viernes, 14 de diciembre de 2012

CUARTO MARIGUANA FESTIVAL, DEDICADO A LOS SENADORES.


CUARTO MARIGUANA FESTIVAL, DEDICADO A LOS SENADORES.

Jueves 20 diciembre 11 HRS- 20 HRS

MONUMENTO A LA MADRE. Parabus Reforma MÉXICO DF.

Convoca Mariguana Liberación, Frente de Artistas y Organizaciones (grupo en Facebook), Izquierda Verde, Asociación Mexicana de Estudios sobre Cannabis AC, Guetto Familia y Afrika Sistema Sonoro, DUAMA- Rancho Ecológico, Promotores de la consulta en el estado de Sonora, Proyecto Justicia AC, Médicas Cirujanas Javiera Pinochet Morales y Fabiola Gallegos Araujo, Roko Pachukote, Joel Ortega Juárez, Orquesta La Mancha, Taller de Alebrijes, Revista La Guillotina, Fanzine Ilegal y Colectivo Cannábico de México-UNAM, Malaka Art, DJs: JASON, JOE BLACK.LSD y BEAT FREAK.

Letras y drogas: De la bohemia a la Onda

Reseña de La disipada historia de la marihuana en México, publicada por Eterno Femenino Ediciones, México, 2010, en Nexos, destacando la vinculación de las drogas y los escritores.


Letras y drogas: De la bohemia a la Onda


Alejandro de la Garza

El bohemio y decadente escritor Bernardo Couto Castillo, muerto a los 20 años entre láudano, ajenjo y alcohol en un prostíbulo para mayor paradoja llamado La Puerta Falsa, en el primer año del viejo siglo. Jorge Cuesta, químico, poeta y ensayista del grupo Contemporáneos, quien experimentó con diversas sustancias en su propio cuerpo y a los 39 años, enfermo de lucidez alucinada, se emasculó y suicidó en un hospital psiquiátrico en 1942. El irrefrenable autor de la Onda, Parménides García Saldaña, muerto a los 38 años en un cuarto de azotea de la ciudad de México en septiembre de 1982, más o menos solo y a causa de una pulmonía aguda y fulminante.

La lista de escritores víctimas de sus aficiones o adicciones, de sus aventuras extremadas al límite final, víctimas, al fin, de sí mismos, sería larga y acaso tan extensa como la de cualquier otra profesión. Asuntos como la libertad individual para consumir lo que se nos dé la gana, el placer asumido como un derecho vital en tanto no dañemos a nadie, y la capacidad para decidir sobre nuestra salud individual, se entreveran hoy no sólo con cuestiones de moral (problemática nada menor en la conservadora sociedad mexicana de 2012), sino con cuestiones mayores de salud pública y políticas de Estado, tráfico de sustancias prohibidas, delincuencia, crimen organizado y guerra al narcotráfico.

Nuestro tiempo es el de las sustancias estimulantes, comprueba Luis Astorga en su libro El siglo de las drogas. Usos, percepciones y personajes (Espasa, 1996). Y del porfiriato al nuevo milenio, el volumen puntualiza esa transformación en los usos y el consumo, en la legislación y en las muy variadas percepciones del fenómeno de la producción y tráfico de drogas en nuestro país. De igual forma, la investigación “México intoxicado. 1870 a 1920” (en Addictus, año 1, núm. 5, México, marzo-abril de 1995, pp. 21-27), de Ricardo Pérez Montfort, documenta la circunstancia social de las drogas en nuestro país en esos años. Por su parte, el blog cannábico ilustra de manera amplia, a pesar de inconsistencias, errores en fechas y afirmaciones sin fuente comprobada, la evolución del fenómeno del cultivo, distribución y consumo de marihuana en la historia mexicana. En estas tres fuentes, y en los libros y autores mencionados, baso esta aproximación —de finales del siglo XIX a los años setenta del siglo XX— al fenómeno de las drogas desde el punto de vista de la literatura, con la intención de apreciar cómo nuestros escritores han reflejado el tema.


Cáñamo y pipiltzintzintlis



La gaceta cannábica recupera la historia de la marihuana de Ernest Abel, donde recuerda que en 1550 el segundo virrey de la Nueva España, Luis de Velasco, recomendó reducir el cultivo del cáñamo porque los indígenas lo estaban utilizando para otros fines que no eran los textiles: “los nativos estaban empezando a usar las plantas para algo distinto a confeccionar cuerdas”.



Se inician así las restricciones hacia la marihuana, fomentadas por la Iglesia para combatir la idolatría, así como la tolerancia oficial para cultivar el cáñamo necesario para la industria textil naviera española. El cannabis se asimila a la medicina tradicional indígena, entorno marginal en donde se le bautizará con su nombre popular de acuerdo al uso de las curanderas indígenas: marihuana.



Florilegio de todas las enfermedades, libro del jesuita Juan Esteyneffer, incluyó en 1722 el uso médico del cáñamo. Y en su periódico Asuntos varios del 2 de noviembre 1772, el estudioso novohispano José Antonio Alzate escribió una “Memoria sobre el uso que hacen los indios de los pipiltzintzintlis”, donde asienta:



“Conseguí una pequeña cantidad de dichos pipiltzintzintlis, la que se componía de una mezcla de semillas y yerbas secas; a la primera vista luego reconocí no eran otra cosa que las hojas y semillas del cáñamo. No obstante ésta que para mí era una demostración, en primera ocasión y para quedar del todo convencido, sembré aquellas semillas con toda la precaución posible y logré unas plantas de cáñamo, lo mismo que el de Europa, las que los indios reconociendo por pipiltzintzintlis, fue necesario arrancar las plantas luego que comenzaron a madurarse las semillas por cuanto procuraban pillar toda la que podían”.



En su investigación Ricardo Pérez Montfort fecha hacia 1846 el primer reglamento sobre boticas, almacenes y fábricas de drogas, y en 1870 limitaciones en el uso y la venta de sustancias consideradas nocivas para la salud pública, como el láudano, la adormidera, la marihuana y el toloache. Ahí se iniciaron las restricciones y reglamentos constantes sobre “el beleño, la belladona, el cuernecillo de centeno, el opio y el zoapatli”. Las reglamentaciones y prohibiciones son desde entonces constantes.



Las primera referencia lírica a la permisividad del consumo de marihuana tuvo que ver con el conflicto provocado por el gobernador de Colima, Francisco Ponce de León, cuando en 1855 intentó prohibir el cultivo, la venta y el consumo de la planta. El presidente Santa Anna se resistió a esa medida y finalmente se aplicó sólo en Colima, sin afectar la legislación federal ni las de otros estados. La anécdota dio lugar a las siguientes “Coplas de la mariguana”:



Suni suni, cantaba la rana

y echaba las coplas de la mariguana.

Mariguana tuvo un hijito

y le pusieron San Expedito,

como era abogado de los de Santa Anna,

por esa sazón para la mariguana.

Mariguana, ya no puedo

ni levantar la cabeza

con los ojos retecolorados

y la boca reseca, reseca.



Pérez Montfort también cita textos costumbristas de Manuel Payno (El fistol del diablo) y de Guillermo Prieto (Diarios) donde se identificaba a la marihuana como una yerba más entre quienes “creen en la eficacia de las colecciones de curanderos”, y donde se registra que “en los ambientes de evasión popular —tendajones, cantinas y mesones— el consumo de marihuana paseaba acompañando al pulque y al bailoteo”.





Bohemia y decadencia modernista



Menos de una década después, en 1863, se inicia en el periódico Siglo XIX el periodismo de nota roja, donde aparecerán referencias a la “diabólica y criminal marihuana”. El consumo se circunscribe entonces al ambiente carcelario, a los soldados y demás clases “peligrosas” para las gentes de bien o de buen tono. “A partir del último tercio del siglo XIX, el consumo de marihuana en México fue asociado cada vez más a los ambientes carcelarios y militares”. En la nota roja y en las novelas se describe el ambiente sórdido de los adictos de la cárcel de Belén. En 1896, el escritor y diplomático Federico Gamboa (1864-1939) publicó Suprema Ley, novela donde trata el consumo de drogas en esa prisión, en la cual llegaron a estar encarcelados algunos poetas y escritores modernistas como Ciro B. Ceballos (1873-1938). Suprema Ley tiene como tema central la indagación de una muerte para determinar si fue suicidio, pero el escenario es el Ministerio Público de la cárcel de Belén; los personajes son los empleados, el secretario y el escribiente, además de la protagonista Clotilde, sospechosa del homicidio, y los presos a los que se exhibe fumando “mota” o “Juanita” y “dándose las tres” para ponerse “grifos” o “enyerbados”.



Se dice que el poeta romántico Manuel M. Flores, fallecido en 1885, consumía marihuana y frecuentaba a las prostitutas, acaso por medio de los poetas la marihuana comienza su ascenso social hacia la clase media urbana. Son los años de Los poetas malditos en México, según los calificó en su libro Xorge del Campo (1945-2008). Escritores asiduos al opio en forma de láudano, a la adormidera y al ajenjo, reunidos en torno a la Revista Moderna (1898-1911): Bernardo Couto Castillo, Atenor Lascano, José Juan Tablada, Alberto Leduc, Ciro B. Ceballos, Jesús Valenzuela, Efrén Rebolledo, Jesús Urueta, Rafael Delgado, Balvino Dávalos, Rubén Campos, Francisco Olaguibel.



Son cerca de un centenar de escritores (según Julio Sesto en La Bohemia de la muerte, El Libro Español, 1929), poetas, bohemios, periodistas o simples outsiders mexicanos muertos en el abandono, la dipsomanía, la drogadicción y la miseria hacia fines del siglo XIX y principios del XX. Estetas consumados en un medio hostil y asfixiante, artistas fracasados o incomprendidos, decadentistas y baudelerianas flores del mal que ante la rigidez y la hipocresía imperantes en aquella sociedad con resabios aristócratas y el pujante impulso mercantilista de la burguesía en ascenso, optaron por la vida del subsuelo, por el lado nocturno de la existencia como expresión de desacuerdo con el mundo y, a veces, como afrenta a la sociedad que los estigmatizó y rechazó. Esta arqueología del inframundo fue recuperada también con fortuna por Sergio González Rodríguez en Los bajos fondos. El antro, la bohemia y el café (Cal y Arena, 1988).



De entre esos indigentes y marginados poetas malditos, conectados íntimamente con la segunda etapa del modernismo literario —la del decadentismo y la artificiosa naturalidad— emerge con el aura de la leyenda y entre interrogantes la personalidad trágica más emblemática del grupo, Bernardo Couto Castillo, nacido precisamente en los inicios del modernismo, 1880, y muerto antes de cumplir 21 años, en 1901, al levantarse el ornamentado telón del nuevo siglo. Publicó un libro de cuentos, reeditado en los años ochenta del siglo viejo por INBA-Premiá, titulado Asfódelos, obvia referencia a las Flores del Mal de Baudelaire, pues según el mito los asfódelos son las flores que crecen en el infierno.



En su ensayo “La parábola del tedio” (en La literatura mexicana del siglo XX, coordinado por Manuel Fernández Perera, FCE, Conaculta, UV, 2008), donde pondera y analiza la obra de los principales representantes de este grupo, Rafael Pérez Gay apunta de Asfódelos: “...un breve libro de cuentos que él hubiera querido que fuera, más que literatura, un manifiesto de la decadencia y el spleen [...] Los doce relatos cuentan un fracaso: el del exceso imposible [...] ...son la muestra de un buen lector de Baudelaire, Laforgue y Gautier y un escritor hábil, bien dotado para la narración breve”.



En sus memorias, José Juan Tablada dedica algunas notas a Couto Castillo y a otros poetas y escritores de la época tituladas precisamente “La epidemia baudeleriana”. Para Tablada el conflicto de estos jóvenes radicó en haber trasladado su actitud estética a la propia vida íntima. Por ello los juzga víctimas de los “paraísos artificiales”. En 1901 la pulmonía y la madrugada matan o suicidan a Couto, se dice que en un hotel o en prostíbulo llamado paradójicamente La Puerta Falsa. Tal vez, como señala José Emilio Pacheco en su ensayo sobre el modernismo mexicano (UNAM, 1982), los bohemios querían escapar, huir, pero “¿hacia dónde escapar de la máquina, la chimenea de las fábricas, los barrios de miseria, las tiendas de departamentos? Anywhere out of this world...”.



La gaceta cannábica recuerda que en 1902 José Guadalupe Posada creó el primer personaje de historieta llamado Don Chepito Marihuano, en lo que sería el primer cómic mexicano sobre el tema. Y en 1909, en Monterrey, el poeta colombiano Porfirio Barba Jacob escribió esta Balada de la Loca Alegría:



Mi vaso lleno —el vino del Anáhuac—

Mi esfuerzo vano —estéril mi pasión—

Soy un perdido —soy un marihuano—

A beber —a danzar al son de mi canción…



Son años en los que abunda el opio, consumido en forma de láudano, e incluso la morfina con fines medicinales. Los vinos cordiales con coca y los cigarrillos de marihuana para combatir el asma formaban parte de los productos que se ofrecían en las farmacias. La marihuana proliferaba en la tropa del ejército porfirista, tal cual poco después lo haría entre las huestes revolucionarias que se burlan de Victoriano Huerta por marihuano (desayuna coñac y marihuana repite el rumor), mientras se divierten fumando cannabis o hierba de la cucaracha y le cantan al dictador la célebre tonada donde “la cucaracha ya no puede caminar”. El extendido uso de la marihuana entre soldados federales, revolucionarios y constitucionalistas no es tocado por ninguno de los narradores de la novela de la Revolución, con excepción del general Francisco L. Urquizo, quien ya en los años treinta, en sus novelas Memorias de campaña (1934) y Tropa vieja (1938), describe sin hipocresía el uso de la yerba entre los soldados, tanto para calmar los dolores como para recreación y descanso. “¡Yerbita libertaria! consuelo del agobiado, del triste, del afligido”, dice un personaje de Urquizo. El mismo Mariano Azuela, en su novela Luciérnaga, de 1934, también muestra personajes fumadores de la yerba.





