Nueva Publicacion de Eterno Femenino Ediciones Ediciones
Marihuana, el hashish mexicano de Victor A. Reko.
Publicado en México en 1926, en inglés, desconocido por los marihuanos actuales.
Presentación, traducción y notas de Juan Pablo Garcia Vallejo,
lo pueden conseguir en el Tianguis Trasnacional del Chopo todos los sabados y
el domingo 26 en la Plaza Cannábica, Reforma e Insurgentes.
miércoles, 22 de julio de 2015
La primera marcha cannábica en México
LA PRIMERA MARCHA POR LA MARIHUANA:
UNA REVOLUCIÓN PSICOACTIVA-JUARISTA
Juan Pablo García Vallejo *
Asistir en la alborada del siglo XXI, el primer sábado de mayo, a la primera marcha por el Día Mundial de la Liberación de Marihuana en la ciudad de México parecería hoy un lugar común o una cosa de ciencia ficción. Para los que participamos en esta inédita demostración pública colectiva, pacífica y festiva lo consideramos un día histórico para el futuro de la marihuana y de sus nuevos consumidores conscientes.
Para mí, en particular, era constatar en la realidad social lo que había ya expuesto en el Primer Manifiesto Pacheco, redactado en 1985: la necesidad imperiosa e inaplazable de que los consumidores de cannabis dieran a conocer su disenso, su opinión, su conciencia psicoactiva frente a la política prohibicionista mantenida por el Estado mexicano basada en un rosario de dogmas ideológicos, no en argumentos científicos. Con esta marcha se rompió el monólogo prohibicionista hegemónico, salía al espacio público otra percepción, otra actitud ante las drogas y una nueva representación social de los usuarios.
GANAR LA CALLE, CUMPLIR LA UTOPIA
Este día fue el primer gran paso dado por la comunidad cannábica embrionaria, este gran paso es el principio del fin de la prohibición al ganar la calle, buscar el reconocimiento social en una sociedad democrática y plural y promover las ventajas que nos proporcionara la liberación de la marihuana a toda la sociedad, no solo a los pachecos.
La lucha por la legalización de la marihuana es una lucha de largo plazo supera las políticas colonialistas prohibicionistas sexenales; es un hábito cultural y, a la vez, una esperanza, una creencia colectiva dirigida a la construcción de una sociedad humana mejor, que adopte una convivencia informada, responsable y pacifica con las drogas. No es un movimiento social reivindicativo maximalista, de todo o nada.
La liberación de la marihuana es una utopía para consumidores y sus amigos no-consumidores; sí, pero no es una utopía romántica sino real que nacía de la distopia de la persecución policiaca cotidiana, de la terrible y temible voz autoritaria de ¡Contra la pared marihuanos! Es una utopía cumplida con la re-educación de los consumidores, educando y liberando a la marihuana, ante el gran problema que representa la desinformación perpetua, sistemática, que mantiene el Estado y el sector salud al negar información, objetiva y oportuna, a toda la población sobre los riesgos del consumo de drogas. No está demás decir que el Estado mexicano no cumple los acuerdos internacionales en este aspecto y que a nivel doméstico desvía los presupuestos para prevención a otros fines de interés político. Es una utopía práctica difundir la cultura del cannabis por ser un desafío a una sociedad conservadora y un Estado paternalista y autoritario, que promueve la exclusión social. Una utopía alcanzable ante el agandalle hipócrita de la doble moral de los medios de comunicación oficialistas y los periódicos de la izquierda sectaria que son anti-marihuana y anti-pachecos. “La legalización de la marihuana, si: pero en Canadá”, dicen sus titulares.
Ese día poco a poco fueron llegando los marihuanos al lugar de reunión, individual o en grupos, vistiendo camisetas, gorras con el símbolo universal de las siete hojas del cannabis. Para todos fue bastante emocionante ver a decenas de jóvenes fumando sin miedo, sin vergüenza, sin la paranoia de persecución policiaca. Mientras algunos raperos aprovechaban para amenizar el ambiente con canciones en honor a la María y rendir homenaje a marihuanos internacionales como Bob Marley y demás iconos populares de la cultura del rock.
