LA INCIPIENTE HISTORIA DEL PERIODISMO
CANNABICO
Juan Pablo García Vallejo
Uno de los pronósticos futuristas para este Tercer milenio,
que como periodista cannábico (1) tengo presente, era que en la segunda década desparecerían
los periódicos y serían sustituidos por ediciones electrónicas con agenda
informativa al gusto, pero afortunadamente las predicciones no resultaron
ciertas y siguen apareciendo periódicos impresos como La Dosis, periódico de la
comunidad psicoactiva, una nueva publicación cannábica que nos obliga
reflexionar profundamente sobre la ausencia de una historia del periodismo cannábico
en nuestro país (2) Poca gente admite que sobre la marihuana todo es nuevo,
pero faltan muchas cosas por saber y pro re-escribir, aunque aparentemente la
gente asume un conocimiento superficial del cannabis porque viven excesivamente
neo-colonizados.
Antes de que desaparezcan los medios impresos tenemos que
entender a los periódicos más que como adalides de la democracia como un negocio
informativo, en México 99% de las publicaciones depende del presupuesto público,
y es también un espacio de opinión publica y culturalmente sirven de carta de presentación de las comunidades
en que circulan para los nuevos visitantes. Así podemos conocer cómo es cada comunidad o población tan solo
observando las primeras planas de sus periódicos.
Si presenta encabezados sensacionalistas, de escándalos dele espectáculo,
de la miseria humana de los políticos corruptos tenemos una opinión publica infantilizada
y que son otros los que deciden qué hacer, que pensar, cómo vivir; si pro el contrario
presentan noticias de progreso económico, de logros humanos de los vecinos,
será una comunidad progresista, orgullosa de su potencial económico, turístico,
cultural y humano.
Esto me sirve para
replantear que la interpretaciones sensacionalista de las drogas, por muchos
desconocido, es una invención de la prensa en el siglo XIX, muy rentable, que
muy pronto abandono sus afanes informativos, servir a la comunidad, para
convertirse en una nueva forma de control social incuestionable que sustituye
el poder político perdido por la religión católica para controlar a la sociedad
en el capitalismo industrial.
La incipiente historia del periodismo cannábico en México
inicia con la crónica del uso de la marihuana en la ciudad de México, aparece
en 1772 en las postrimerías de la sociedad colonial, en plena decadencia
económica y política, titulado “Memorias del uso que hacen los indios de los
pipiltzintzintlis”, del sabio novohispano y jesuita José Antonio Álzate
y Ramírez en su publicación científica Asuntos varios sobre ciencia y artes.
Desde la posición ilustrada, de pensar y ordenar la vida cotidiana
en base a la razón y no los dogmas, Álzate explica el consumo medicinal de la
marihuana frente a la persecución hecha por
los dogmas católicos, en el edicto prohibicionista de la idolatría de 1769,
cuando esta práctica cultural era parte del folclor indígena, es decir, de su
sabiduría popular desde dos siglos atrás.
Este es uno de los muchos periódicos que edito Álzate y de su
experiencia nos queda como lección importante que la existencia efímera de las publicaciones
periódicas será una característica natural, recurrente a las buena publicaciones
en la historia de la prensa en México, no una fatalidad como pudiera pensar un
principiante, como ejemplo de esto tenemos la Revista Azul (1894-1896),
Revista
Moderna (1898-1903), Contemporáneos (1929-1932), Yerba (1970) Piedra Rodante (197I-1972), Fanzine Ilegal, Gaceta Cannábica (2005-2011),
Yerba Libre boletín de la AMECA.
Cuando uno lee la defensa ilustrada de Alzate de la marihuana,
uno se pregunta ¿Por qué escriben los ilustrados de la marihuana? La historia
cultural nos dice que se debe a que esta minoría social tenía el monopolio de
la escritura a diferencia del analfabetismo completo en que vivía la mayoría de
la población indígena en la ciudad. Esta aparente falta civilizatoria o rasgo de
barbarie no es tal o no es nada cuando se entiende que los principales consumidores
de pipiltzintzintlis era la misma masa
de indígenas que se relacionaban a través de la cultura oral.
El segundo texto periodístico sobre drogas es la primera
opinión desde el ámbito de las letras, sobre la moda moderna del consumo de
drogas como objetos deseables en el capitalismo industrial, escrito por el
príncipe de las letras, el poeta Manuel Gutiérrez Nájera, uno de los primeros
parisinos no francés, escribe el articulo “La vida artificial”, en la Revista
Azul de julio de 1894, donde explica la invasión en la sociedad mexicana
del hechizo francés por las paraísos artificiales como vía o clave para la
iniciación artística. Que Nájera rechaza porque no entiende las sustancias
psicoactivas cree que la poesía es el arte superior que no se necesita más, él
es porfirista de hueso colorado pero un vanguardista literario. Y es necesario señalar
que los consumidores de drogas en ese tiempos e consideraban víctimas de la civilización
industrial, del hastió producido por la sociedad secular moderna.
Hay que decir también que la relación literatura/drogas en
México ha sido poco estudiada de forma detallada o más bien distorsionada por
algunos grupos literarios y muchas veces enterrada por algunos escritores
conservadores y abstemios. Creo que todavía hay mucho que decir si se reconoce
la existencia de tres revoluciones literarias en México: los modernistas, los
poetas contemporáneos y la nueva sensibilidad de los años 1960.