Vanguardias y químicos

No encontré en los textos de los estridentistas: Salvador Gallardo, Arqueles Vela, German List Arzubide, Manuel Maples Arce, Miguel N. Lira, Miguel Aguillón Guzmán, et al. —esa vanguardia efímera de los años veinte en México—, referencia clara sobre el uso de narcóticos, opio, marihuana, lo que no deja de sorprender cuando apenas en 1920 Álvaro Obregón había firmado los acuerdos de la Convención de Viena contra las drogas, y en 1922 Diego Rivera y otros artistas e intelectuales envían una carta al mandatario para que “deje de ser delito” la distribución de marihuana.



La gaceta cannábica insiste, de acuerdo a la tesis de doctorado de Carmen García, en que en 1929 algunos de los integrantes de Contemporáneos: Salvador Novo, Elías Nandino y Xavier Villaurrrutia experimentaron con marihuana y otras drogas. Pero lo cierto y probado tiene que ver con las experiencias con anestésicos practicadas por Bernardo Ortiz de Montellano, tal cual lo refleja en su poesía y, en su vertiente extremada, con los experimentos realizados por Jorge Cuesta, quien se inyectó químicos diversos para investigar sus reacciones físicas. Luego de escribir ensayos deslumbrantes y logradísima poesía un tanto hermética, y de distinguirse como uno de los hombres más inteligentes y lúcidos de su tiempo, Cuesta tuvo un final trágico al emascularse y suicidarse en la clínica psiquiátrica del doctor Lavista, en Tlalpan, en 1942.



A finales de los años treinta había caído presa María Dolores Esteves, Lola la Chata, “la más activa traficante de drogas que prácticamente abastecía los vicios más empedernidos de la metrópoli”, cita de la prensa Luis Astorga en su libro.





Revueltas, Paz y Fuentes



En 1941 el rebelde José Revueltas había publicado su novela Los muros de agua, en la que recupera su experiencia en las Islas Marías, adonde fue enviado a los 20 años. En ella hay un grupo de presos marihuanos que comparten el viaje a la prisión con los demás detenidos. En 1950 publicó su obra dramática El cuadrante de la soledad, desarrollada en el barrio chino, donde los fumaderos de opio se presienten tras cada puerta.



El poema de Octavio Paz Himno entre ruinas está fechado en Nápoles en 1948, y aunque se publicaría 10 años después, en el volumen La estación violenta (que también incluye el clásico Piedra de Sol), el texto cruza la década de los cincuenta para decirnos:



Cae la noche sobre Teotihuacán.

En lo alto de la pirámide los muchachos

[fuman marihuana,

Suenan guitarras roncas.

¿Qué yerba, qué agua de vida ha de

[darnos la vida,

dónde desenterrar la palabra,

la proporción que rige al himno y al

[discurso,

al baile, a la ciudad y a la balanza?



La región más transparente (1958) de Carlos Fuentes es, si no el primero, sí uno de los más exhaustivos retratos de la urbe y sus aspiraciones modernas, de sus estratos sociales y sus personajes arquetípicos, de sus vicios y prácticas sociales, todo conectado con el pasado prehispánico y las raíces de un pueblo al que aquí le tocó vivir.

Para esos años cincuenta, Culiacán ya es “Chicago con gángsters de huarache”. El gobierno de Enrique Pérez Arce (1950-1953) en Sinaloa, es derribado en una maniobra atribuida a personajes que comenzarán a cobrar importancia en la zona del noroeste: Antonio Toledo Corro, Leopoldo Sánchez Celis, los generales Gabriel Leyva Velázquez y Teófilo Álvarez Borboa. Aquel estado se consolida como productor de marihuana y goma de opio, se extienden los plantíos de amapola y se acuña por primera vez, al finalizar esa década, la palabra “narcotraficante”, apunta el libro de Astorga. ¿Acaso se gestaba ahí lo que sería la literatura del norte?





Onda y esoterismo en los sesenta



Si la década de los sesenta es el inicio de la era de los decomisos, la quema de plantíos, la persecución intensiva del tráfico, así como del aumento galopante del consumo, es también el momento de la crisis política del 68 y la década del surgimiento de la literatura de la Onda, donde ya abiertamente y sin tapujos los personajes se inician en el consumo de diversas drogas. La novela Pasto verde (1968) de Parménides García Saldaña es emblemática, pues aun siendo posterior a la primera y segunda novelas de José Agustín, La tumba (1964) y De perfil (1966), y también a la primera novela de Gustavo Sainz, Gazapo (1965), toca el tema de las drogas como no se había hecho antes. La historia narrada por García Saldaña es la de su álter ego, Epicuro Aristipo, ya metido de lleno en el viaje de las bencedrinas, la marihuana y el alcohol. Delirante flujo de la conciencia, desafiante escritura radical, esta es, a mi parecer, la novela de la Onda más extrema de los sesenta.



En la novela policiaca de Rafael Bernal, El complot mongol, también de 1968, la investigación de una intriga internacional nos lleva al barrio chino, donde los fumaderos de opio abundan. Escribe Bernal:



“Y yo como que les sé sus negocios y sus movidas [a los chinos]. Como la de la jugadita y como la del opio. Pero no digo nada. Si los chinos quieren fumar opio, que lo fumen. Y si los muchachos quieren mariguana, no es cosa mía. Eso le dije al coronel cuando me mandó a Tijuana a buscar a unos cuates que pasaban mariguana a los Estados Unidos. Eran mexicanos unos y gringos los otros, y dos de ellos se alcanzaron a morir. Pero hay otros que siguen pasando la mariguana y los gringos la siguen fumando, digan lo que digan sus leyes”.



En 1969 Revueltas sigue detenido en Lecumberri acusado de ser “el instigador del movimiento estudiantil” de 1968; no obstante, publica su novela breve El apando, donde narra la lucha por introducir la droga a ese penal. Un año después, los ensayos y crónicas de Carlos Monsiváis contenidos en Días de guardar (Era, 1970) cerrarían la década de los sesenta con los primeros acercamientos a las nuevas percepciones emergidas de la “era de Acuario”, la cultura pop, la contracultura y el hippismo. Crónicas de la presentación de la obra Hair en Acapulco, el concierto de Brubeck, Monk y Gillespie en Puebla; la inauguración de un mural efímero de Cuevas en la Zona Rosa o la crónica de un eclipse desde Puerto Escondido en Oaxaca, con aquel memorable párrafo: “Simplemente otra Onda, muy distinta, la Onda con mayúscula que se inicio cuando alguien aquí y allá tradujo las primeras canciones de Bob Dylan y decidió que los tiempos están cambiando […] y los chavos palparon el rock y quemaron mora o mariguana […]”.



Dos libros de 1974 son determinantes en los lectores mexicanos para enriquecer su percepción del consumo de drogas y sus efectos. La novela de José Agustín Se está haciendo tarde (final en laguna), sin duda la muestra mayor del “género” de la literatura de la Onda —si cabe definirlo así—. Es la novela de la Onda por excelencia de los años setenta mexicanos. El viaje a Acapulco del personaje se vuelve interior y exterior, y entre el consumo de marihuana, pastillas psicotrópicas, plantas alucinógenas, ácidos y psilocibina, es muestra irrefutable del uso recreativo, personal, libre de las drogas. El otro volumen que es piedra de toque sobre el tema es la traducción publicada en 1974 por el Fondo de Cultura Económica, con prólogo de Octavio Paz, del libro que Carlos Castaneda había publicado en inglés en 1968: Las enseñanzas de Don Juan. Una forma yaqui de conocimiento. Más allá de los sucedido posteriormente (la publicación de una saga de una decena de libros por parte de Castaneda, las refutaciones a la veracidad de su investigación antropológica, el retiro de su doctorado y la adinerada industria surgida de sus libros y su círculo o secta de guerreros-aprendices-practicantes), este primer libro tuvo una influencia extraordinaria en el rescate de las prácticas de medicina tradicional indígena, alentó el consumo de hongos y peyote, y abrió una percepción más profunda, si bien conectada con aspectos de magia y brujería, en la utilización de estas plantas, en especial los hongos alucinógenos que María Sabina había popularizado desde mediados de los años sesenta.





Rayas, metas y tachas



A lo largo de la década de los ochenta del siglo viejo se inicia un cambio drástico en el consumo de drogas en México. La apertura del mercado de la cocaína y la proliferación de su tráfico y consumo en amplias capas de las clases media y alta se vincula con el mayor tráfico y la consolidación de cárteles colombianos y mexicanos. A partir de entonces el tema se vuelve uno de los ejes de la narrativa mexicana contemporánea. A lo largo de los años noventa y lo que va del nuevo siglo, los cambios son vertiginosos en el mercado de las drogas y en las políticas y acciones para perseguir a los narcotraficantes. Al mismo tiempo se mantiene el consumo de marihuana y se extiende el consumo de coca, metanfetaminas, pastillas y tachas, e incluso, más recientemente, de crack. Este capítulo distinto de nuestra literatura, en medio de la guerra contra el narcotráfico, lo exploran ya nuestros nuevos narradores.



Alejandro de la Garza. Periodista cultural. Acaba de publicar Espejo de agua. Ensayos de literatura mexicana.





miércoles, 3 de octubre de 2012

Programa Americannabis

PROGRAMA


Lunes 8 de octubre

12:00. Inauguración

12:15. Exposición-concurso de artes visuales Perspectiva de juventud sobre la política de drogas en México y 12 años del Movimiento Cannábico Mexicano. CCLP

13:00. Foro: Memorias del Movimiento Cannábico Mexicano.

...Participan: Juan Pablo García Vallejo, Carlos Martínez Rentería y Julio Zenil. CCLP.

18:00. Presentación del libro Las redes del narcomenudeo, con la Dra. Olivia Domínguez, Jorge Hernández Tinajero y el autor, Carlos Zamudio Angles. Auditorio Jorge Romero, ENAH.

Martes 9 de octubre

12:00. Película. Nice dreams, Cheech & Chong (EU, 1981). Comenta: Juan Edgar García Ruiz. CCLP

18:00. Presentación del libro Disidencia psicoactiva. Cartografía del Movimiento Cannábico Mexicano 2000-2012, de Eterno Femenino Ediciones, con Pablo Gaytán y el autor, Juan Pablo García Vallejo; Performance Cannábico con Miss Ganja; música en vivo. El Café Literario.

Miércoles 10 de octubre

11:00. Conferencia Magistral: Literatura y Cannabis: síntomas de una relación entrañable, impartida por el escritor Jorge García Robles, modera: Dr. Jorge Javier Romero. Auditorio Tania Larrauri, UAM-X

Jueves 11 de octubre

12:00. Foro: Cannabis y Cultura Rastafari

Participan: Jah Levy y Ras Berhane (Militantes Rastafari), Dee J I Tal (Reggae, Raíz y Cultura) y Miguel Ángel Velázquez Vázquez Chino (Los Rastrillos), exponentes de la Cultura Reggae. CCLP

16:00 Foro: Visibilización de la mujer psicoactiva. Noemí Luna, Perla Pineda, Tonantzin Ortiz. CCLP

16:00. Inauguración de Biblioteca Cannábica en Cholula, Puebla. Presentación del libro La Utopía Posible y la IV edición de la Revista Generación dedicada a la Marihuana. La Bodega de Juan.

Viernes 12 de octubre

12:00. Foro. Políticas de drogas y derechos de los usuarios: hacia una cultura del autocultivo. Jorge Hernández Tinajero, Danny B., Miguel Villegas. CCLP

Sábado 13 de octubre

12:00. Primera Feria de Productos Cannábicos (sólo legales). CCLP

15:00-22:00. CannaFest: música (reggae, dub, rock), danza, malabares y otras manifestaciones artísticas. Donativo: $40.00. CCLP



SEDES

Centro Cultural La Pirámide (CCLP)

Calle 24 esq. Cerrada de la Pirámide s/n. Col. San Pedro de Los Pinos, del. Benito Juárez, México, D.F. (Metro San Antonio, línea 7).

Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH)

Periférico Sur y Zapote s/n., colonia Isidro Fabela, México, D.F. Cafetería El Café Literario. Av. División del norte 3421 casi esq. Museo, El Rosario, Coyoacán.Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco (UAM-X)

Calzada del Hueso 1100, col. Villa Quietud, Coyoacán, México, D.F. Cafetería La Bodega de Juan. 3 Poniente núm. 1, colonia Centro, San Andrés Cholula, Puebla.



ORGANIZACIONES PARTICIPANTES

Asociación Mexicana de Estudios sobre Cannabis AC

Biblioteca Cannábica

Centro Cultural La Pirámide

Colectivo Eckos

Colectivo por una Política Integral hacia las Drogas AC

Convivencia y Espacio Público AC

Estudiantes por una Política de Drogas Sensata

Eterno Femenino Ediciones

Gaceta Cannábica

Hemp México

Revista Generación

Disidensia psicoactiva en México, 2000-2012

La disidencia psicoactiva en México, 2000-2012




*Proponen convivencia pacífica con sustancias.