Aunque la convicción inicial por parte de los organizadores fue hacer un evento público llamando a la despenalización pero no a promover el consumo en el evento para evitar conflictos inmediatos con la policía, sin embargo, en la práctica no se cumplió porque los asistentes salían a fumar marihuana públicamente, para demostrar que no son ni delincuentes ni enfermos.
Asistieron también nuevos y diversos marihuanos provenientes de distintas partes de la ciudad de México pero ya organizados incipientemente y con demandas específicas de la agenda cannábica: pedir información objetiva al Estado mexicano; comenzar a reflexionar el uso industrial múltiple del cáñamo; considerar los beneficios medicinales milenarios negados arbitrariamente por la medicina oficial cuyos criterios clínicos están sometidos a las decisiones políticas de la prohibición no de la medicina.
Todas estas demandas siguen siendo aún terrenos no conquistados de la utopía, pero en mi opinión dejo de ser una utopía el derecho de los consumidores mexicanos confrontar al Estado mexicano sobre quién decide y qué decide en cuestión de sustancias psicoactivas. Es el empoderamiento cannábico, un ataque a los cimientos de la prohibición y sus prácticas discriminatorias. Reconocemos que quién decide lo hace, el Estado, de forma unilateral, limitada y con resultados poco efectivos; y lo qué decide sobre las sustancias psicoactivas responde a intereses extranjeros que son ajenos a la tradición cultural de la sociedad mexicana.
El Estado mexicano propone políticas paternalistas autoritarias creyendo que él es único que sabe de drogas, dice que la prohibición de drogas es por nuestro bien; los nuevos consumidores del siglo XXI, una minoría, saben en el fondo que el Estado mexicano es un mal padre porque enseña mal sobre las drogas, sólo desinforma. Ahora los consumidores re-educados en drogas, no ven a éstas como un monstruo, misterioso y peligroso como las presenta el discurso prohibicionista, sino como un derecho cultural.
Desde esta primera marcha surge en la sociedad mexicana, la diversidad psicoactiva o comunidad diversa de consumidores, interesada en discutir los criterios que se aplican para las políticas públicas de drogas. Esta reunión colectiva, única en todo el territorio nacional, significo ya una victoria cultural simbólica en una sociedad conservadora, y una victoria cannábica, al fin de cuentas, sobre la prohibición criminalizadora que persigue y estigmatiza negativamente a los consumidores y a la marihuana.
LA ABUNDANTE FLORA y FAUNA CANNÁBICA
La fauna y flora marihuanera asistente a la marcha, por suerte, era diversa e inter-generacional, había marihuanos contraculturales, artesanos, mochileros trotamundos, partidarios del reggae y de la creencia rastafari, aficionados al hip hop, marihuanos del movimiento estudiantil, algunos marihuanos de la diversidad sexual, algunas pachecas, los marihuanos galenos con su bata blanca apoyando el uso terapéutico y marihuanos vírgenes o nice que salían por primera vez del closet a una demostración pública colectiva a favor de la despenalización de la marihuana, marihuanos inquietos que habían dado la vuelta al mundo y ver que en otras sociedades la situación no estaba tan desastrosa como en México. Jóvenes soñadores, idealistas unidos por la creencia colectiva de luchar por la liberación de la marihuana de sus grilletes represivos.
No éramos muchos, menos de mil, pero si suficientes para reconocernos entre nosotros, se sentía un sentimiento de orgullo, de satisfacción colectiva, de estar iniciar una lucha por una causa justa, además de muy valiosa, sin ideologías políticas de por medio.
Esos pocos coreamos al iniciarse la marcha la consigna ¡La mota legal eleva la moral! No sólo la moral pública al resolver un problema social considerado inmoral, difícil, espinoso al que siempre se le da largas hasta el infinito; sino pasar de un escenario de represión y exclusión social a un escenario de derechos y responsabilidades ciudadanas psicoactivas. Propuse también mi consigna ¡Se va acabar, se va acabar la Prohibición criminal!