Otra contribución periodística bastante trascendente es el artículo
“Epidemia Baudeleriana” de José Juan
Tablada, el representante de los jóvenes del porfiriato cuando tenía 50 años, donde
explica lo que significo el consumo de drogas modernas, los famosos paraísos
artificiales, para su generación, en los años 1890, en plena Belle époque:
“El simple hecho de que Baudelaire hubiera llamado a
alcoholes, drogas y estupefacientes “los paraísos artificiales, ilumino las
vulgares tabernas con esplendores de apoteosis luciferina y las transformo a nuestros
ojos en templos para la misteriosa iniciación artística.”, se publicó en la primera
parte de sus memorias, La feria de la vida.
Un artículo de constricción, pues Tablada, dice que él y sus
amigos noctívagos se extraviaron, se excedieron al poner las drogas en el
centro de su vida, así explica sus excesos: “las rosas de pastorela se
transformaron en orquídeas venenosas.” La orquídea es una flor difícil de cultivar
es casi artificial. Propone un uso moderado, pero a este llamado de alerta para
adoptar la prevención en las drogas, nadie le hace caso, la fama e influencia
cultural del poeta se ha esfumado.
También tenemos el artículo de Eugenio A. Maillefert, “La marihuana”, publicado en el primer número de la revista Ethnos,
editada por el antropólogo Manuel Gamio, una lectura folclórica de la marihuana
y sus consumidores, en plena era de la intolerancia carrancista y en pleno auge
del nacionalismo revolucionario, pero que rescata de alguna manera la condición
popular del consumo.
Eb 1926, aparece en la revista The Mexican Magazine, el
desconocido artículo “Marihuana, the
Hashish mexicano”, del periodista
austriaco Víctor Reko, que acabamos de traducir y presentar en el cumpleaños
XII de la Biblioteca Cannábica, junto con el Doctor Cannabis. En 1931, se
imprime en parís el articulo la danse au Mexique, de Guillermo Jiménez, y
todavía se reimprime 15 años después en Nueva York, en 1947. Agregaría el “Uso
ritual del cannabis” del antropólogo norteamericano Timothy Knab. Y
finalmente mi artículo “Notas sobre el
movimiento cannábico mexicano”, que presente en la Galería José María
Velasco de Peralvillo del número especial de “Marihuana” de Generación,
publicado en la Gaceta Cannábica, en 2007, es la primera aproximación
sociológica y cultural a este movimiento social post.materialista, describo a
los profetas, los técnicos, las asociaciones, las publicaciones impresas y
electrónicas.
En la historia de la contracultura están las publicaciones Piedra
Rodante, censurada por el priismo, Yerba Libre censurada por el mercado,
El
Machete con un artículo de Humberto Musacchio (1978), La Guillotina
(1983-2010) la publicación contracultural más importante en el find el siglo XX, Generación que sigue apareciendo con un formato tamaño carta,
el suplemento cultural La Tinta Suelta (1992-2013), Angelos
Novus, ¡Ya bailo Berta!, Litoral, todas estas revistas apareció
uno o dos números y me invitaron a escribir sobre la marihuana, Replicante
también ha dedicado números monográficos al tema de las drogas. Y
específicamente publicaciones cannábicas tenemos el Fanzine Ilegal, Yerba Libre,
boletín de la AMECA, no confundir con la revista del mismo nombre
aparecida en 1970, la Gaceta Cannábica (2005-2011) y un número
especial de Linterna Mágica sobre
literatura y marihuana, ahora la revista
cáñamo mexicano y el periódico La dosis, el periódico de la comunidad
psicoactiva.
La dosis es un periódico frees be, es decir, prensa gratuita, de tamaño tabloide de 16 páginas,
de gran tiraje y periodicidad bimensual garantizada como características técnicas. Pero tiene muchas virtudes informativas. Es una publicación
bastante atrevida y trascendente porque reconoce desde su editorial del número uno
la proclividad de la sociedad mexicana hacia el consumo de sustancias
psicoactivas, algo siempre negado por la ciencia, y el Estado, esto es
importante porque significa hablar de las drogas en un tiempo de la pos-prohibición.
Se pasa de considerarlas desde la visión de intolerancia como sustancias
malditas e ilegales para preferir difundir una nueva relación entre
ciudadanos/sustancias psicoactivas de forma informada y libre. Se deja a un
lado el lenguaje excluyente que hace más daño que las drogas y se aleje
utilizar el lenguaje de la inclusión y la información objetiva y adecuada para
que la población aprenda a convivir sin riesgos con las drogas y disminuir la
desinformación, los mitos de los consumidores, etc.
Bienvenida sea La Dosis, que nos habla ya de la Era
de la Pos-Prohibición porque nunca antes los consumidores de drogas
habíamos tenido medios de comunicación que difundieran las propuestas sociales
como comunidad psicoactiva plural para aprender a convivir de forma pacífica e
informada con las sustancias psicoactivas en una sociedad democracia
incluyente.
___________
1.- Escribo periodista cannábico porque desde 1983 hasta el
año 2013 me dedique a cubrir todo sobre la epidemia de VIH/SIDA, obteniendo el
Premio Nacional de Prevención en 1992.
2.- La Historia del periodismo cultural del
maestro Humberto Musacchio, pionero cannábico que admiramos, es bastante interesante
pero se le paso considerar la prensa undergraund y, dentro ésta la prensa cannábica
que si existe, ver Yerba Libre, Fanzine Ilegal, Gaceta Cannábica.
Pueden conseguir este texto en el número tres de La Dosis, para que aprendan cual es la dosis personal adecuada!
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