Han abierto debate social en universidades, medios y partidos políticos.

*Es el empoderamiento psicoactivo de los ciudadanos informados.



Juan Pablo García Vallejo



Por primera vez en México se relazara la AmericannAbis. La primer Semana Cultural Cannábica que comienza el 8 de octubre, en el Centro Cultural la Pirámide (CCLP) con una exposición fotográfica de 12 años de movilizaciones Cannábica y la conferencia sobre las Memorias del Movimiento Cannábica Mexicano, una semblanza de los actores principales, los escenarios y las acciones públicas para despenalización de la marihuana en nuestro país.

Que tratara de la historia de la diversidad psicoactiva en la sociedad mexicana, es decir, la presentica y parentación de la causa por la despenalización de las drogas y sus consumidos en México, tratado no ya como un fenómeno negativo sino desde una perspectiva positiva.

No sólo porque para las nuevos consumidores de cannabis desde el año 2000, las drogas ya no son un peligro misterioso, de rebeldía o transgresión de las normas sociales, una enfermedad incurable y moral o un delito penal sino por el contrario, la oportunidad de participar como ciudadanos mexicanos, desde sociedad civil, para resolver los problemas graves que causan el consumo de drogas y las consecuencias negativas de las políticas de drogas a la sociedad mexicana. Es decir, en la respuesta organizada de consumidores que quieren cambiar las leyes y convivir pacíficamente con las sustancia psicoactivas.

La diversidad psicoactiva, el conjunto de minorías de consumidores de sustancias psicoactivas en la sociedad actual, ha creado fechas conmemorativas como el Día Mundial de Liberación del Cannabis, asociaciones civiles como AMECA, Convivecondrogas, CUPIHD, Biblioteca Cannábica, medios de comunicación Fanzine Ilegal, Gaceta Cannábica, etc.

En doce años han creado una identidad cultural y de orgullo cannábico por luchar por la despenalización de las drogas como una necesidad social en México para disminuir los daños de las drogas en los consumidores y prevenir los daños sociales causados por la prohibición de las drogas.

Proponen una convivencia pacífica con las drogas como lo confirman sus lemas reivindicativos: “Hacernos presentes en la sociedad para exigir nuestros derechos”, “Por un sociedad libre e informada”, Información y discurso inteligente sobre drogas”, ¡Todo lo que querías saber sobre la marihuana y no sabrás fumando”, “¡Publicación sobre la planta amiga¡”

Han conseguido un reconocimiento social significativo porque han integrado el problema de drogas en la agenda social no considerando la droga como peligro mortal ni como símbolo de delito, sino como una opción de los ciudadanos de convivir pacíficamente con las drogas en la sociedad actual, de forma responsable e informada.

Creando la agenda cannábica basada en la producción de ciudadanía y la producción de conocimiento de los distintos discursos de las distintos opiniones sobre las drogas de las diferentes autoridades de poder que hablan sobre las drogas (social, médica, jurídica, religiosa, política, académica y mediática) y con ellos abrir muchos espacios para el debate social de la despenalización y resolver la laguna informativa que padece la sociedad mexicana en las drogas y como en la formulación de iniciativas legislativas.

Es esta larga lucha, por la liberación de la marihuana, la comunidad Cannábica ha hecho alianzas con profesionales críticos de la guerra contra las drogas, porque sus opiniones no son escuchadas, esto es porque en la académica no se toman las decisiones del poder. Con su ayuda se conquista la agenda mediática o una parte de ella, al participar en debates y publicaciones.

Mientras que con la producción de ciudadanía psicoactiva se introduce la agenda cannábica en la agenda política de los partidos políticos emergentes, para iniciar el tortuoso camino legislativo. L a principal limitación de los políticos es que sólo pueden reclasificar las drogas ilegales, pero no alterar la naturaleza ni las propiedades de la planta psicoactiva.

Desde el año 2000, el partido Democracia Social incluyo la despenalización en su plataforma política, luego el partido México Posible la utilizo en su campaña electoral, posteriormente en 2007 con el partido Alternativa Socialdemócrata se presentan tres iniciativas por uso recreativo, médico e industrial, que fueron congeladas. También el PRD en la Asamblea Legislativa del DF presento una iniciativa Local y en el Senado de la República el PRD propuso la despenalización pero solo fueron para “echar desmadre” y cansar a la sociedad con eso de la legalización porque temían quedarse sin futuro político. Y por último está la iniciativa ciudadana de la AMECA y otras organizaciones cannábica.

Porque de forma organizada son unos insumisos de la prohibición de las drogas, no fomenta la cultura de la pasividad sino de la participación ciudadana, buscando un empoderamiento psicoactivo y la tolerancia social.

Son los pioneros de la Era del cannabis legal, porque la prohibición va en retirada, cada vez se habla más de la despenalización y pronto se va a conseguir, aun que de forma gradual. La guerra contra las drogas se va abandonar completamente en 2040 y por eso ya se comenzó el camino de liberación el marihuana de la represión, exclusión, discriminación social. Ya viene la despenalización desde arriba, por lo pronto es necesario conocer la larga lucha por la liberación de la marihuana desde la sociedad civil, desde la disidencia psicoactiva., los insumisos de la prohibición criminalizadora

Semana Cultural Canabica: Americannabis

Americannabis: Semana Cultural Cannábica


Juan Pablo García Vallejo



En los próximos días se realizara Americannabis. 1ª. Semana Cultural Cannábica en México, para conmemorar la llegada de la cannabis a América, organizada por la Asociación Mexicana de Estudios del Cannabis (AMECA), Biblioteca Cannábica, CUPIHD, SSPD, la Gaceta Cannábica y Eterno Femenino Ediciones.

La llegada de la popular “marihuana”, cannabis indica, a América, en 1492, fue una de las consecuencias del poco conocido “error providencial” del Almirante genovés Cristóbal Colón, el irse un poco más al occidente en su viaje oceánico por encontrar nuevas rutas marítimas para el comercio de especias y lo que lo llevó a descubrir un nuevo continente e iniciar la colonización de estos territorios y colocar a España como Imperio mundial. Las famosas carabelas de Colón traían más de 200 toneladas de productos de cáñamo, en sus pequeñas naves ligeras para largos viajes.

La fibra textil extraída de la cannabis indica era una materia prima esencial para la industria naviera de la Era Oceánica, de los grandes descubrimientos geográficos, porque las velas, los cabos, los aparejos y la ropa de los marineros era hecho de esta fibra resistente al agua de sal marina.

Sus bondades productivas era conocidas por los conquistadores Hernán Cortes y Pedro Cuadrado de Alcalá del Río quien trajo las primeras semillas y enseñó a cultivarla; por los principales religiosos Zumárraga que la cultivo en su rancho de Chalco, y las autoridades civiles como el presidente de la Segunda Real Audiencia de la Ciudad de México, Don Sebastián Fuenleal, quien autorizo su cultivo en 1532, para ayudar a levantar la económica sobre las ruinas de Tenochtitlán.

Estaban convencidos de los beneficios de implantarla en México para uso textil y que la Corona Española no comprara los sumisitos navieros a otros países, pero esto nunca sucedió.

El cultivo de cannabis se suspendió porque factores culturales, por parte, los campesinos nativos de preferían los cultivos tradicionales a otros cultivos desconocidos y que requieren más tiempo y esfuerzo y, porque los labradores españoles que vinieron a enseñar a cultivar pronto se creyeron con derechos similares a los conquistadores, algo que resultaba absurdo.

Aunque existió la orden real de 1545 de sembrarla en todo el nuevo mundo, solo en pocos lugares fructifico esta experiencia. Pero en 1550, el virrey Antonio de Mendoza ordena a Pedro Cuadrado a limitar la producción porque los indígenas lo estaban utilizando no para hacer cuerdas o telas sino medicinalmente.

Una de las consecuencias del descubrimiento de América fue la introducción de nuevas enfermedades, misteriosas y desconocidas, para los pueblos mesoamericanos. Y debido a la gran mortandad que estas ocasionaron en los primeros 50 años de la Conquista, descubrieron sus propiedades medicinales y la adoptaron en la medicina tradicional indígena (esta es un resultado cuando los pueblos enfrentan enfermedades misteriosas y mortales porque se ven obligados a recurrir también a medicinas desconocidas), lo que costó la vida de 15 millones.

La primera asimilación del cannabis indica en la cultura Mexicana fue a nivel lingüístico porque se universalizo el nombre de Marihuana, que era el nombre más común entre curanderas y herbolarias que la cultivaban y distribuían. Y en el ambiente ritual y medicinal se refugia discretamente durante toda la Colonia.

No obstante del fracaso de su cultivo intensivo, la Corona Española reitera muchas veces que se siembre cannabis. Los jesuitas, los soldados de Dios, lo llevaron en su heroica colonización de California y luego de 1767, cuando son expulsados de la Nueva España, son los franciscanos quienes la cultivan en la Alta California.



*Una historia desconocida

martes, 4 de septiembre de 2012

Pide Sicilia a EU acabar con la guerra contra als drogas

Sicilia pide dejar las drogas a las leyes del




◦El gobierno estadunidense debe decretar el fin de la guerra contra las drogas, dice

El poeta compara el tráfico de drogas con el contrabando de alcohol que ocurría en la década de 1920 en Estados Unidos



CHICAGO, ESTADOS UNIDOS (03/SEP/2012).- El poeta y activista mexicano Javier Sicilia planteó hoy que el gobierno estadunidense debe decretar el fin de la guerra contra las drogas, y dejar su venta a las leyes del mercado, como hizo el gobierno de Franklin Roosevelt con el alcohol.



Sicilia, quien encabeza la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad en territorio estadunidense, comparó el tráfico de drogas con el contrabando de alcohol que ocurría en la década de 1920 en Estados Unidos, ''cuando el gansterismo se adueñó de las calles''.



Al participar en Chicago en el evento Diálogo con la comunidad, el poeta resaltó que esta ciudad ''no sólo es el sitio donde muchos migrantes encontraron lugar, para mí es símbolo del gansterismo y barbarie que trajo la producción de alcohol'' cuando hubo prohibición.



En el Museo de Arte Mexicano, Sicilia dijo que una vez que las drogas se sujeten a reglas comerciales, México y Estados Unidos deben dedicarse juntos a terminar con la corrupción y el lavado de dinero.



Después ''podremos abrazar a los migrantes, a los desplazados, a los acosados por la miseria, los huérfanos, viudas y a quienes hemos perdido a nuestro seres queridos en esta guerra'', señaló.



Sicilia precisó que la lucha contra las drogas en Estados Unidos, que empezó 40 años después de que se derogó la ley seca, no se ha logrado concluir.



''Los subsecuentes gobiernos nunca cerraron las puertas del infierno, al contrario, se abrieron de par en par pero ahora para México, Colombia, Centroamérica y el mundo entero'', indicó.



Esta estrategia ''sólo aumentó el crimen, la corrupción de funcionarios y políticos, la acumulación de capital ilegal por bandas que se destrozan por el control de territorios, y la multiplicación del gansterismo y la barbarie'', precisó.



Después de su discurso, el poeta, quien pidió un minuto de silencio por los muertos en la guerra contra las drogas, se retiró del evento de la Alianza Nacional de Comunidades Latinoamericanas y del Caribe, que coordina la visita de la caravana en Chicago.



Más de cien participantes en la caravana formaron mesas de diálogo con la comunidad inmigrante para escuchar experiencias personales de cómo han sido afectados por la violencia en esta ciudad.



Por la mañana, Sicilia habló ante activistas de la comunidad mexicana que realizaron una marcha en el vecindario Pilsen por el Día del Trabajo, que se celebra este lunes en Estados Unidos, y por el cese de las deportaciones.



La Caravana por la paz con Justicia y Dignidad llegó el domingo a la ciudad de Chicago y su primera actividad fue en la iglesia católica San Pío, ubicada en Pilsen, donde no hubo discursos, pero sí una kermés organizada por la parroquia.



Durante la tarde de este día de asueto, la caravana tenía previsto participar en la Marcha por la Paz, organizada por el sacerdote José Landaverde, del vecindario mexicano La Villita.

Las alternativas de la prohibición

Las alternativas de la prohibición
Juan Pablo García Vallejo

Se anuncio que este lunes se realizaría el Foro Las drogas, prohibición y alternativas organizado por el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad con motivo de una conferencia que su dirigente, Javier Sicilia, daría en la ciudad de Chicago, Estados Unidos, como parte de la Caravana que hace para desnudar los daños de las políticas de drogas en la sociedad mexicana y norteamericana. Pero luego se anuncio que por causas de fuerza mayor se suspendía este evento.

De todas formas hay que reflexionar sobre este tema mucho tiempo porque todavía muchísima gente desconoce que en realidad el régimen prohibicionista internacional impuesto por la ONU, muestra sus inconvenientes desde su postulación, porque la ONU misma es la entidad de defensa de los derechos humanos y dirige y mantiene un régimen represivo. Y que la prohibición crea mucho más problemas que por el consumo de drogas, que no es eterna ni inmutable y fracasa todos los años, en todas partes.

El modelo belicista hegemónico de la prohibicvión ya agoto todos sus limites, con la banalización de la muerte y la ideologización del crimen, y ahora convive con políticas de compensación o sustitución de cultivos y con políticas alternativas de drogas aunque sea en el eslabón del consumo y la tenencia. El modelo holandés de facto que despenaliza el consumo, el modelo californiano que ganó el uso terapéutico de la marihuana, el modelo español del asociacionismo de autocultivo, y el modelo del monopolio estatal como se está discutiendo en Uruguay y las salas de consumo en otros países europeos.