De este histórico evento no esperaba muchas cosas, no soy partidario del arte de la exageración, me basto ver esa tarde calurosa como una generación de jóvenes desafiaban tanto al Estado mexicano foxista, que había llegado al poder con el voto democrático, como a la sociedad mexicana católica y conservadora, la que vive de espaldas a la cambiante realidad del mundo, la que siempre se niega a resolver problemas sociales históricos por encerrase en dogmas estúpidos e incomprobables.
Una manifestación pública a favor de la marihuana nunca la hubieran permitido los priistas depredadores, doble moralistas y autoritarios que preferirían mandar un batallón de granaderos. Pero en el contexto político-social de tener dos gobiernos democráticos, el federal y el local, de la transición democrática era un escenario natural para el nacimiento de otro tipo de lucha social. Al contexto nacional nuevo se suma la convocatoria global en muchas ciudades del mundo que celebran esta misma jornada de lucha cannábica.
La marcha por la liberación de la marihuana es la expresión de un movimiento social post-materialista, que busca reivindicar el derecho al saber, al placer y al empoderamiento psicoactivo o de otra forma, del ejercicio práctico del derecho a la diversidad de la conciencia con sustancias psicotrópicas. Este derecho a las sensaciones con sustancias nunca antes se había expresado públicamente en la sociedad mexicana.
La prensa metropolitana desdeño la marcha
También se dieron cita una manada de fotógrafos sagaces para obtener algunas imágenes insólitas y atractivas, de los jóvenes forjando un toque, de la vestimenta festiva de las pachecas dándose se las tres, de la parafernalia cannábica que vestían algunos, etc. Pero brillaron por su ausencia los periodistas de los periódicos metropolitanos, quizás también son doble moralistas y conservadores como los dueños de los medios en que trabajan.
Al otro día de la marcha, domingo 3, solo parecieron como tres notas en la prensa metropolitana, pero la brecha por la liberación de la marihuana estaba ya abierta y sembrada la semilla de una nueva percepción de las drogas y sus consumidores. En la televisión esta protesta pública solo ocasiono chistes malos y la restitución de dogmas reaccionarios de desinformacion y estigmatización negativa por los locutores desinformados. La espiral del silencio y la desinformación aislaron la marcha como es su perversa costumbre.
Hubo ausencias significativas que algunos esperaban apoyarían el incipiente movimiento con su asistencia no desde la comodidad de sus estudios literarios, como la del ondero José Agustín o de otras personalidades de la cultura todavía temerosas de salir del closet o que son miembros de la radical chic que consideran vivir una legalización personal y piensan muy pequeñoburguesamente que lo de la prohibición es cosa que afecta sólo a los pobres marihuanos pendejos. Son marihuanos conformistas, espectadores temerosos.
La marcha se realizó en la Colonia Roma, la calle de Ámsterdam, que en opinión de los organizadores era el lugar propicio para esta acción conjunta por la asociación simbólica y necesaria con esa ciudad europea que desde los años 1970 es la capital mundial de la despenalización de la marihuana y ha implantado una política permisiva. Los vecinos vieron con extrañeza a los marihuanos de otras partes de la ciudad marchar por todo el circulo que forma esta típica calle romana, haciendo varias paradas informativas sobre la cuestión jurídica de la prohibición, quizás les molestaba el olor a tortilla quemada, el petatazo, de las pequeñas nubes de humo blanco que desprendía el pequeño contingente en todo su recorrido.
Pero muy pronto percibieron que los marihuanos eran pacíficos, traían música y varios de ellos consumían panes con marihuana. Les sorprendió más que esos marihuanos no rompían cristales de comercios, ni ultrajaban a las mujeres ni violentaban a los ciudadanos decentes como los habían educado los medios de comunicación por décadas de prohibición.
