La Gaceta Cannábica,
pionera del periodismo cannábico.
Juan
Pablo García Vallejo
*En
el IV Americannabis, Semana de la cultura cannábica
**En
La Pulquería Insurgentes.
***En
México nadie sabe de periodismo cannábico ni los marihuanos
En
la revista contracultural La Guillotina comencé mi carrera de periodismo cannábico, un nuevo género
periodístico que los marihuanos lights dicen que no existe, si lo
dijera una vaca sagrada del periodismo lo creerían. La investigadora de Patricia
Cabrera dice que fue la revista más importante de los años 80, ahora hay otras,
por la socialización de las tecnologías, pero como jóvenes incendiarios
sacábamos agua de las piedras. En La Guillotina aprendí con Jesús
Cuevas, Octavio y Oscar Moreno y Jaime y Jorge Leroux a pensar por nosotros
mismos, un privilegio de una subjetividad no dominada.
Ahí
publiqué el Manifiesto Pacheco, se difundió por fotocopias y por Radio
pasillo. Desconozco cómo llegó a Europa, en Alemania se sorprendieron,
inclusive Gaspar Fraga de Cáñamo también. Pocos saben que este
breve texto inició la etapa polémica del consumo de marihuana en México.
Luego
en el suplemento cultural La Tinta Suelta incluí el tema de las
drogas como fuente informativa en Ecatepec, el municipio más poblado de México,
aunque tengo que aguatar que la gente dice que es el más grande. ¿Por qué en
Ecatepec? Porque ahí pasa todo antes que en cualquier lugar. Y a la par, coloque
la legalización de la marihuana en la primera plana de Acontecer. La marihuana como
tema nacional aparecían junto a las declaraciones demagógicas y aburridas del
gobernador Montiel, del inexperto Peña Nieto y de Eruviel Ávila. Esto ningún
periódico metropolitano lo hacía. Toda la prensa convencional es una parte
fundamental de la prohibición. En Ecatepec redacte la desconocida historia de
la marihuana.
Todo
esto es interesante porque los lectores no saben que los temas tabús se dan a
conocer primero en la prensa contracultural y cuando estos temas se convierten
en movimiento sociales emergentes necesitan de periodistas especializados que
sepan del tema, no periodistas generalistas o periodistas despistados, dicen
siempre que comienza el debate de la marihuana, cuando lo dice algún político
de ocasión egresados del Instituto Patrulla de Las drogas, desconocen
sus orígenes.
La Gaceta
Cannábica pareció en enero de 2005, porque decidí hacer una publicación
especializada dedicada a la Planta Amiga desde un punto de vista trans-disciplinar
o si se quiere desde la historia cultural, esto posibilito superar el
reduccionismo de los efectos farmacológicos y el enfoque criminalizante, es
decir, superar la desinformacion como principal pilar de la prohibición de
drogas en México. La Gaceta Cannábica dio ciudadanía plena
a la Cultura de las Drogas y a la Ciencia de la Historia de las Drogas, algo
que todavía el gobierno mexicano, los medios de comunicación, las policías o
cualquier gente decide perversamente ignorar.
Su
aparición fue muy bien recibida por periodistas contraculturales como Carlos
Martínez Rentería y periodistas culturales como Huberto Musacchio quien público
en su columna República de las Letras que sus editores eran unos “eruditos en
marihuana” al presentarla de muchas formas lejos del lugar común de la
enfermedad y el delito e inclusive Jacobo Zabludowsky se sorprendió de esta
publicación, la comento en su noticiero de mayor rating en México.
Cada
que parecía uno número se lo mandaba a Carlos Martínez para
que lo comentara en su columna cultural Salón
Palacio, en La Jornada, muchos
lectores cuando veían la Gaceta Cannábica me decían “es el
periódico que hace Rentería.” Lo que no era cierto, pero ahora él dirige con
otros activistas cannábicos su propia revista.
La Gaceta
Cannábica publicaba cosas nuevas para todo mundo, pues se desconocía los 500 años de
convivencia de los mexicanos con la marihuana, pero los marihuanos la veían con
desprecio, no todo era miel en el periodismo cannábico. Y agrego que la Gaceta
Cannábica encontró la censura no en la derecha sino en los sectores
dizque progresistas…su ignorancia les impedía comprender que la divulgación de
la Cultura Cannábica era para beneficio de toda la sociedad no solo de los
marihuanos, que como dije también están bien chatos, completamente colonizados
por el poder…
La Gaceta
Cannábica dio a conocer como los léperos fueron sus primeros consumidores
recreativos, dio también a conocer la primera radiografía del Movimiento Social
Cannábico, algo que nadie en los últimos diez años ha hecho que presente en la Galería
José María Velazco para la presentación del número especial de Generación sobre
la marihuana.