El cambio de paradigma del modelo punitivo a un modelo humanista más seguro y eficaz tiene en América Latina terreno fértil, pues más de una decena de países latinoamericanos ha adoptado politicas de descriminalización de la marihuana. Como la llamada Ley del narcomenudeo propuesta por Calderón y aprobada por el Senado el 20 de agosto de 2009, solo fue una disposición legislativa menor para lavar la imagen el presidente de la Guerra contra las drogas, pues solo admite umbrales cuantitativos irreales de dosis.

Es decir, que las dosis personales máximas legales son algo que no existe en la realidad, porque en el mercado negro siempre se consume más. Se aprobó con cerca del 60% de los votos y 30% de abstenciones por parte de algunos senadores. Pero quien si se molesto mucho por esta ley menor psicoactiva fue la Iglesia Católica

De todas formas esto hizo que México entrara al club cannabico de países latinoamericano que ya ha des criminalizado el consumo, y muestra un cambio de percepción social en cuanto al daño de las drogas y los daños causados por las políticas prohibicionistas.

Pero esto nos sirve para profundizar en la necesidad de difundir la idea de los modelos de regulación modulada de acuerdo a la droga y al daño que este ocasiona. O de otra manera plantea una legalización gradual de drogas y con ello entrar en la pos prohibición con un aprendizaje social de convivir con las drogas, no como algo ajeno al cuerpo humano y la sociedad sino como patrimonio de la humanidad, pasar de la ignorancia y la supertici{on al control de los daños de las drogas y d elos daños mukltipels de las politcas prohibicionistas.

La gente se resiste a la idea de una permisividad más institucional, porque para los pachecos el cannabis está legalizado de hecho, aunque siempre tienen que estar lidiando con los policías. Y muchos otros pachecos desean siempre la enchilada cannábica entera, toda la legalziación. Que en ningun lugar existe, por el contrariosi existen regulaciones graduales en cada eslavon de la cadena del mercado de drogas.

Se piensa que con la despenalización comienza la legalización de la marihuana, es decir, la tolerancia a todos los eslabones de la cadena de producción, transporte, venta y consumo de marihuana, pero eso todavía esta en vías de conseguirse.

Plantear políticas alternativas a la prohibición criminalizadora y violatoria de los derechos humanos es una propuesta que continúa la difusión del modelo permisivo propuesto por gentes que no consumen drogas, como la Comisión Latinoamericana, pero que la adoptan como bandera política y de lucha humanitaria, mientras que otros han sido víctimas de la guerra contra las drogas los ciudadanos pro-seguridad, empresarios y ahora el Movimiento  de Paz con Justicia y Dignidad de Javier Sicilia, aunado a todo el trabajo que ha hecho el Movimiento Cannábico Mexicano desde el año 2000 para seguir visibilizando y liberando la mariguana a través de la información y produciendo un nuevo tipo de ciudadanía psicoactiva.
Ya estamos en el Club cannabico Latinaomeicano y se va avanzar más, pese a los obstaculos del nuevo presidente que continuara con la miluitarización del país y quizas con la intolerancia priista contra todas las dorgas.



*Bienvenidos al Club Cannabico Latinoamericano

lunes, 3 de septiembre de 2012

Sesusupende Foro so bre Prohibicion y drogas convocado por Movimiento por Paz con Justicia y Dignidad

Segun hoy se iba a realziar el Foro sobre las Drogas, prohibición y alternativas convocado por Movimiento por Paz con Justicia y Dignidad porque Javier Sicilia diria en Chigago laposición de este movimiento frente a este tema. Pero luego informaron que se suspedia por casus de fuerza mayor.
Hojala y se relice de nuevo. 

jueves, 16 de agosto de 2012

Desinformación obstáculo de la despenalización

Desinformación obstáculo de la despenalización

Texto presentado en La Burra Balnca en el evento hablando de Maria y Juana



Juan Pablo García Vallejo

*La despenalización de las drogas no sólo es deseable sino que vale la pena en esforzarse por conseguirla.


**La legalización de las drogas es una propuesta de bienestar para toda la sociedad.


El primer rasgo de desinformación es de orden histórico desconocer que provenimos de una sociedad fitolatríca donde las drogas formaban parte integral de la sociedad, comenzando por el héroe civilizador mesoamericano Quetzalcóatl que consumía hongos alucinantes. En estas sociedades prehispánicas varios sectores minoritarios de la elite gobernante como los sacerdotes, los guerreros, los danzantes, los chamanes consumían drogas. Así que los mexicanos y mexicanas tenemos una proclividad, inclinación, atracción hacia el consumo de sustancias psicoactivas, a la embriaguez.

Esto no debe ser considerado una herencia perversa o un conocimiento inútil sino algo que desconocen muchos mexicanos y que solo aceptan de forma nostálgica el consumo de sustancias psicoactivas para ser exhibido en los museos de etnografía de todos los estados de México. Y que actualmente en esta sociedad globalizada ya existe el derecho universal a la embriaguez, que confirma lo sostenido por el filósofo español Fernando Savater, en los años 1980, de que “las drogas son patrimonio de la humanidad”.

El segundo rasgo de desinformación comenzó hacia 1860, con la aparición de la nota roja en los periódicos de la ciudad de México, porque es ahí donde se crea la imagen terrible del marihuano como un monstruo social proveniente generalmente de las clases bajas con inclinación por la disipación moral y que se ha mantenido hasta el día de ayer en los medios de comunicación. Hay que añadir que mantienen una doble moral para su propio beneficio económico pues promueven drogas legales como algo de prestigio para sectores económicamente pudientes y estigmatiza las drogas ilegales y sus consumidores en la nota roja.


El tercer elemento de desinformación es que se ha exagerado de forma gratuita pero muy perversa, tanto por el Estado mexicano, sus agenciamientos de seguridad y salud como por los medios de comunicación, el consumo de drogas en la sociedad actual.

El consumo de sustancias psicoactivas es mínimo tanto a nivel mundial, de 7 000 millones, es menos de una quinta parte. Y en México, un país de 110 millones las estimaciones de consumidores de cannabis es de alrededor de 5 millones. Así que es gratuito las cada vez más recurrentes y permanentes olas de pánico moral, de persecución social. Lo que no es gratuito es el sensacionalismo, los procesos estigmatizantes y la discriminación que difunden diariamente sobre las drogas y sus consumidores.

El cuarto elemento es el gran vacío creado alrededor del Movimiento Cannabico Mexicano en los medios de comunicación impresos televisivos y virtuales, más allá de la nota de color, de la foto, siguen manteniendo sus dogmas prohibicionistas criminalizadoras.

Explicado de otra forma más descriptiva y profunda se trata de imponer un discurso hegemónico de intolerancia, rechazo y discriminación a toda la sociedad. Esto refuerza la infantilización de la sociedad mexicana impuesta por el Estado mexicano en todo el asunto de las drogas. Con el movimiento cannábico se acabo esta minoría de edad porque hemos salido a la calle sin miedo de ser detenidos, sin vergüenza y con mucha claridad de nuestro derecho al placer, a la información como ciudadanos psicoactivos. Algo que nunca antes se había dado ni permitido por el Estado.

El quinto elemento es la no proliferación de medios cannábicos alternativos a la prohibición y su discurso punitivo, los que existen han manteniendo un discurso aceptable para que la propuesta de despenalización no se vulgarice ni pierda sensatez o se desgaste por simulados debates.

Más allá de la moda inconsciente de fetichizar de las redes sociales virtuales, no hay que olvidar que las redes sociales divulgaron todas grandes religiones universales y que propiciaron las revoluciones de todos los tiempos, así que no son nada nuevo en mi particular opinión, y el facebook solo ha sido para chismes y la tontería, no ha aportado nada valioso a la causa de la marihuana. Por su parte radios libres son casi inexistentes sin influencia ni penetración social.

La desinformación es un enemigo poderoso pero no invencible, hay que trabajar más para convencer a todos los cautivos de ésta que la causa es más que necesaria para la sociedad.

Necesitamos cambiar la tortilla a la desinformación, cambiar la identidad proscrita y estigmatizante de los consumidores cannábicos, las señoras dicen “¿por qué le hacen tanta publicidad a esa planta?”, en Jalapa hace unos días, le comente que ya no era una planta ilegal o la planta maldita sino la planta amiga, pero no quiso entender y en un taxi el conductor me dice que la despenalización aumentara el consumo de niños.
Estas son ideas bastante arraigadas de la población en general pero que son consecuencia de la desinformación y que necesitamos cambiar esas ideas erróneas porque la lucha contra la desinformación ninguna ley federal ni estatal lo hará por nosotros.

Esta lucha contra la desinformación ya la comenzamos no solo al ganar el reconocimiento social de los cannábicos, desde el año 2000, obligar a las elites de poder a aprobar leyes menos punitivas en un contexto de militarización que nos lleva al Estado de excepción, en 2009 con el PAN y 2010 con el PRD, en la organización de Cannafest sino en continuar nuestro proselitismo cotidiano todos los días y en todos lados a favor de la planta amiga.
Los movimientos sociales tienen logros graduales en el cambio de las leyes y en el impactar las estructuras de poder, no hay porque acelerarse porque la desesperación no es propia del cannabis y su placentera tranquilidad y relajación sino de otras drogas. Y no hay que olvidar que la Prohibición es indefendible, porque ha fracasado en todos los países, todas las culturas, todos los años.



Presentacion del libro Periodismo por la despenalizacion

miércoles, 8 de agosto de 2012

!Mi cerebro es creativo pero no empoderado!

Hoy en el metro vi un cartel del IAPA, sobre una campaña titulada Mi cerebro es creativo, donde infantil e inocentemente agarran de bandera el demonio de las drogas que acecha a los niños, es el mismo estilo de Calderon a inicios de su sexenio "Para que las drogas no lleguen a tus hijos".
La campaña de Calderon fue un fracaso por que sobredimensiono el consumo de drogas, pero especialistas en seguridad nacional  (Jorge Catañeda y Ruben Aguilar) demostraron que "las drogas no están llegando a los hijos".
Por mi parte escribi algo poco conocido en el tema de las drogas, como comienza la aficción por estados alterados de conciencia o por tener otras sensaciones con la hiperventilación, etc..
Esta campaña de Mi cerebro es creativo es para retrasados mentales, por que vuelve a infantilizar a todos los niños espantandolos con el Coco de la droga.
Pero las drogas comienzan cuando los padres hacen vueltas a sus hijos en el parque, cuando los niños experimentan no caminar racionalmente sino volteando la cabeza rapidamente para romper la percepción racioal y abstemia de la realidad.
Infantilizan más a los niños con desinformación e ignorancia institucionalizada con mascara de conocimiento cientifico.
El IAPA que solo hace carteles deberia difundir  masivamente la Ley de Usuarios de Sustancias Psicoactivas, en vez de estar des-empoderando a niños espantandolos con el petate del muerto.
Los niños de ahora son niños nacidos para comprar y los medios los intoxican a diario con tener oleadas de adrenalina a cada instante.
Vivimos en una sociedad con drogas y los niños tiene las suyas preferidas sin hacer caso a la desinforformacion institucionalizada de un gobierno "tirano-democratico-autoritario".
Lo que antes fue un pecado, luego una enfermedad y despúes un delito, es ahora para ellos un derecho cultural psicoactivo.
La campaña Mi cerebro es creativo es para anancefalicos o personas con anorexia mental.

La droga es el poder

Me acabo de encontrar esta cita en la literatura light, pero que vale la pena que la conoscan todos:

"La droga es el poder
No estoy muy seguro de que exista una droga más potente ni más adictiva que el poder.
La detesto porque me ha provocado como una tentación la mayor partede mi vida.
La detesto proque he visto las vidas, los matrimonios y las carreras de muchos de mis amigos terminar en la cuneta como resultado de sus promesas vacías.
Para mí, parece más destructivo -y secductor- que casicualquier idolo"

Pete Wilson, Promesas vacías, Grupo Nelson, 2012, p.67.

Hay que agregar que el poder como droga también hace que se destruyan países, como lo hizo Calderón en su desastroso y fracasado sexenio espurio.

Una década de consumo cannabico por políticos

La nota de la "buena intención" de los póliticos para llegar a un consenso para el debate de la despenalización es algo muy bueno, espero que no sea solo flor de un día porque en México ya llevamos más de una década en que los partidos políticos primero con miedo y tibieza ingresaron la despenalización en su plataforma política tanto Democracia Social (2000), PRD (2003), Mexico Posible (2003), Partido Socialdemocrata (2008, tres iniciativas) PRD (2008), PRD (Asamblea, 2008), PAN (2009), Inicativa Ciudadana (2010).
Pocos de ellos estaban vinculados con el Movimiento Cannábico, los demas fueron bomberazos aislados y protagonicos para su sobrevivencia política.
En 2008, Polo Rivera se preguntaba en la revista Generacion ¿por qué este interés de los partidos en la despenalización si antes no les interesaba? pues para ganar votos. Y ahora en 2012, reconoce que todos los legisladores y legisladoras que han propuesto la despenalización no han consumido cannabis de forma recreativa.
Esto ya lo habiamos señalado, no sólo proque a los politicos les da verguenza haber consumido cannabis sino porque en su limitada visión solo creen que consumirla es pachequendose desconociendo que hay muchas formas de consumir sin peligro de viajar.
Digo que de forma recreativa porque como bandera electoral ya la consumieron con muy desiguales y tristes resultados, la más de las veces solo para desgastar la propuesta de despenalización.
Y si la pueden consumir sin manchar su imagen publica y sin necesidad de tener la boca seca ni los ojos rojos tan solo con que su uniforme parlamentario fuera hecho de cañamo, un pequeño gasto que pueden hacerse los grillos, y demostrar como el consumo de cañamo no genera violencia ni adiccción ni delincuencia porque ellos mismos lo consumen.