UNA REVOLUCIÓN PSICOACTIVA Y JUARISTA
Y los marihuanos aprendían ese día memorable que se puede luchar por la despenalización de las drogas desde el terreno de la ciudadanía organizada, no mediatizada o neutralizada por los partidos políticos, en una ciudad democrática como la Ciudad de México.
Pienso que la primera marcha por el Día Mundial de la Liberación de la Marihuana comenzó una revolución psicoactiva y juarista en México. Si el mítico Juárez dejo de pastorear borregos para elegir educación para salir de la “estúpida miseria” a la que estaba condenado como indígena, los consumidores del siglo XXI se ciudadanizan para acabar con la “estúpida prohibición de drogas” que los condena a la exclusión social. Juárez dejo de ser indígena para convertirse en ciudadano y con la Reforma buscar el progreso social en una sociedad secular moderna; los marihuanos marginales, trasgresores de la ley, contestatarios del sistema se convierten en ciudadanos psicoactivos para iniciar la Reforma en política de drogas incluyente, que tome en cuenta su opinión. Si Juárez logro con el tiempo y tenacidad sus aspiraciones como ciudadano moderno, también los cannábicos del siglo XXI lo conseguirán, la lucha es larga y es mucha, como dice el tango, pero lograran reformar las leyes prohibicionistas. Hay que evitar las tendencias tiránicas de Juárez, porque esas prácticas políticas son ajenas al espíritu de tolerancia, pluralidad y diversidad que promueve la cultura cannábica.
Este día memorable, repito, cambio el escenario de la cultura de las drogas en la ciudad de México, aparecieron los ciudadanos psicoactivos del siglo XXI. La demostración colectiva, pública y pacifica duro unas horas, finalizo con mensajes informativos de los organizadores. Me fui con mis camaradas de La Guillotina a festejar la primera Marcha por la Liberación de la Marihuana bastante satisfecho de ser testigo de la revolución pacífica, festiva y lúdica de largo plazo con lo que dio inicio la modificación de las leyes prohibicionistas discriminatorias de drogas en México.
* Redactor del Primer Manifiesto Pacheco en 1985; director de la Gaceta Cannábica, publicación cultural de la planta amiga desde 2005, autor de La disipada historia de la marihuana en México 1492-2010, de Disidencia psicoactiva. Movimiento Cannábico Mexicano 2000-2010 editados por Eterno Femenino Ediciones, promotor infatigable de la liberación de la Planta amiga.
La Plaza Cannábica, lugar de los marihuanos organziados
LA PLAZA CANNÁBICA, EN INSURGENTES Y REFORMA
- Los marihuanos re-significan los espacios públicos.
- Solo ejercer su Derecho a la Ciudad.
- Sede Nacional de la Asamblea Pública de Fumadores y Fumadores de Cannabis
Juan Pablo García Vallejo, cronista del Movimiento Cannábico Mexicano
Ciudad de México a 22 de julio.- Luis Pasteur (1822-1895), químico y biólogo francés creador de la microbiología, autor de las investigaciones sobre enfermedades contagiosas, las fermentaciones, la profilaxis de la rabia y del carbunco. Sus descubrimientos iniciaron la era de las vacunas y renovaron el campo de la ciencia médica.
Desde 2012, esta Plaza Louis Pasteur, en la esquina de Reforma e Insurgentes, se convirtió en la sede principal para la Asamblea Pública de Fumadores y Fumadoras de Cannábicos, es decir, consumidores organizados, informados, conscientes y afirmativos. Es una re-significación de su uso urbano de los espacios públicos y dar abrigo a una minoría perseguida y estigmatizada para que pueda ejercer su Derecho a la Ciudad y no seguir de nómadas. A las autoridades del gobierno del Distrito Federal se les hacia una locura que los marihuanos organizados les pidieran usar la Columna de la Independencia para realizar la Marcha anual de mayo…decían ¿cómo se va a ver que estén los marihuanos en El Ángel?, nos decían en las negociaciones, qué tiene somos ciudadanos mexicanos.