Entre
los logros mayores de la Gaceta
Cannábica es que ocho de sus 11 números están en el Museo de la Marihuana
de Ámsterdam, gracias a Noemí Luna García, los encargados se
sorprendieron que los mexicanos hicieran un periódico de la marihuana. También
algunos de sus números están en la Hemeroteca Nacional, nada más por no dejar
que esta publicación especializada y vanguardista que recibió el desprecio de
los marihuanos desinformados y colonizados por los prejuicios y la ignorancia
se pierda en el olvido de la dispersión cannábica y de la memoria colectiva.
El
periodismo es una tarea colectiva la Gaceta Cannábica fue lo que era gracias al
trabajo desinteresado de Ricardo Bautista, Jesús Cuevas, Andrés Ramírez Cuevas que
le dio un formato más ágil, desde el número dos, el biólogo Alfonso Bautista
García contribuyo con muchas ideas, pero el espíritu del periódico provenía de
mi formación trans-disciplinar, insumisa y anti-burocrática en que me educaron
en La
Guillotina.
Estoy
completamente convencido que la Gaceta
Cannábica es un periodismo cannábico insuperable porque su línea editorial
vanguardista no puede ser suplantada por ninguna publicación simplemente porque
no tienen la metodología necesaria, ni el compromiso suficiente con la Planta
amiga. Pueden publicar lo que quieran desde el terreno de la encantadora
marihuana Disneylandizada pero eso también lo pueden hacer cualquier
publicación del periodismo sensacionalista de Algarabía con
tratamientos desinformados del lenguaje marihuanero, la revista Etcétera trasnochada anunciando el
“debate que viene” cuando el debate lleva 30 años y el periódico Reporte
Índigo con el sentimentalismo
barato del caso Grace muy al estilo Poniatowska que se olvida al otro día. Son bomberazos mediáticos iguales a los de Lolita
Ayala al hablar de la legalización en Filipinas o López Doriga anunciando insistentemente un debate que no existe, ese
periodismo está muy lejos de la Cultura Cannábica
y lo que propone la despenalización de las drogas para toda la sociedad
mexicana.
Como lo señale los avances de los movimientos sociales emergentes
requieren de periodistas que sepan del tema y muchos de ellos no saben ni la historia
del periodismo ni mucho menos de que se trata lo relacionado a la marihuana y desconocen
y desprestigian la Cultura Cannábica
y la Historia
de las Drogas.
Hoy
todavía los marihuanos están colonizados por el monologo Prohibicionista, incapaces de contestar al momento lo que dice
Chong en Europa, lo que dice Mondragón de la Encuesta de Adicciones o cualquier
otra cosa, dejan que la Prohibición ejerza la desinformacion plena y
sistemáticamente. Creo que como colonizados esperan la legalización desde el
poder y la televisión, entonces, para que descubrirles muchas cosas que no
quieren entender, creen que con un toque se vuelven sabios instantáneos, me di
cuenta que prefieren lo comercial, lo que implica no pensar ni reflexionar sino
simplemente ser espectadores pasivos…contra todo esto aparecía y sanamente dejo
de aparecer la Gaceta Cannábica, para hacer todavía otra cosa más complicada
libros de la marihuana en México, construir un camino sólido para la Cultura
Cannábica no desde las experiencias en Washington, Oregón o
Uruguay…seguimos necios en recuperar el capital cultural cannábico mexicano y disfrutarlo
con un buen toque.
Si
ahora muchos hablan de la marihuana es gracias a la Gaceta Cannábica porque
dio a conocer una historia que no estaba escrita, sepultada por la
desinformacion prohibicionista, pero gracias a nuestro trabajo intelectual
hemos ido divulgando de forma constante.
Ahora los consumidores están preocupados por ver los tricomas de la
marihuana pero dejan intacta las condiciones sociales que posibilitan la
prohibición, esto no puede seguir así.
Reconozco,
por último, el enorme apoyo de un no consumidor de marihuana a la causa de su
liberación como lo hace cotidianamente el insumiso periodista Carlos Martínez
Rentería desde la revista Generación y con el que he compartido
hasta el cansancio más de una decena de mesas de debate sobre la
despenalización de las drogas desde 1997.
Por favor, no deje de escribir. Se disfruta mucho de su blog.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, llego a esta página buscando a Jesús Cuevas, ¿sabrás como puedo hacer para contactarlo?
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