Coinciden diputados en debatir la despenalziación

Alfonso Garcia nos mando esto:

Coinciden en debatir despenalización de drogas




Por Notimex México
Viernes 03, Agosto 2012
16:50 hrs.

La despenalización de algunas drogas como una medida alternativa para disminuir el consumo, tráfico y violencia debe debatirse, coincidieron diputados del PRI, PAN y PRD.
El priista José Trinidad Padilla López, presidente de la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos, consideró que debido a los niveles de violencia generados por un esquema prohibicionista, la legalización es viable.

“Pero tiene que haber un diálogo muy intenso, buscar alternativas y una podría ser la legalización de algunas drogas” agregó el diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
También se pronunció por reforzar los programas de atención para adictos donde se evite su criminalización; además de poner en marcha programas educativos para reducir a cero el impacto de los grupos del crimen organizado en la sociedad.
Por separado el panista Gustavo González Hernández, secretario de la Comisión Bicameral de Seguridad Nacional, consideró que en el debate sobre el tema también debe participar Estados Unidos.

“No puede limitarse el debate sólo al trasiego de la droga, tiene que verse como un problema regional,entre México y Estados Unidos, si legaliza nuestro país pero no lo hace el gobierno estadounidense, no se resuelve el problema”, estableció.

El legislador del Partido Acción Nacional (PAN) señaló que de acuerdo al propio gobierno estadounidense, el número de consumidores en ese país no ha presentado disminución en los últimos 10 años, mientras que México registra costos históricos en la lucha contra el narcotráfico.
A su vez la diputada perredista Teresa Incháustegui Romero, secretaria de la Comisión de Seguridad Pública, se pronunció por debatir la despenalización sólo del consumo, pero con un control del Estado sobre la producción y comercialización de drogas.
“No se trata que todo mundo trafique o venda, sino primero que se considere que las personas puedan tener su planta en casa y no incurrir en el tráfico y para el tema de los cultivos el gobierno los regularía”, dijo la diputada del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Agregó que el Estado debe destinar más recursos a la prevención y atención de las adicciones ya que “hemos visto un política de persecución y criminalización de todas las drogas en lugar de invertir en prevención”, expresó.



Entrevista a Juan Pablo Garcia Vallejo por Carlos Martinez Renteria




1.     ¿Cómo inicia tu interés y tu gusto por el tema de la marihuana y su despenalización?

Juan Pablo García Vallejo: Mi interés sobre la marihuana comenzó desde la militancia contracultural en 1980, entre el grupo de jóvenes ceceacheros y universitarios que crearíamos la revista La Guillotina, en 1983, tanto por la experimentación de la conciencia y ser un símbolo de protesta social, pero más sencillamente por el derecho al placer y al uso del cuerpo. Este discurso contestatario estaba basado en la crítica de la vida cotidiana en la sociedad capitalista, para develar qué hace el poder en tu cama, en tu cerebro, en tu educación, en tu empleo alejado del dogmatismo estalinista muy en boga en la izquierda sectaria y amaestrada. Todo esto gracias a que éramos un grupo de jóvenes no sólo críticos del poder sino también lectores ávidos. La lectura constante para nosotros estaba más allá del aprendizaje escolar, era el acceso a  la cultura y sobre todo el granero permanente para crear argumentos críticos para la discusión.
En La Guillotina se da un cambio generacional en el consumo de marihuana, porque para los compañeros mayores la mota había sido una cosa generacional, ya habían pasado por eso, ahora eran ex consumidores, y estaban a favor de la despenalización pero para nosotros la marihuana se volvió parte de nuestra vida.
El entorno social estaba dominado por la crisis económica, pero eso nos alertaba para alejarnos de la dictadura de la esclavitud asalariada, que destruye muchas vidas tan sólo por buscar satisfacer las necesidades materiales básicas dejando al poder la explotación y manipulación y monopolio de las necesidades post-materialistas; nosotros preferíamos practicar el Carpe Diem: aprovechar el día. Sabíamos que el trabajo asalariado aumenta la miseria como decía Marx y los situacionistas nos lo confirmaban diariamente.
Sobre la despenalización de la marihuana entra dentro de la lucha por las libertades individuales que difundía la literatura contracultural y que se diferenciaba enormemente del discurso de ignorancia institucionalizada mantenido por todas las burocracias parasitarias sean gubernamentales, universitarias, eclesiásticas, sindicales y periodísticas.
Muy poca gente hablaba de legalizar las drogas porque acríticamente preferían adoptar pasivamente los prejuicios y moralismo tradicionales de esta sociedad mexicana conservadora. A diferencia de la mayoría de la gente pienso sinceramente que la sociedad mexicana nunca ha sido progresista, vive dominada por el paternalismo autoritario priista, siempre buscando un redentor que le arregle los problemas.
Así la despenalización de las drogas era por vía de la divulgación práctica de este derecho al placer, al cuerpo, sin las pesadas cadenas de las tonterías impuestas por el poder. Pensaba que era también a través de las leyes, pero en el régimen autoritario priista esto era casi imposible porque todo el sistema jurídico mexicano está muerto, es impracticable comenzando por la propia Constitución de 1917 y todos sus miles de parches.
Y además porque nuestros héroes literarios, nuestros gurús libertarios, que seguíamos a pie juntillas como los poetas malditos y la Generación beat nos decían que la cuestión de la droga era algo más revolucionario para ir minando los bastiones tradicionales del poder capitalista, que sólo las demandas materialistas de los partidos de izquierda.


2.     ¿Cómo es tu entorno personal y en general del país en esos días iniciáticos?

Mi entorno era a la vez familiar y a la vez de vida alternativa con mis amigos, comencé a consumir cannabis ya en la universidad y por la formación tradicional de mis padres pues eso era algo bastante malo pues tenían dogmas irreflexivos y desinformados y eso a mí no me importaba porque ellos pertenecían a otra generación donde se permitía el alcohol con excesiva tolerancia pero nada de marihuana. Es un cambio de concepción del mundo, una nueva Weltanschauung cotidiana, lo que para los padres es malo para los hijos es permitido si estos así lo quieren. Hay que alejarse de las telarañas conservadoras o desinformadoras de los padres.
Y a nivel social la marihuana estaba completamente satanizada, maldita no sólo por la persecución social de los consumidores, sino por el miedo generalizado a la extorsión económica o de cuerpo que querían los policías si te detenían cuando iba una mujer. Y la política represiva del Estado gandalla estaba más que al orden del día, nadie hablada de despenalización, a pesar de que Miguel de la Madrid, un presidente gris,  impuso esa tontería de la Renovación moral cuando fomentaba el narcotráfico en la trastienda de su gobierno.

3.     ¿Cómo nace la propuesta del Primer Manifiesto Pacheco?

La idea nace después de que detienen al narcotraficante Rafael Caro Quintero y observar la pasividad de los consumidores indiferentes en la universidad, eran consumidores desideologizados, sólo querían divertirse sin más reflexión crítica, mientras que nosotros nos considerábamos consumidores conscientes de nuestra práctica cultual psicoactiva.
La idea de escribirlo surgió mientras me estaba bañando y así cuando lo pensé me salí rápido y me fui a escribir 10 oraciones breves. Luego comencé a reunir algunas cosas que había visto sobre la marihuana en distintas zonas de la ciudad como la pinta de varios metros de largo en una barda del panteón en San Ángel que decía “Nosotros los marihuanos somos guadalupanos, no pinches comunistas putos”, algunas grafitis en los guajoloteros, “Fúmate un porro temprano y crecerás fuerte y sano”, es decir, era sabiduría popular posmoderna, más subversiva que la que enseñan en la universidad y mostraban lo diversa que es la población pacheca. La cita de José Coeli  sobre la definición de droga como represión social y mental me pareció sensacional e inigualable porque con su tono frenético daba cuenta de lo que vivíamos en la Dictadura perfecta, pura represión y agandalle, es decir, abuso del poder, de todos los poderes. Y me inspire en Marx, porque lo había leído todo, todos sus libros. Los manifiestos son una expresión contra el malestar y descontento de las condiciones de vida o para exigir derechos nuevos. Lo redacté de forma breve para que la gente entendiera la onda más que con un texto muy largo y cansado.

4.     ¿Qué respuesta tuvo?

A todos los chavos y chavas de La Guillotina les gustó mucho, se volvió mítico, en la universidad también causó conmoción entre los consumidores indiferentes. Algunos pachecos querían que fuera a los callejones del Molinito, en Naucalpan, a leérselo a los marihuanos de ahí pero lo rechacé porque no tengo vocación para adoctrinar a nadie y más porque esos pachecos populares estaban alejadísimos tanto de la contracultura, el conocimiento universitario como de cualquier reflexión crítica, son sumisos por a la alienación capitalista, no han podido salir de la alienación.
Algunos lo consideraban una porquería desde su ignorancia inmensa porque defendía un vicio capitalista pero sabíamos en La Guillotina que ese Manifiesto Pacheco atravesaría varios sexenios para ser popular.
La gran oposición al Manifiesto Pacheco no vino de la derecha ni de la policía ni de gente anti-pacheca sino de gentes que todos consideran progresista. Fue Carlos Monsiváis que recomendó que no lo difundiéramos abiertamente, algo que me molestó mucho y desde entonces el Monky cayó de mi gracia y confirmó que el poder paga por criticarlo aunque se digan de izquierda. Se opuso a él, como se opuso a que los gays marcharan en las calles o la toma de Reforma de Andrés Manuel, es parte de su hemisferio oscuro de este malogrado poeta de La Portales.
Pero donde si tuvo un impacto importante fue en Europa, los guillotinos que fueron al Zapatour me dijeron que en Alemania lo conocían a través de fotocopias. Y a los españoles de Cáñamo les sorprendió que en México se hubiera escrito algo como eso.
Otros activistas cannábicos desdeñaron el manifiesto, pero sinceramente dudo que algún día escriban algo igual, sencillamente porque para eso antes de fumar marihuana hay que conocer cómo funciona el sistema capitalista, para eso tienes que ser primero anticapitalista y luego tener gusto por decir cosas nuevas. El Manifiesto Pacheco sigue teniendo vigencia inclusive con toda su carga ideologizada o incendiaria, porque son un conjunto de afirmaciones muy profundas y humorísticas, nada solemnes.

5.     ¿Cuál era la dinámica de los medios de comunicación en torno a la despenalización de la mota?

Era un tema inexistente, salvo en el suplemento La Jornada Semanal dirigida por Roger Bartra, siempre con su espíritu ilustrador, pero luego también  La Jornada se volvió anti-pacheca, querían la despenalización, si, pero en Canadá, no en México. Era como cuando el PRI decía a la izquierda si a la Revolución socialista, pero en Cuba, no aquí. Esto parece muy extraño pero así fue, La Jornada es anti-pacheca, quizás por su herencia estalinista. Y la despenalización no les interesaba a los investigadores universitarios, sólo al sociólogo Francisco Gomezjara, porque los demás estaban llenos de prejuicios y presos de la meritocracia gris o sólo atentos a su carrera trepadora.
Mis maestros de sociología en Acatlán se espantaban cuando les decía que estaba haciendo la tesis, que bien decían que te titules, les decía no es de eso lo que les estaba hablando sino de las Tesis de la marihuana  (parodiando las Tesis sobre Feuerbach) y se echaban a correr, aniquilando todo el espíritu científico o critico que decían tener. Y esta cerrazón generalizada me reforzaba la idea de lo valioso del manifiesto.
Pero es bueno que preguntes esto, porque hay que decir que los nuevos temas periodísticos ganan espacio en los medios progresistas o moderados porque de ellos escriben gentes que conocen de cerca la problemática de los temas emergentes, no son periodistas improvisados o del bomberazo informativo muy distantes de la pachequez. Eso pasó con el VIH/SIDA, fueron periodistas seropositivos como Francisco Galván Díaz en México, o Randy Shilts en el San Francisco Chronique, que escribían sobre los impactos  del SIDA. Esto sucede así porque a veces los periodistas saben muy bien eso de los géneros periodísticos pero desconocen completamente cómo funciona la sociedad capitalista, la mayoría tiene un gran déficit de conocimientos, por eso siempre han dan preguntando a otros lo que ellos mismos pueden investigar y decir  en vez de los burócratas, políticos o diputados que puedan entrevistar.
Y hasta ahora, no existe una sola sección de Cultura Cannábica en la prensa metropolitana y regional, sólo la tuya de Salón Palacio, y la sección cannábica de la nueva revista Musas de Papel: inspiración sin límites, pero esto se tiene que dar de todas formas como pasó con la diversidad sexual  porque ahora ésta tiene sus secciones de actividades de tiempo libre en muchas revistas, no porque sean muy vanguardistas esas publicaciones convencionales sino por cuestiones de mercado.
Afortunadamente vivimos ya en una sociedad post-gay, ser gay ahora no tiene nada de subversivo ni de apasionante sino es sólo una ventana de conformismo consumista y de indiferencia general, ya no tienen ningún discurso sobre el cuerpo ni la identidad gay, inclusive, frente a tantos casos de homofobia y de crímenes de odio, algo que desafortunadamente no han podido resolver ni detener los gays glamurosos que llenan el Zócalo, por más derechos que les haya dado el poder falo centrista.