Esto lo negaban por completo los burócratas les preocupaba más cuidarle las nalgas a El Ángel, que resolver una petición ciudadana de ejercer el Derecho a la Ciudad, pero tambien olvidaban que a otros ciudadanos si se las prestaban a inchas, quinceañeras, actos diplomáticos, marchas contra el SIDA, huelgas de hambre y hasta el presidente con sus deslucidas y desvitalizadas ceremonias cívicas.
Por más de una década, los marihuanos hemos sido nómadas de esta gran ciudad, de estar al inicio en el Parque México, luego en la Alameda Central, después en la Plaza del Danzón en la Ciudadela, pero este lugar pertenece a los de la Tercera Edad que bailan, el Monumento a la Revolución, en el Monumento a la Madre, pero fue hasta el año 2012, que un dirigente cannábico propuso sitiar permanentemente al Senado de la Republica para después ya establecer la Plaza Cannábica en México.
Hoy ya hay varias plazas verdes o cannábicas en México, como en Guadalajara, la playa en Acapulco, el Chiapas pero la principal es esta… y no se espanten, no serán como las otras plazas tiene controlado o se pelean a muerte los carteles de la droga, esa plaza la deshabitamos por completo.
Es una información necesaria para los marihuanos que asisten porque luego comienza a llegarles la inconsciencia y toman el pedestal del monumento al doctor francés para sentarse cosa que no debe hacerse porque si se siguen haciendo esas pendejadas pues el Gobierno del DF se las tomara más gacho contra nosotros, no queremos ningún pretexto de los burócratas para obstaculizar nuestras manifestaciones públicas, suficiente tenemos con aguantarle su ignorancia, su autoritarismo su discriminación, siempre desestiman las propuestas porque provienen de marihuanos organizados..
En la Plaza Cannábica hay música, discusiones públicas sobre los temas de la agenda cannábica, expresiones de ocio valioso: body paint, diversos malabares de muchos jóvenes que sorprenden a los visitantes por sus habilidades, un Tendedero de ideas ´para que expresen su simpatía por la María, algunos de los cannábicos aprovechan para dar a conocer sus gustos gastronómicos, produciendo panques, brownis, pero que no tienen nada de THC aunque ellos dicen que te llevan a la luna, uno se duerme a la hora.
Este espacio público es magnífico, pues por el cruce de calles con esos nombres, delimita el carácter del Movimiento Cannábico Mexicano, dejar la actitud trasgresora, insurgente, para adoptar una posición más sensata, la reforma gradual, de la prohibición de drogas.
Queremos convivencia pacífica, informada, organizada del consumo de drogas...no pasar como ciudadanos descerebrados, la Cultura Cannábica es afirmativa nada de desmadre inconsciente e irresponsable...para eso mejor quédense en su casa, callejón, barrio o chante, aislados, auto marginados o en algún Centro Urbano Comercial...ahí no hay necesidad de pensar...otros ya lo hicieron antes.
martes, 14 de julio de 2015
XII Aniversario de la Biblioteca Canmnabica, la niña mas tacada de México y Anexas
Invitamos a todos al cumpleaños XII de la Biblioteca Cannábica,
en La Piramide.Habra diversas actividades,
a colección Letras Verdes de Eterno Femenino Ediciones:
El Marihuano en la narrativa mexicana del siglo XX. (2014)
La invención de la marihuana. Encuentro histórico entre Procusto y Prometeo y los Doppelgangers. (2014)
La Manifesta Pacheca. (2012)
Disidencia Psicoactiva. Movimiento Cannábico Mexicano 2000-2012. (2013)
La arqueología de la prohibición. (2012)
Lectura iconográfica de la Cannabis Cup. (2012)
Antología de manifiestos cannabicos. (2011)
La disipada historia de la marihuana en México 1492-2010, (2010)
jueves, 9 de julio de 2015
Marihuana, el Hashish mexicano en Aniversario Biblioteca Cannabica
El proximo 16 de julio presentamos el texto desconocido Marihuana, the hashish mexican de Victor A. Reko, en el Aniversario de la Biblioteca Cannabica, en la Pirámide, metro San Antonio.
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