jueves, 3 de octubre de 2013

Intelectuales y escritores por la despenalziación


Por la despenalización de la mariguana

A los legisladores de México y a la sociedad en general: Que se despenalice el consumo de la marihuana 


Los firmantes, ciudadanos preocupados por los altos costos de la política prohibicionista contra las drogas, manifestamos nuestra convicción de que la plena despenalización del consumo de la marihuana, mediante el aumento de las dosis de uso personal permitidas, puede ser un buen paso hacia una política antidrogas alternativa, de mejores resultados.

Estas son nuestras razones:
1. La ley de salud vigente tolera el consumo de todas las drogas ilícitas, pero en dosis tan pequeñas que en lugar de proteger criminaliza al usuario. Quien lleva consigo más de cinco gramos de marihuana es considerado narcomenudista y recibe un trato penal que empieza con la privación de la libertad. El 60% de los presos en las cárceles federales del país -verdaderas universidades del crimen- están sentenciados por delitos contra la salud; de estos, el 58.7% están vinculados a la marihuana. En el caso de mujeres, la cifra de sentencias por delitos contra la salud llega al 80% .
2. El riesgo de volverse adicto a la marihuana entre quienes la usan (11%), es menor al que tienen de volverse adictos quienes usan drogas legales tales como el alcohol (15%) o el tabaco (32%). La mortalidad, la morbilidad y los costos médicos y sociales asociados a la marihuana son menores que los generados por el alcohol y/o el tabaco, En el Servicio Médico Forense, por ejemplo, el 77% de los cuerpos con análisis toxicológicos positivos habían consumido alcohol y sólo el 7% marihuana. Algo similar ocurre en los Servicios de Urgencias: el 68% de quienes resultan positivos al análisis toxicológico es por alcohol, mientras que sólo el 10% lo es por marihuana.
3. La criminalización aumenta el precio de las drogas. Una parte significativa de los ingresos del narcotráfico mexicano provienen de la marihuana. Estas rentas extraordinarias se usan para comprar armas, pagar sicarios y corromper funcionarios públicos. La despenalización reduciría estas rentas, que no son sustituibles por otras actividades del crimen organizado (secuestro, extorsión, asalto, robo).
4. El contexto internacional ha cambiado. En 20 estados de la Unión americana está permitido el uso medicinal de la marihuana, y en dos el uso recreativo. Hace unas semanas, los diputados uruguayos legalizaron la producción, distribución y el consumo de marihuana. El fracaso del enfoque prohibicionista ha llevado a muchos líderes latinoamericanos, antiguos presidentes y jefes de Estado en funciones a proponer un enfoque de salud pública. En su más reciente asamblea celebrada en Guatemala hace unos meses, la OEA presentó un amplio informe sugiriendo la posibilidad de legalizar la marihuana.
5. La posesión de pequeñas cantidades de marihuana para consumo personal en personas adultas es una decisión que está dentro de los límites de la autonomía y privacidad de cada individuo. Cada uno debe ser libre de consumir lo que desee, mientras no dañe a terceros.
6. En nuestra opinión, la legislación federal mexicana otorga un margen a las Entidades Federativas para perseguir el delito del narcomenudeo, lo que puede traducirse en una despenalización efectiva del consumo para fines personales. La Ciudad de México es una buena opción para iniciar un cambio en la materia, pues ha legislado ya la ampliación de derechos y libertades en otros temas polémicos. La opinión pública en la capital es cada vez más tolerante frente a las decisiones individuales y lo puede ser también en lo referente al consumo de marihuana, con miras a una regulación más completa en el futuro.
México ha pagado un alto costo por aplicar la política punitiva del prohibicionismo. Sabemos bien que ni la despenalización ni cualquier otra medida en lo individual constituyen una panacea para acabar con la violencia, la corrupción y la inseguridad en México. Pero la despenalización efectiva del consumo de la marihuana mediante un aumento en las dosis de portación permitida para uso personal es un paso en el camino correcto.
Firman: 
Agustín Acosta  
Héctor Aguilar Camín
Rubén Aguilar
Sarah Aguilar
Gonzalo Aguilar Zinser
Fabián Aguinaco
Gaz Alazraki
Guillermo Arriaga
Pedro Aspe
Roger Bartra
Sabina Berman
Diana Bracho
Julia Carabias
María Amparo Casar
Jorge G. Castañeda
Rafael Cauduro
Luisa Conesa
Santiago Corcuera
Luis de la Barreda
Luis de la Calle
Juan Ramón de la Fuente
Antonio del Valle Perochena
Juan Pablo del Valle Perochena
Julio Frenk
Gael García Bernal
Roberta Garza Medina
Daniel Giménez Cacho
Fernando Gómez Mont
Claudio X. González Guajardo
Eduardo Guerrero
David Ibarra Muñoz
Jorge Islas
Arnoldo Kraus
Marta Lamas
Silvia Lemus Fuentes
Claudio Lomnitz
Diego Luna
Alejandro Madrazo  
Julio Madrazo
Ana Laura Magaloni  
Ángeles Mastretta  
Mario Molina
María Elena Morera
Enrique Norten
Gabriel Orozco
Miguel Ángel Orozco
Adalberto Palma
Juan Pardinas
Alejandro Ramírez
Jesús Reyes Heroles
Carlos Reygadas
Josefina Ricaño de Nava
Manuel Rodríguez Woog
María Rojo
Pablo Rudomin
Ricardo Salinas Pliego
Lisa Sánchez
Armando Santacruz
Mari Carmen Serra Puche
Javier Sicilia
Cecilia Soto
Francisco Toledo
Juan Francisco Torres Landa
Juan Villoro
José Woldenberg
Susana  Zabaleta
Juan Ignacio Zavala

Este desplegado apareció en los periódicos mexicanos el 25 de septiembre pasado.

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