6.     ¿Cuáles son para ti los principales acontecimientos que fueron abriendo el debate por la despenalización?

Principalmente se comienza a abrir el tema de la despenalización de las drogas en la prensa underground, tanto en La Guillotina, como en Generación, el Fanzine Ilegal, La Tinta Suelta, Replicante y uno que otro artículo esporádico o perdido en muchas otras revista. Aquí se encuentran los promotores permanentes de la despenalización. Luego viene la etapa de reflexión social, desde los periódicos se llama a un debate abierto, para cambiar la política represiva, cambiar el modelo decían. Fue Guillermo Ibarra en El Nacional, de 1996, el que señaló cual era el gigante obstáculo para que la gente no hablaba de despenalización de las drogas  que era por miedo al desprestigio y que solo las grandes personalidades  con una moral intachable como Octavio Paz, Carlos Fuentes podían hacerlo. Es otro acontecimiento importante para socializar la despenalización. Paz apoya la despenalización pero no asume públicamente que fumó en su juventud.
Otro gran acontecimiento fue la segunda visita del abuelo psicodélico, Antonio Escohotado en 1998, pues mis amigos del gobierno democrático me dijeron que a quién recomendaba para que diera una conferencia sobre la despenalización y sin dudarlo les mencione que trajeran a Escohotado y si lo trajeron. Su conferencia ha sido la que ha contado con mayor asistencia que ninguna ley de despenalización hecha por los políticos. Tú sabes eso porque también estuviste ahí.
La despenalización tenía el apoyo de los lideres universitarios pero luego fueron alejándose hasta que aparecieron los líderes naturales del movimiento en el año 2000, que es la génesis del Movimiento Cannábico Mexicano, es decir, pachecos organizados, no ya aislados y escondidos en los closet, las azoteas y los baños de su casa. Son los primeros ciudadanos psicoactivos, algo que no existía antes.
También está el incipiente interés de los partidos de izquierda por la despenalización como una forma de restarle poder al narcotráfico pese a que los partidos están desprestigiadísimos entre los pachecos anarquistas y los radicales pues saben claramente que no representan a nadie, sólo sus intereses presupuestales.
Pero para mí hay un acontecimiento mucho más importante que pocos pachecos e investigadores reconocen como importante para la despenalización de la marihuana que se dio a través de la rehabilitación médica de la marihuana que hicieron los seropositivos desde 1984. Esto fue la primera victoria indirecta de los pachecos a nivel global.
La despenalización de ahora le debe mucho a la respuesta social al SIDA, porque comenzó no sólo con la política de reducción de daños para  atender a los usuarios de drogas intravenosas, aquí nace el esquema global de tolerancia, sino porque era una nueva forma de consumidor, los enfermos, quien demandaba su derecho a consumir cannabis, no ya desde la marginalidad contracultural o contestataria sino desde muchos espacios sociales para mejorar su salud, todo lo contrario a lo que dice la propaganda prohibicionista y criminalizadora que las drogas destruyen. He escrito varias veces de esto en mi periodismo sobre el VIH / SIDA.
Un segundo avance de la despenalización fue el redescubrimiento de la marihuana como materia ecológica universal, comenzando con el uso de ropa cannábica, que es muy cara para nuestros salarios raquíticos, pero de muy buena calidad.
Y como gran enemigo continuaba la desinformación, incluyéndome nadie en el año 2001, sabía que en Portugal se habían despenalizado las drogas. Solo se tenía conocimiento del modelo holandés de despenalización parcial y muchas especulaciones del modelo californiano de uso médico.
La más reciente contribución a la campaña de despenalización es la organización de Cannafest en el DF, desde el 2010, para reunir firmas para realizar un referéndum en el DF y divulgar la Iniciativa ciudadana del Estado de México, esto coordinado por el infatigable esfuerzo de Alfonso García Pérez, secretario general de la AMECA, de negociar los permisos con las autoridades democráticas del gobierno capitalino.
Y con esto se amplía las actividades cannábicas no sólo ya la marcha anual en mayo pues ahora hacemos cuatro Cannafest al año, uno en cada estación, así el malestar de algunos cannábicos que se preguntaban “¿Por qué solo un pinche día para a la marihuana?” También con estos se demuestra que la reunión de consumidores de cannabis en espacios públicos, además de ser un derecho a  la ciudad como ciudadanos, no representa un peligro para la sociedad mexicana, como muchos suponen desde los laberintos atormentados de sus cerradas mentes.

7.     A más de 20 años de distancia ¿cómo adviertes el movimiento cannábico y la conciencia ciudadana por la despenalización?

El Movimiento Cannábico ha conseguido varias victorias pero que no se aceptan como tales por el gran vacío informativo que pesa sobre él. Primero fue ganar la calle con el reconocimiento social, se sentía una sensación muy especial ir a las primeras marchas para fumar marihuana sin miedo a que te detuviera las policías. Era el nacimiento del orgullo cannábico, los pachecos nos reconocíamos como iguales y comenzábamos a hacer redes informales de información. Pero no se hablaba de autocultivo porque eso no se ha generalizado en México, la gente prefiere comprar en el mercado negro porque es más fácil que andar cultivando y esperar tres o cuatro meses para gozar de un toque. Y además quién en México se va a ir a sembrar al campo, sólo unos idiotas. El campo mexicano está muerto para nuestra desgracia por la corrupción gubernamEntal.
Aunque hay pocos cannabicultores, como Bob que me platico que sus padres le dejaron fumar marihuana  sin ningún problema ya pero cuando comenzó con el cultivo en su closet sí que se espantaron y no lo permitieron. Y hay que reconocer que el autocultivo es la forma directa de acabar con el mercado negro.
En segundo lugar hay que voltearle la tortilla a los dogmas del poder no más enfermos ni delincuentes sólo ciudadanos cannábicos, esto es una verdadera revolución copernicana porque una identidad proscrita e inventada un medio siglo atrás, la de la imagen terrible del marihuano como un monstruo social, era transformada por las nuevas generaciones de pachecos. Estos son victorias simbólicas de la Cultura cannábica sin necesidad de intermediarios partidistas ni de leyes absurdas.
Y tampoco se habla del variado reflujo del Movimiento Cannábico  porque la asistencia a las marchas no aumentó luego de 2005, quizás por la estigmatización de cannabis con actividades delictivas que incentivo la guerra contra el narco que impuso Calderón, pero ahora hay un relevo generacional. Muchos se alejaron del movimiento por distintas causas de poco peso por una parte unos no querían música de reggae, otros porque no querían asumirse pachecos en todos lados y a todas horas y fuera de la marcha los identificaban como pachecos y ponían en riesgo su situación laboral, otros más porque entraron los partidos políticos como el caso del Foro Cultural Alicia y muchos otros porque tuvieron hijos, así que pachecos y pachecas dejaron la militancia cannábica para atender a sus bebés. Una paternidad responsable, bien por ellos.
Ahora ya se rompió el aislamiento ya hay una Coalición Latinoamericana de Cannábicos que es la expresión de la ola de despenalización en América Latina, donde cerca de 10 países ya han descriminalizado el consumo pero sigue la prohibición en las demás eslabones de la cadena de producción.
Pero esto es muy poco conocido y evaluado por los pachecos en general.
Y te digo hay un relevo generacional con organizaciones no ya patito sino que parece que cuentan con más recursos materiales y de difusión a nivel internacional como ReverdeSer y Estudiantes por una Política Sensata de drogas en varias facultades de la UNAM. Ellos están haciendo más proselitismo para hacer células cannábicas en los centros de educación media y superior.

8.     ¿Cuáles serían las principales acciones que tú has realizado en favor del movimiento?

Después de redactar el Primer Manifiesto Pacheco, seguir escribiendo para hacer más presente el debate de la despenalización en la prensa convencional en el Estado de México y en varias revistas efímeras, para que se vaya sensibilizando la población y no crea que son cosas alejadas de su realidad. Diez años después, en 1995, volvía a escribir otra especie de manifiesto donde señalaba el desinterés e indiferencia de los consumidores por conseguir la despenalización, este también lo publique en La Guillotina y vine en mi libro La Sociedad Gandalla. De la Utopía a la Distopía, Ediciones Casa Vieja 2001.
Escribí sobre cada celebración del Día Mundial de Liberación de la Marihuana, para insistir en la divulgación de la Historia de las drogas como parte de las ciencias sociales nuevas y necesarias para entender la realidad tan conflictiva que vivimos con las sustancias psicoactivas ilegales.
Hasta que en el 2005 publiqué el primer periódico especializado en marihuana en México, La Gaceta Cannábica: publicación cultural sobre la planta amiga,  y esto para recuperar la historia de la marihuana en México, el cambio en sus usos y los sectores sociales consumidores y además, conocer las consecuencias públicas de esta práctica cultural. Es una publicación desde dentro el movimiento porque un movimiento sin prensa pues sencillamente no existe.
Esta es quizás la mayor contribución, porque la mayoría de los pachecos se quedan solamente en el pensamiento mágico de la despenalización, en el presentismo, cuando es necesario recuperar la memoria, reevaluar la identidad deteriorada del marihuano creado por la prensa sensacionalista y reafirmada por el establishment jurídico, medico y político, voltearle la tortilla a sus representaciones sociales estigmatizantes, desnudar el tabú social, combatir la desinformación y solucionar la gran laguna informativa que padece la sociedad mexicana. Todo esto la gente lo cree que es natural pero ha sido fabricado premeditadamente por los prohibicionistas.
Otra contribución es divulgar categorías propias del Movimiento Cannabico para superar las limitaciones conceptuales de las instituciones, así planteé la necesidad de una visibilización digna, este va a ser un planteamiento de largo alcance inclusive más allá de cualquier tipo de despenalización, así como el reconocimiento del orgullo cannábico de sentir una satisfacción por estar en la lucha por la despenalización como una propuesta incluyente, tolerante intercultural y pacífica necesaria para la sociedad mexicana, también el ubicar la despenalización de las drogas como un derecho cultural dentro de lo que se llama la diversidad de conciencia, esto sería una identidad psicoactiva, no más delincuentes ni enfermos sólo simples ciudadanos psicoactivos. Esto se llama la ciudadanía compleja, porque el Estado tiene necesariamente que integrar a sus discursos institucionales porque antes no existía esa figura jurídica, sólo imágenes distorsionadas de los consumidores.
Al inicio de este año redacte El ABC de la convivencia cannábica,  esto porque las autoridades del Gobierno del DF querían que los jóvenes asistentes al Cannafest que estábamos organizando para febrero no consumieran alcohol. Esto no sólo es una preocupación de los burócratas sino de nosotros mismos, porque la marcha y los Cannafest son para divulgar la cultura cannábica  no para fomentar el alcoholismo.
También redacte la Agenda cannábica de 2012, que presente al Frente de Artistas y Organizaciones Sociales por la Liberación de  la Marihuana. Son documentos sencillos pero muy necesarios para que se lo lleven los que asisten a los Cannafest y visibilizar lo más posible no sólo el debate de las drogas sino  que ya vivimos en la Era del cannabis legal. Cuando los Pachecos y pachecas veían la Agenda cannábica se sorprendían de que hubiera una treintena de días al año en que se promovía la despenalización y la cultura cannábica y de eso se trataba, que la gente entendiera que ya hay muchas fechas donde se puede impulsar la despenalización.
A otros activistas parece que no les gusto, pero estas son propuestas proactivas y ellos no proponen nada de nada solo la pasividad pacheca, hay que pensar, discutir no contemplar y fomentar la cultura de la derrota creyendo que todo va a venir gratis desde el poder. La prohibición ya la derrotamos y eso muchos cannábicos no lo ven, quién sabe qué quieren, ahora lo que hay que hacer es visibilizar mucho mas la Cultura cannábica y dejarnos de las pendejadas de la prohibición porque ésta ni es eterna, ni perpetua ni inmutable. No hay ninguna justificación para seguir manteniéndola. Esto no solo son frases huecas sino con mucho sentido y contenido.
Pues para el año 2040 ya no existirá la Guerra contra las drogas dicen algunos investigadores, esas son buenas noticias que nos vienen del futuro-presente, aunque nosotros ya no estemos aquí sino en el otro barrio. Y esto es una gran ventaja porque ya se puede predecir los escenarios de la despenalización, pues ya vivimos la distopía del narco y la inutilidad de un siglo de prohibición. Hay que decir que si habrá más consumidores de cannabis pero no todos serán recreativos, habrá mujeres que lo utilicen para combatir el sobre peso con aceites hidratantes, otros preferirán su uso gastronómico, más gente que va a comprar ropa de cáñamo, diversos enfermos terminales también lo consumirán con dosis bajas de THC. Es decir, habrá un panorama múltiple de consumidores.
Y no hay que olvidar que ya la ONU comenzó la despenalización desde arriba porque ya no puede resolver ninguno de los problemas sociales creados por el crimen organizado: lavado de dinero, sobrepoblación de cárceles, violencia exagerada, corrupción de sistema financiero y penal, nuevas formas de esclavitud para mujeres, violación de derechos humanos etc.
Esto de la ONU es desconocido completamente por la mayoría de los pachecos mexicanos pero de todas formas ahora tenemos ya varios modelos de los cuales aprender el holandés, el portugués, el californiano para uso médico. Pero cada país tiene que adoptar la despenalización de acuerdo a su contexto socio-cultural particular. Exportar modelos de países desarrollados a subdesarrollados no funciona y nunca hay que olvidar que México es experto en importar modelos extranjeros cuando estos ya no funcionan en el mundo entero y los aplica como si fueran la décima maravilla del universo.

