sino sensaciones y estados de ánimo…”. Más claro ni el agua…
Y esto también confirma que el Movimiento Cannábico mexicano es un Movimiento Social Post-materialista…
Les dejo esto para que ya no estudien la prohibición, que ya la sabemos y ya la superamos con la Cultura Cannábica que muchos se niegan a dar ciudadanía cultural…


 

Para los que piensan ir al UNGASS 2016


Para los que piensan ir al UNGASS 2016

Bye, Bye adicciones
Bye, Bye, toxicomanías

Bye, Bye dependencias

Hello Economía de las Sensaciones…
Hello convivencia pacífica con las sustancias psicoactivas,

Vegetales, sintéticas o zoológicas…
Hello Derecho Universal a la embriaguez….

Hello Derechos Culturales Psicoactivos…
Nada de enfermos ni delincuentes ni ciudadanos de tercera…

Diversidad Psicoactiva, panorama múltiple de consumo tolerado…

                                        Texcoco  28 de septiembre de 2015…
 
Me están mareando con esto del UNGASS 2016 muchos marihuanos primerizos, les da paranoia informativa pero desconocen los dos informes de la Comisión Global de Políticas de Drogas y por tanto, es inútil hablar con quien no esta informado...y solo creen en sus ocurrencias pachecas...

LA DESCRIMINALIZACIÓN DE LA MARIHUANA DESDE LA POLICÍA MISMA


LA DESCRIMINALIZACIÓN DE LA MARIHUANA DESDE LA POLICÍA MISMA
*En Inglaterra si se hizo.
** Para re-educar a los tiras...
*** ¡Para erradicar la extorsión a consumidores y el "entre" a superiores!
Juan Pablo García Vallejo

Texcoco, Estado de México a 28 de septiembre de 2015.-Como la vía legislativa está ya cerrada por tantas iniciativas congeladas… y que en cada nuevo periodo de sesiones (cada año) tendremos a montones estas cosa que solo han servido para la Pasarela de Popularidad de los Políticos de Ocasión…

Ahora proponemos que sean los propios cuerpos policiacos quienes encabecen la legalización de la marihuana en México…si lo permite la Industria del Entre, ¡por supuesto!

Veamos el caso inglés, poco conocido en México, colonizado por rollos marihuaneros de los gabachos y españoles…

“El abismo entre las piadosas afirmaciones de los gobiernos y el uso práctico del cannabis no se deja de ensancharse. Hay que reconocer, en su descargo, que muchas fuerzas policiales, sobre todo la del Reino Unido, se han dado cuenta de que sus oficiales, sobrecargados de trabajo y agotados, tienen mejores cosas que hacer que obligar al cumplimiento de la ley específica. Además, no cabe duda de que fue la presión ejercida por esos oficiales la que condujo, a mediados de 20202, a hacer pasar el cannabis en el Reino Unido de la clase II a la clase III, haciendo así su simple posesión (exceptuando ciertos casos) ya no sea un acto penalizada con cárcel….”.

Y esto es necesario porque todas las policías se tienen que re-educar en cuestión del consumo de sustancias psicoactivas… No hasta que Peña Nieto diga.

“Cuando las fuerzas de seguridad hayan abandonado la creencia casi religiosa de que el consumo de las denominadas drogas blandas genera de inmediato la necesidad de consumir otras más duras, será fácil aceptar la presencia de fumadores de cannabis”, dice el historiador de las drogas Stuart Walton…

En Arqueología de la prohibición. Pensamiento cannábico en Acción, Eterno Femenino Ediciones, Texcoco, 2012…

 

 

martes, 22 de septiembre de 2015

Tres razones para refutar a Graco Ramírez sobre la despenalizacion de la marihuana

Tres razones para refutar a Graco Ramirez sobre la despenalización de la m
arihuana.

*Señor gobernador no quiera saltar del comal a la olla.
** Si al Autocultivo

Guadalupe Garde Loz, Cuatla, Morelos. El gobernador de Morelos, Graco Ramírez Garrido, últimamente ha declarado que las redes sociales marcan la agenda de su gobierno y ha dejado ver en entrevistas que quiere abrir el debate hacia la despenalización de la marihuana; el 16 de septiembre publicó un video en redes sociales, aclarando el porqué de tocar el tema de la despenalización ahora. https://www.facebook.com/gracoramirezg/videos/1144282118921498/

Expresó que la prohibición del alcohol en Estados Unidos se compara con la prohibición de la cannabis en México, enfatizó que una persona joven presa por narcomenudeo le cuesta al gobierno 200 pesos al día, y que es un fracaso combatir las drogas y dejar crecer las adicciones, subrayó que de 20 a 30 mil millones de pesos son invertidos en persecución y propone que sería mejor gastarlos en educación y rehabilitación a las adicciones, dice que la hierba es dañina a la salud y que debe ser tratado como tema de salud pública y no penalizarla, por último exclama: "basta de violencia en Morelos".

Podríamos decir que esta expresión del gobernador es el resultado de un concienzudo y discutido arreglo hacia la situación de violencia y narcotráfico de marihuana que vive el país en la actualidad, pero nos encontramos con 3 razones para refutar su "visión por Morelos":

La primera es que no se puede comparar la prohibición del alcohol en Estados Unidos con la prohibición de la marihuana en México, ya que el país vecino también tiene su propia situación con la planta y su solución es personalizada;

La segunda es que, aunque reconoce que cerca de 30 mil millones de pesos son utilizados para la persecución y de proponer que se usen en educación y rehabilitación de  adicciones, la realidad es que está lejos de lograr el cambio que busca ya que existe un presupuesto de millones de pesos en educación con su programa de Beca Salario y de millones en rehabilitación de las adicciones con la implementación del  Tribunal de Tratamiento de las Adicciones; y


Finalmente afirma que la marihuana es un daño a la salud y debe tratarse como tema de salud pública, este argumento puede rechazarse con las investigaciones medicinales de la planta y de beneficio al ser humano y tomar el tema no como de salud pública sino como de derechos humanos. Coincidimos en que deje de ser penada, para que pueda concentrarse en finalizar la corrupción en los poderes de gobierno, para en verdad detener la violencia en un México pobre con un negocio demandante.