Juan Pablo García Vallejo
*Lo que le falto a los Diálogos por la seguridad
** Crecerá la tolerancia social
*** La cultura cannábica brilla con luz propia con o sin prohibiciónCiudad de México a 13 de agosto de 2010.-El debate sobre las drogas o la despenalización e la marihuana ha tomado carta de ciudadanía institucional en México al ser reconocido por el presidente Calderón Hinojosa como un tema de reflexión social en sus Diálogos por la seguridad. Un término que no dejara no obstante de ser polémico, pero su abordaje disminuirá la intolerancia hacia las drogas porque será de uso común y generalmente aceptado que todos puedan hablar de los riegos de las drogas y también de sus ventajas. Esto constituye un avance en cuanto a la tolerancia social hacia las drogas.
Con esto se rompe un cerco tabuizante, estigmatizante y discriminativo hacia los consumidores de drogas, para comenzar a abandonar prejuicios moralistas y justificaciones pseudocientíficas que de la prohibición de drogas. Pero al mismo tiempos e consiguió un aplazamiento sexenal para aprobar tal medida. Y esto porque en opinión del presidente la despenalización de las drogas es muy limitada para enfrentar los problemas ocasionados por su comercio ilegal, la proliferación y fortalecimiento de poderes facticos o los narcos sin fronteras que amenazan la sobrevivencia del Estado mexicano y la convivencia social pacifica.
Es necesario “desenterrar las palabras” como diría Octavio Paz, cuando se habla de despenalización de las drogas por la simple razón, para la inmensa mayoría de los mexicanos, aun desconocida, de que somos una sociedad que ha convivido durante 500 años de distintas maneras con la marihuana (primero de forma industrial, luego medicinal y después recreativa). México fue una sociedad fitolátrica desde tiempos milenarios y la intolerancia a las drogas es muy reciente.
Hay que tomar en cuenta que antes, desde hace 20 años, solo una minoría de gentes proponía la re-legalización de las drogas, sobre todo los sectores de la contra cultura y la prensa underground de México, ellos avanzaron para en la descriminalización de la droga y la des estigmatización de los consumidores, crearon una cultura cannábica basada en la tolerancia social.
La condena internacional hacia las drogas en que se basa la prohibición que Calderón se niega a terminar tiene muy pocos años de existencia, desde 1925, de los cuales los últimos han sido de consecuencias más costosas y desastrosas para la sociedad desde el inicio de la guerra contra las drogas de los años 1970.
Muchos desconocen que en la historia d México la marihuana ha sido legal. Desde que el conquistador Hernán Cortes mando traerla para incentivar la economía de la destruida Tenochtitlán. Fue el Pedro Cuadrado de Alcalá de Henares quien trajo las primeras semillas y enseño a cultivarlas, en 1530.
Dos años después, 1532, es autorizado su cultivo por la Segunda Real Audiencia. Y en 1545, el rey Carlos primero emite la orden real para virreyes y gobernadores "hagan sembrar y beneficiar de lino y cáñamo".En el año de 1550 se da la primera limitación a su producción, el virrey Luis de Velasco, le recomienda a Pedro Cuadrado que reduzca la producción de cáñamo, por que: “la están usando para otras cosas que confeccionar cuerdas”. Los indígenas descubren el uso medico y recreativo del cáñamo, le llaman pipiltzintzintles lo que le permitirá subsistir durante toda la Colonia a pesar de tener una producción textil muy escasa.
No se extiende el cultivo de cáñamo para uso textil porque sus productos requerían de la inversión de más tiempo que la ganancia obtenida con los cultivos tradicionales. Pero el cultivo legal será ratificado por distintas ordenanzas reales los años de 1769, 1776, 1785 y 1796. Y es en 1772, que el sabio novo-hispano hace la defensa del uso médico y recreativo de la marihuana por los indígenas y otros sectores sociales. Sobre su persecución dice que “no son prohibidos por malos sin0 malos por prohibidos”.En este tiempo solo lo cultivaron los jesuitas en sus misiones del Noreste de México Sonora, California, Sinaloa, y en Puebla y Oaxaca, donde sin duda se sigue cultivando de forma ilegal.
Al final de la Colonia, el virrey de Branciforte reconoce que la Nueva España ha desperdiciado el cultivo de lino y cáñamo, algo que pudo haber ayudado a su economía. Esta reflexión es ya muy tardìa, porque, los Padres fundadores de los nacientes Estados Unidos, Thomas Jefferson, George Washington eran granjeros de cáñamo exitosos y visionarios.
En el México independiente por la inestabilidad política y social de los sucesivos gobiernos (débiles, sin recursos y efímeros) hace imposible la existencia de una prohibición rigurosa hacia las drogas, había otros problemas sociales más apremiantes que atender. Mientras tanto, el consumo de marihuana se focalizara en las clases peligrosas, más específicamente en los sectores marginados soldados, pepenadores, etc.
En este periodo se da la primera prohibición a la producción de cáñamo, en el año de 1855, durante uno de los gobiernos de Santa Anna, en el Estado de Colima, un intento vano, infructuoso, porque pudo más el ingenio popular al dar por respuesta la ceración y difusión del corrido de la marihuana: “Sunni suni cantaba la rana y echaba las coplas de la marihuana”.