9.     ¿Cómo definirías tu proyecto de la Gaceta cannábica, cuántos números han publicado, cuáles serían algunas de sus principales colaboraciones, sus dificultades y su futuro próximo?

La Gaceta cannábica es una publicación cultural original y de largo alcance, hasta ahora llevamos once números, cada número es valioso por él mismo tiene información actual, una sección de memoria con documentos históricos para que la gente conozca esos documentos que le son de acceso difícil como la defensa que hizo José Antonio Alzate de la marihuana médica en 1772, o lo que sucedió en los debates constituyentes de 1917, donde nace la prohibición, la intolerancia y el rechazo total a las drogas, algo que pocos conocen. Y que se basó en concepciones pseudocientíficas de la “degeneración de la raza”, que es una completa tontería.
La Constitución mexicana es idolatrada por sus derechos laborales, la reforma agraria y demás cosas que no ha cumplido pero también ahí se gesto el nacimiento del contrabando de drogas que ahora conocemos como narcotráfico.
También publicamos la entrevista de Julio Scherer García que le hizo a David Alfaro Siqueiros cuando Diego Rivera y el grupo de muralista quería descriminalizar la marihuana en 1922. Y te he de ser sincero ese manifiesto o lo que sea no lo he encontrado hasta ahora. Pero esa experiencia término  mal hay que decirlo.
La sección Arqueología del saber cannábico son citas de diversos tiempos que encontramos en nuestras lecturas de historia de la marihuana para que también la gente sepa que no estamos inventando nada: tenemos de ventaja sobre la gente que nosotros partimos de un método científico para estudiar la marihuana y no ya con concepciones superficiales, erróneas.
En varios artículos de primera plana criticamos las propuestas recientes de despenalización como la de Bernardo Batiz de legalizar sólo en cárceles o la draconiana propuesta irracional y autoritaria de Peña Nieto de castigar con pena de muerte no sólo a narcotraficantes sino también a los consumidores y por último, develar el carácter mediático de varias iniciativas legislativas que sólo son para “echar desmadre” como declararon estos políticos a los periódicos porque como pierden votos también saben que perderán sus dietas parlamentarias.
Estas leyes se hicieron sin consultar al Movimiento Cannábico como si lo hizo el Partido Alternativa Socialdemócrata, hay que reconocerlo,  invitando a varios de sus principales integrantes y crear un grupo interdisciplinario de profesionales, el Grupo Cáñamo, que hicieron un trabajo excelente, con propuestas bastante maduras y sensatas,  pero no hay que olvidar que una ley sin base social está muerta de antemano.
Esto pasó con la iniciativa de René Arce y la de Víctor Hugo Círigo, sus intentos de despenalización son en realidad campañas para desgastar el tema de la despenalización entre la opinión pública. Esto sirve para aclarar que son los implicados en los problemas sociales los primeros interesados que tienen que ser consultados por quienes “desde fuera” quieren cambiar las leyes. Ya no se vale que los hombres hablen por las mujeres, que los adultos hablen por los niños, que los heterosexuales hablen por los de la diversa  o que los abstemios hablen por los consumidores de sustancias.
El gran error de Arce y Círigo es hacer una ley sin los implicados y eso es una burla para la sociedad mexicana. Yo veo esto así otros siguiendo presos de la sumisión a los políticos, lo vieron muy bien pero creo que les falta mucho criterio e información.
Incluimos una sección de cannabis médica para consolidar la rehabilitación médica para el tratamiento de un sinfín de enfermedades que se están investigando actualmente alrededor del mundo. Esto también no es ninguna invención. La información la retomamos de la Asociación Internacional de Cannabis Médica, porque aquí en México no hay investigación médica, o quien lo hace lo hace con ratoncitos solamente como en la UNAM, olvidando todo el contexto social conflictivo que vivimos. Y hay que decir que esas investigaciones están muy atrasadas porque eso ya se hizo en otros países desde hace mucho, es decir, que en investigación médica estamos en la prehistoria, eso es muy propio de la UNAM, investigar cosas que ya se saben en otros lados diciendo que son los grandes descubrimientos científicos. Nosotros no somos médicos, por eso tenemos que retomar esa información que no sólo es necesaria sino valiosa de difundir.
Alguna gente me decía cosas como por ejemplo que los chiqueadores de Morelos eran de marihuana, otros que la Emperatriz Carlota durante su prisión en el Castillo de Chapultepec no comía pero si fumaba marihuana que le daban los indígenas que la cuidaban, o que Antonio López de Santa Anna también fumaba marihuana para los dolores de su pierna amputada, pero eso no está en los libros. Por ejemplo, el dictador Santa Anna a ninguno de sus biógrafos críticos les hubiera costado nada agregarle el san Benito de marihuano para aumentar su anti popularidad de este seductor de la patria. En la investigación histórica no hay nada de eso, ya lo hubiéramos encontrado. Y siempre necesitamos los documentos para que no sólo nosotros lo veamos sino también cualquier persona lo pueda comprobar.
Una sección de libros para que la gente sepa que hay una cantidad importante pero limitada de libros sobre historia de las drogas, que aquí en México quien sabe porque se niega. Y digo quién sabe porque cualquier mexicano que se aprecie de serlo debe saber que Quetzalcóatl, el héroe civilizador mesoamericano, consumía sustancias alucinantes, hongos sagrados, y que por eso tenemos los mexicanos una inclinación a la embriaguez. Una gente de gran conocimiento, no consumidor de cannabis, me dijo que eso era un mito pero pienso que toda su sensatez, su racionalidad no sirve de nada, porque de mitos está hecho el mundo, la humanidad y la cultura.
Así se comprueba una vez más que la oposición a la despenalización no viene directamente desde la derecha, la iglesia, la medicina, los medios de comunicación o políticos corruptos sino de gente con conocimiento pero que resultan ser sólo expresiones de su distorsionadas conciencias pequeñoburguesas egoístas.
Mucha gente sólo acepta el uso de drogas de forma nostálgica y museificada entre los indígenas y los hippies, pero no la asimila las experie4ncias de los consumidores de los sesenta, nosotros de los 80 y los nuevos consumidores cannábicos del año 2000,  que son otras formas de convivir con la marihuana.
Desde los primeros números de la Gaceta Cannábica invitamos a la gente a que nos enviara sus colaboraciones pero parece que hay una anorexia mental no quieren escribir y animamos a que surjan más publicaciones pero para esto también hay gran resistencia o quieren hacer publicaciones comerciales marihuaneras con gorras, discos y todas esas pendejadas que a nosotros no nos llama la atención ni nos interesa.
La Gaceta Cannábica tuvo gran aceptación tanto en el periodismo cultural como en el informativo la comentó Humberto Musacchio, Javier Solórzano, Jacobo Zabludowsky todos señalaron que era un tratamiento bastante distinto al sensacionalismo y oscurantismo prohibicionista y que hacia una gran aportación a la cultura mexicana.
La Gaceta se ha convertido en un periódico de referencia para el Movimiento Cannábico y para la sociedad en general porque no sólo es para los consumidores en particular sino también para los ex consumidores y los no consumidores que están a favor de la despenalización como los ciudadanos pro-seguridad que lograron que Calderón diera ciudadanía al debate sobre la despenalización pero al mismo tiempo lo utilizó como una forma de descalificación de que no resolvería el problema del narcotráfico.
La Cultura cannábica es incluyente no fomenta los procesos de exclusión social y acepta la solidaridad y simpatía por al despenalización de gente que no la ha consumido y nunca lo hará.
En el número cinco hicimos una radiografía del Movimiento Cannabico, quién es quién: quienes son los profetas, los gurús, las asociaciones cannábicas, algo que nadie se había atrevido hacer, quizás por falta de información pero creemos que por falta de método de investigación. Hicimos uno dedicado a Tin Tan, otro a Agustín Lara que son iconos populares pero que son en realidad el capital cultural de los marihuanos.
La cultura cannábica tiene más capital cultural que la prohibición, un poco menos que la narco cultura comercial que nos inunda en los corridos, el cine, etc. La narco cultura fue una importación de Colombia en los años 80´s, pero México tiene una larga historia cultural de la marihuana por eso no es una exageración lo que afirmó el pintor Manuel Rodríguez Lozano, en 1959: “México es el país de la marihuana”.
Y esa es la misión de la Gaceta recuperar ese capital cultural, revalorar la historia y la identidad cannábica y dar ciudadanía a la historia de las drogas y particularmente a la cultura cannábica. Sobre el rock y cine marihuanero casi no hemos publicado nada, porque soy más de la cultura de Gutenberg y se reconocer mis limitaciones.
La principal dificultad de la Gaceta Cannábica es económica, porque como no es una publicación comercial tienes que invertir en la edición y no recuperas para imprimir la siguiente. Muchos quieren que se haga revista pero ya sólo en la portada te vas a gastar un dineral, pero a mí no me gusta hacer revista me parece mejor los periódicos.
Y desde el año 2007 estamos cada año en la Feria del Libro del Zócalo, es decir que en el corazón de México la Cultura cannábica se difunde sin temor a ninguna forma de represión y a la gente que asiste se le sorprende ver un periódico dedicado a la marihuana, más allá de las risitas pendejas que hacen.
Asistir con las publicaciones y libros cannábicos a las ferias del libro es visibilizar la propuesta de despenalización alejada de los escenarios de la prohibición y esto es mejor, porque la Gaceta nació de lecturas y es en encuentros de escritores y ferias de libro donde se divulga mejor esta publicación. Esta es una campaña constante, no como los partidos políticos que tienen sus tiempos muy acortados y sus esfuerzos se pierden a la siguiente legislación.

10.                 ¿Cómo se conforma actualmente tu acervo de publicaciones cannábicas?

Para el año de 2010, con la moda por la historia con eso del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución mexicana escribí La disipada historia de la marihuana en México, 1492-2010, publicado por Eterno Femenino Ediciones de reciente creación, para hacer una lectura de la historia de México desde la marihuana, no desde el poder. Es una historia desde abajo y su principal mérito es que está hecha desde México no desde ninguna universidad de los Estados Unidos como paso con la historia del rock, la historia del movimiento gay y muchas otras cosas que nos demuestran que los mexicanos desconocemos nuestra propia historia. Pero los marihuanos ya tienen aquí su historia.
Es también una historia negada, distorsionada y mantenida en la oscuridad por falta de interés de investigar cómo los mexicanos hemos convivido con la marihuana durante 500 años de distintas formas y con diferentes consecuencias, esta guerra contra las drogas es lo más grave que ha sucedió en cinco siglos.
Luego hice a inicios de 2011 junto con la editora Noemí Luna García, la Antología de Manifiestos Cannábicos. Documentos históricos, porque comencé a reunir los que se habían hecho en México como el Primer Manifiesto Pacheco de La Guillotina, el de García Márquez, el tuyo de Generación, el de México Posible, el de Polo Rivera de la AMECA sobre el autocultivo. Enseguida busque algunos manifiestos publicados en España y me di cuenta con mucha asombro que nadie había publicado una antología como ésta, ni en Europa ni en Estados Unidos. La gente se asombra que exista un libro como este y eso es algo agradable saberlo y comprobar que es necesario hacer libros que no existen.
Un aporte importante de libro es que integramos la Manifiesta Pacheca, redactado por Noemí Luna García,  porque a las mujeres se les ha tratado muy mal, creemos que el aumento del consumo de sustancias psicoactivas entre las mujeres es un avance de las políticas de género, porque los avances de las mujeres se reconoce en el deporte, la grilla, la ciencia, pero no en esto que las oprime y reprime de muchas formas.
Hay que decir, como sabes, que hacer un antología en la República de las Letras significa mostrar un nivel de conocimiento avanzado de sus autores, no cualquiera puede hacer antologías siendo un principiante simplemente porque serás objeto de muchísimas críticas tanto de los que sí saben como de los que no saben.
Y por nuestro conocimiento profundo de la epidemia del SIDA sabemos que cuando se intenta solucionar un frente de la problemática de las drogas aparecen nuevos escenarios y retos que enfrentar, pero estamos preparadas para eso en la Gaceta Cannábica, que ahora tiene también un blog, gacetacannabica.blog sencillo sin grandes pretensiones porque esa es otra de nuestras limitaciones, no fetichizamos eso de las redes sociales, sabemos sus limitaciones, lagunas y errores gigantescos.
Para la primera Conferencia Nacional de Drogas de 2011, organizada por CUPIHD a la que vendría cannábicos de muchos países latinoamericanos hice el texto Arqueología de la prohibición, pensamiento cannábico en acción, en EFE, que es un texto de inventaría, donde haces una selección de citas inteligentes de investigadores en historia de las drogas, cannabicultores, periodistas y agregas algunos pensamientos propios para mostrar las ventajas de la despenalización frente a las desventajas costosísimas de seguir impulsando la prohibición.
Y luego hice la Lectura iconográfica de la Cannabis Cop, de Gerard Seyfield, un cartel que hizo en 1996 para el Museo de la Marihuana de Amsterdam, que es la historia universal de la marihuana desde el neolítico, hace 10 mil años, el uso en la Era oceánica, con los pintores en el renacimiento, los escritores franceses del Club de Hashish, su influencia en el Jazz, en el rock, en el movimiento hippie hasta la Era del cannabis legal  y que llevaba a las marchas y Cannafest para enseñárselo a los marihuanos pero me sorprendía que muchos de ellos no comprendieran muchas de las imágenes ahí plasmadas.

