Las alternativas de la prohibición
Juan Pablo García Vallejo
Se anuncio que este lunes se realizaría el Foro Las drogas, prohibición y alternativas organizado por el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad con motivo de una conferencia que su dirigente, Javier Sicilia, daría en la ciudad de Chicago, Estados Unidos, como parte de la Caravana que hace para desnudar los daños de las políticas de drogas en la sociedad mexicana y norteamericana. Pero luego se anuncio que por causas de fuerza mayor se suspendía este evento.
De todas formas hay que reflexionar sobre este tema mucho tiempo porque todavía muchísima gente desconoce que en realidad el régimen prohibicionista internacional impuesto por la ONU, muestra sus inconvenientes desde su postulación, porque la ONU misma es la entidad de defensa de los derechos humanos y dirige y mantiene un régimen represivo. Y que la prohibición crea mucho más problemas que por el consumo de drogas, que no es eterna ni inmutable y fracasa todos los años, en todas partes.
El modelo belicista hegemónico de la prohibicvión ya agoto todos sus limites, con la banalización de la muerte y la ideologización del crimen, y ahora convive con políticas de compensación o sustitución de cultivos y con políticas alternativas de drogas aunque sea en el eslabón del consumo y la tenencia. El modelo holandés de facto que despenaliza el consumo, el modelo californiano que ganó el uso terapéutico de la marihuana, el modelo español del asociacionismo de autocultivo, y el modelo del monopolio estatal como se está discutiendo en Uruguay y las salas de consumo en otros países europeos.
El cambio de paradigma del modelo punitivo a un modelo humanista más seguro y eficaz tiene en América Latina terreno fértil, pues más de una decena de países latinoamericanos ha adoptado politicas de descriminalización de la marihuana. Como la llamada Ley del narcomenudeo propuesta por Calderón y aprobada por el Senado el 20 de agosto de 2009, solo fue una disposición legislativa menor para lavar la imagen el presidente de la Guerra contra las drogas, pues solo admite umbrales cuantitativos irreales de dosis.
Es decir, que las dosis personales máximas legales son algo que no existe en la realidad, porque en el mercado negro siempre se consume más. Se aprobó con cerca del 60% de los votos y 30% de abstenciones por parte de algunos senadores. Pero quien si se molesto mucho por esta ley menor psicoactiva fue la Iglesia Católica
De todas formas esto hizo que México entrara al club cannabico de países latinoamericano que ya ha des criminalizado el consumo, y muestra un cambio de percepción social en cuanto al daño de las drogas y los daños causados por las políticas prohibicionistas.
Pero esto nos sirve para profundizar en la necesidad de difundir la idea de los modelos de regulación modulada de acuerdo a la droga y al daño que este ocasiona. O de otra manera plantea una legalización gradual de drogas y con ello entrar en la pos prohibición con un aprendizaje social de convivir con las drogas, no como algo ajeno al cuerpo humano y la sociedad sino como patrimonio de la humanidad, pasar de la ignorancia y la supertici{on al control de los daños de las drogas y d elos daños mukltipels de las politcas prohibicionistas.
La gente se resiste a la idea de una permisividad más institucional, porque para los pachecos el cannabis está legalizado de hecho, aunque siempre tienen que estar lidiando con los policías. Y muchos otros pachecos desean siempre la enchilada cannábica entera, toda la legalziación. Que en ningun lugar existe, por el contrariosi existen regulaciones graduales en cada eslavon de la cadena del mercado de drogas.
Se piensa que con la despenalización comienza la legalización de la marihuana, es decir, la tolerancia a todos los eslabones de la cadena de producción, transporte, venta y consumo de marihuana, pero eso todavía esta en vías de conseguirse.
Plantear políticas alternativas a la prohibición criminalizadora y violatoria de los derechos humanos es una propuesta que continúa la difusión del modelo permisivo propuesto por gentes que no consumen drogas, como la Comisión Latinoamericana, pero que la adoptan como bandera política y de lucha humanitaria, mientras que otros han sido víctimas de la guerra contra las drogas los ciudadanos pro-seguridad, empresarios y ahora el Movimiento de Paz con Justicia y Dignidad de Javier Sicilia, aunado a todo el trabajo que ha hecho el Movimiento Cannábico Mexicano desde el año 2000 para seguir visibilizando y liberando la mariguana a través de la información y produciendo un nuevo tipo de ciudadanía psicoactiva.
Ya estamos en el Club cannabico Latinaomeicano y se va avanzar más, pese a los obstaculos del nuevo presidente que continuara con la miluitarización del país y quizas con la intolerancia priista contra todas las dorgas.
*Bienvenidos al Club Cannabico Latinoamericano
martes, 4 de septiembre de 2012
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