El ascenso social de la marihuana será realizado por los poetas románticos seguidores del hechizo francés que la llevan de las clases marginales a la clase media urbana ilustrada siempre deseosa de imitar el modelo cultura europeo. No obstante de este ascenso social, en México como en todo el mundo aparece el estigma social moralista asociado al consumo de marihuana por parte de las clases populares, se le considera una mala costumbre o una conducta que degenera la raza. Las gentes de bien, una minoría privilegiada que podía votar no consumía marihuana, pero si otras drogas como el láudano, el opio y la cocaína. Sin que perjudicara sus buenas costumbres.
Es en el último tercio del siglo XIX, que en México se da la institucionalización del consumo de marihuana dentro de la contracultura carcelaria de la cárcel de Belén, mejor conocido como la Mansión del Horror, esta subcultura subsistirá durante 30 años y continuara en la Penitencia de Lecumberri, desde inicios de su inauguración. El ingenio para introducir la droga a las prisiones es muy prolífico no solo entre las ropas, alimentos o peinas sino introducido por los propios empleados públicos.
En el porfiriato México vive la Edad de Oro de los remedios, tónicos, elíxires, jarabes balsámicos milagrosos, se importara muchas toneladas de drogas que se publicitaran en todos los periódicos y revistas de la capital. Es tanta su popularidad, que el grabador José Guadalupe Posada crea, en 1902, el personaje de historieta Don Chepito Marihuano, un viejo rabo verde y porfirista. La marihuana continúa su incursión en la cultura y ahora aparece en la literatura popular, en las novelas y obras de teatro de Federico Gamboa.
Y ya en la revolución mexicana el corrido de La cucaracha será el himno del ejército villista para criticar al usurpador Victoriano Huerta, quera muy aficionado al tequila y la marihuana.
Es con el Congreso Constituyente de 1917 que comienza la instauración de la cultura de la intolerancia hacia las drogas, pues en la sesión del 19 de enero, se cambian las consideraciones de todas las drogas como medicamentos y pasan a ser considerados productos ilegales.
Esta intolerancia sea reafirmada por el Estado mexicano al firmar los distintos tratados internacionales contra las drogas de 1925, 1931, 1955, 1961, 1971 y 1976. Pero es en el año de 1937 que adquiere una mayor fuerza cuando es impuesta de forma monopólica y hegemónica por los Estados Unidos al resto del mundo.
Es importante señalar que la prohibición internacional de drogas impuesta por Estados Unidos, es a los pocos años violada por su propio ejecutor, pues en 1942 se le permite a México la producción de opio y marihuana para el abastecimiento que requiere el ejército norteamericano.
En este tiempo, existe un incipiente contrabando de drogas. Bueno no tan incipiente porque su impacto origina la primera epidemia de pánico moral contra la marihuana como se ve en la película de John Bohr El Monstruo verde, la novela Tropa vieja de Francisco L. Urquizo y sobre todo, por ser los años en que se propone una legalización desde al medicina mexicana.
Es la propuesta racional del doctor Leopoldo Salazar Viniera para considerar a las drogadictos como enfermos y no como criminales. Esta valiente propuesta será desechara por las fuertes presiones políticas de los Estados Unidos al inventar que el doctor era comunista.
Desde este tiempo hasta la priemra década del siglo XXI, en México se preferirá seguir pasivamente los mandatos prohibicionistas norteamericanos que buscar una solución de acuerdo a nuestra cultura y necesidades, un vació que fue utilizado por los contrabandistas nacientes hasta convertirse en los narcos sin fronteras de hoy en día.
Sobre la despenalización de la marihuana, hay que considerar sus ventajas. Elimina la cadena criminal de producción, venta y consumo, disminuirá la sobre población en las cárceles, se hará un control e calidad para proteger la salud de los consumidores que aumentara por la baja en los precios pero al poco tiempo se estabilizara o baja por que se perderá el atractivo d e prohibido, ayudara a evitar el aumento de consumo de drogas sintéticas, propiciara una mayor tolerancia social hacia las drogas y sus consumidores y, se ejercerá el derecho al cuerpo, al placer y a la autonomía de los ciudadanos.
Los escenarios riesgosos y desventajosos estarán siempre del lado del estado: pues la reforma a la ley tardara muchos años en permear todos los ámbitos sociales. “La reforma de ley no conduce de manera automática aun cambio en las estereotipos culturales predominantes en el sistema de justicia criminal”.
Se requiere por tanto, una re-educación de todas las policías, tribunales, escuelas, medios de comunicación, maestros y padres de familia para que se informen y opinen sobre un tema que ya no puede ser negado por nadie. Y que hay que elegir entres tres opciones la seguida pro Estados Unidos con la Ley Seca, la legalización gradual como Holanda, o formular la legalización a la mexicana.
De todas formas, mientras la legalización de las drogas se mediatiza en México por el poder presidencial, esto no obstaculiza de ninguna manera que la cultura cannábica brille con su luz propia y siga su camino constructivo y propositivo de una sociedad incluyente, tolerante y humana.
viernes, 13 de agosto de 2010
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amigo mio, permitame felicitarle por este excelente articulo, soy estudiante de ultimo semestre de Negocios internacionales y mi tesis es justo de narcotrafico y comercio internacional en mexico, me haria sentir muy afortunado si usted pudiera aconsejarme acerca de documentos que me puedan ser utiles en mi investigación, pues como bien sabemos este tema es delicado de manejar por lo cual no existen tantos documentos como debieran, gracias por su ayuda.mi correo personal es bernardortiz@live.com, gracias de antemano por su ayuda.
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarTe recomiendo los libros de Luis Astorga, de Ricardo Perez Monfort, de su alumno Axayacatl que esta en el Instituto Mora, las de Carlos Razo de la UAM Xochimilco, los de Jesus Blnaco Ornelas
Saludos