11.                 ¿Cuáles son los nuevos proyectos? 

Quiero rescatar del olvido inmerecido la conferencia que dio el doctor Leopoldo Salazar Viniegra en la Academia Mexicana de Medicina, en 1938, El mito de la marihuana, porque es un texto desconocido por todos. Salazar Viniegra es uno de los mejores médicos de México que hizo un gran esfuerzo por terminar con el contubernio de corrupción entre narcotraficantes y las diversas policías, que ha creado esta distopía del narco, violencia exagerada e inhumana por todos lados.
También estamos trabajando para hacer un libro sobre la presencia de las mujeres en la historia de la marihuana porque a las pachecas no sólo se les aplica una discriminación cuádruple, sino que además se les niega su empoderamiento y derecho a consumir marihuana.
Los doctores y doctoras y de más personeros del poder piensan erróneamente que el consumo de sustancias psicoactivas no va con el modelo de mujer, eso es una gigantesca tontería. Pues aparte de la  esposa sumisa, la madre abnegada, la hija obediente que son personajes pasivos femeninos  desconocen completamente o lo ocultan que hay más figuras femeninas que si consumen drogas. Las  chicas solo quieren divertirse.
Con más frecuencia se difunden noticias sobre el aumento del consumo de sustancias psicoactivas entre las mujeres pero más que un problema de salud pública creo que en el fondo se trata de una cuestión más profunda y compleja, es decir, que con esta inocente información repetida en los medios de comunicación se quiere seguir manteniendo el control  en varios aspectos de la vida de la mitad del cielo, es decir, de todas las mujeres de México.
 Pero si consideramos que la pobreza y la enfermedad son algo que hombres y mujeres hacen a otros hombres y mujeres, entonces ya la noticia del incremento en el consumo de drogas entre la población femenina pierde toda su inocencia científica y superficialidad mediática porque oculta muchas cosas:
 *Que la ciencia médica quita la autonomía a la mujer;
*Que la mujeres están sometidas a una cuádruple dominación: se les invisibiliza; se les victimiza; se les silencia y, finalmente, se les discrimina.
*El consumo femenino  de sustancias psicoactivas es la derrota de uno de los tradicionales bastiones ideológicos y sociales del poder patriarcal.
*En los albores del siglo XXI hay más pachecas en México. No hay duda, el género avanza.
Y  de acuerdo a la nueva  ciencia de Historia de las mujeres sabemos que existen más roles activos no tradicionales de las mujeres que si están vinculados directamente con el consumo de drogas y, que a la vez, han sido un desafío permanente al poder masculino, son las transgresoras de convenciones y normas sociales: desde la omnipresente bruja, la marginada prostituta, la benefactora herbolaria, la alcahueta, la sensual vampiresa, la artista libertina, hasta la consumidora de sustancias psicoactivas de la sociedad del siglo XXI, la mujer psicoactiva.
Esto último quiero ilustrarlo con la experiencia de Karina Malpica, la primera mujer en México que hizo una página web sobre drogas y donde explica sus distintos viajes geográficos y psiconaúticos, sin ninguna vergüenza, ni pena ni nada parecido, sino por el contrario, admite con mucho orgullo y valentía que consume sustancias psicoactivas y lo seguirá haciendo. El modelo biomédico autoritario y androcrático niega el empoderamiento de las mujeres, es decir, el control de sus propias vidas sin la tutela de ninguna figura masculina o institucional. La mujer psicoactiva es otra derrota más del poder patriarcal.
Otro proyecto en el que estoy trabajando es hacer la historia del Movimiento Cannábico Mexicano porque algunos creen que no existe, pero si existe una historia del disenso psicoactivo en la sociedad mexicana. Porque el movimiento tiene su génesis, auge y reflujos, va cambiando de objetivos, puede conseguir la reforma a las leyes o puede por el contrario recibir la represión del Estado cosa que no ha sucedido abiertamente, sólo el agandalle de Ebrard, en 2008, en el Parque México que nos mando un grupo de granaderos para impedir la marcha. 
Esto es un texto necesario porque hay muchos jóvenes que están haciendo la historia de la marihuana pero cuando llegan al año 2000, al nacimiento del Movimiento Cannábico se quedan mudos, no dicen nada y esto es una gran desventaja para ellos porque no tienen el método adecuado para analizar los movimientos sociales más allá del voluntarismo pacheco cautivo siempre del pensamiento mágico para escribir a favor de la despenalización. Esto se agradece pero quedan debiéndonos mucho cuando no aportan nada a la historia del movimiento.
Este nuevo libro lo presentaré en octubre próximo en la semana en que celebraremos el primer Día del Cannabico Latinoamericano que comenzamos a hacer este año.

12.                 ¿Qué cuestionarías del movimiento cannábico mexicano?

No reconocer los avances que hemos conseguido porque luego de las marchas se interesaron los partidos de izquierda y crearon iniciativas de ley que fueron congeladas, pero Calderón en 2009 hizo una despenalización desde arriba, bajo las recomendaciones de la ONU, para descriminalizar el consumo que es criticada y todo, pero es reconocida a nivel internacional como una política no represiva, esto no se valora así porque lo oculta el eclipse del déficit desastroso de la guerra contra las  drogas y porque es solo una salida ya tardía a la política belicista del presidente que ha sido derrotada por los narcos.
Por su parte el Gobierno del Distrito Federal también hizo una ley donde reconoce los derechos humanos de los usuarios de sustancias psicoactivas en diciembre de 2010, es decir, es una Cartilla de derechos humanos psicoactivos. Lo malo de esto es que nadie la conoce y en la difusión de este documento está fallando el gobierno de  Marcelo Ebrard.
Estos dos documentos se tienen que socializar para cambiar no sólo a la lenta cultura criminal y sus personeros los policías, es decir, reeducarlos para que ya no crean simplemente que los consumidores son simples delincuentes o enfermos, sino ciudadanos con plenos derechos. Se necesita reeducar a policías, los periodistas, las Cabezas parlantes de la televisión, a médicos, curas, padres de familia, a maestros de que dejen atrás sus prejuicios absurdos y entiendan que la convivencia con las drogas es una realidad y no algo que sucede solo en la televisión. Que las drogas no son algo ajeno al cuerpo ni a la sociedad sino una forma de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás.
Aquí lo importante es reconocer que estas leyes no se hubieran hecho si no existiera el Movimiento Cannabico Mexicano por más de diez años. El poder no concede derechos no más porque si. Y si esas elites políticas, de derecha y de izquierda, utilizaron la descriminalización de la marihuana para su beneficio político en una coyunta política desfavorable para sacarse lustre, desde ahora en adelante los cannábicos tienen que difundirlas y ejercer sus derechos.
Y los cannábicos no saben que los movimientos sociales tardan en impactar las estructuras de poder, pero consiguen lo que desean, es decir, cambiar las leyes para que su situación problemática deje de serlo, o por el contrario consiguen la represión como única respuesta. No hay más, no hay toma del poder, ni una legalización completa, algo que no existe en el mundo, ni siquiera en Holanda donde solo está despenalizado el consumo.
Aquí en México siempre se quiere todo, estamos enfermos de maximalismo, muchos quieren el paquete entero pero eso en la realidad es imposible.
Pero la crítica más importante es que muchos pachecos fueron los grandes ausentes cuando comenzaron los debates legislativos y eso también hubiera dado más fuerza a las iniciativas de regulación propuestas. Acepto la ausencia de los cannábicos anarquistas y radicales que desprecian a los políticos, que se lo merecen, pero los cannábicos desideologizados donde están, porque no fueron a escuchar los discursos por indiferencia.
Todas las minorías de gays, pro-abortistas, eutanasia, reasignación de sexo fueron los implicados cuando se presentaron sus iniciativas de ley y consiguieron sus reformas legislativas que les interesaban. Los marihuanos no fueron y eso es un gran error, porque no hay que olvidar que en cuestión de movimientos sociales el número de asistentes te da mayor influencia política y social.
En los debates legislativos estaban llenos de burócratas y demás gente que estaba ahí digamos de relleno por otra cosa no por su interés en la despenalización. Los grandes ausentes eran los pachecos.

13.                 ¿Consideras que la despenalización de la marihuana es una posibilidad cercana?

Creo que la despenalización ya la estamos viviendo, pero una legalización será desigual y combinada, no federal o nacional como siempre se piensa en México, es decir, que se hace primero en la Ciudad de México y luego en los Estados, pero primero será en la Delegación Cuauhtémoc, no sólo porque es la más importante sino porque ahí hay mucho consumo de drogas.
Pero con estas leyes, la regulación de dosis personal y los derechos humanos psicoactivos te aseguro que ya vivimos en la Era del cannabis legal, falta que la gente deje sus prejuicios y demás pendejadas para que aprenda a convivir con las drogas y sus consumidores desde una perspectiva de tolerancia no de persecución social, satanización y discriminación.

14.                 ¿Cómo definirías tu experiencia personal de consumir mota?

Es algo importante que es parte de mi vida y porque gracias a ella he escrito la mayoría de mis libros para mostrar cómo se vincula los sistemas cognitivos para la solución de problemas sociales emergentes como el estatus de ilegalidad del cannabis.
Aunque ahora ya no es nada extraordinario consumir cannabis porque uno se encuentra a consumidores en todos lados, en la calle encuentra sembradas plantas de marihuana, ayer encontré dos en la Agrícola Oriental y me las llevé a mi casa. Ya no es una cuestión marginal sino un escenario para el ejercicio de derechos, de los derechos psicoactivos y considerar el consumo como una práctica social legitima.

15.                 ¿Sigues haciéndolo o no y por qué?

Si, sigo consumiendo por placer y en segundo lugar por el deseo de saber más para difundir constantemente la Cultura Cannábica y la despenalización que considero es una propuesta que beneficiara a toda la sociedad. No como los derechos gays solo para una minoría o el aborto legal también para una minoría. La despenalización beneficiara a muchos sectores de la sociedad.

16.                 ¿Qué opinión te merece la política antidrogas del gobierno de Felipe Calderón?

Su guerra contra las drogas  que inicio desde que tomo la presidencia, en diciembre de 2006, sólo confirmo la independencia de  los carteles del narcotráfico de la elite política que ya había soltado el PRI antes de su caída en el 2000, creando una nueva clase de desclasados, todos los narcos son unos completos desclasados, más que la clase media trepadora que conocemos, porque vienen de abajo de la miseria rural y el desempleo urbano y luego suben muy rápido, pero tiene el gigantesco defecto que la elite burguesa no los quiere en sus eventos sociales de prestigio sencillamente porque les falta de abolengo, pedigrí digamos, por más dinero y poder que tengan, no tienen clase.
Con Calderón vivimos la llamada democracia criminalizada, donde el crimen organizado impone su agenda a la sociedad entera. Esto es muy peligroso porque el Estado mexicano está desapareciendo en muchas regiones ya no existe y los narcos dominan todas las actividades. El Estado mexicano solo existe en la televisión o en la foto para los periódicos pero está en retirada y ésta debilidad sirve al crimen organizado, es un Estado de utilería.
He pensado que los narcos son el nuevo sujeto histórico indeseable pero de eso no quiero escribir, no me interesa saber quiénes son ni porque se pelean ni todas las cosas que interesan a otros periodistas pornográficos del narco y que curiosamente estos periodistas que han inflado a los narcos en ninguno de sus libros, ni como periodistas ni como ciudadanos, se pronuncia a favor de la despenalización, sus libros de narcos sólo son bomberazo editoriales de mala calidad dicen puras pendejadas y dejan claro que ellos están del lado de los narcos, como la revista Proceso, aunque digan la tontería esa del derecho a la libertad de expresión, son partidarios de la prohibición y aliados de los narcos.
Lo que me molestó en demasía de la política de drogas errónea de Calderón fue su campaña estúpida de evitar que las drogas lleguen a tus hijos en la escuela cuando eso es ya muy tardío, pues en la historia de las drogas hay un apartado de las formas en que los niños les gusta desvariar, perder la visión racional y jugar con la sensaciones. Las drogas llegan a los hijos cuando los padres los llevan al parque y les dan vueltas, los niños y niñas y ahora también los niños gays demasiado precoces piden y piden más. En las escuelas hay niños que practican la hiperventilación creando sensaciones de mareo.  Y de esto nadie dice nada, hay una hueva mental para contestar las tonterías que divulga el Estado sobre las drogas.
Y creo que por todo el sufrimiento social innecesario y el despilfarro económico en presupuestos para el ejército y demás cosas Calderón si debe ser llevado a la Corte de la Haya por crímenes de lesa humanidad, ya no hay impunidad para ningún presidente que lleva a su país a una guerra perdida de antemano. Y finalmente hay que decir, que mucha gente se queda solo con los 28 mil muertos del año 2008, pero olvidan por completo los 100 mil muertos que según Jesús Blanco Órnelas produjo la guerra contra las drogas desde los años 1980, invisibilizar a esos 100 mil es un gran error que no se debe permitir, porque se disminuye la magnitud y  la gravead del daño hecho tanto por el crimen organizado como por las políticas prohicionistas criminalizadoras de las drogas que impuso Calderón en su